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David Calle: “Hay que enseñar a los alumnos a discriminar lo que es verdad y no en la red”

Lucía Díaz

La revista Forbes le considera una de las 100 personas más creativas del mundo. Ser uno de los diez finalistas al Global Teacher Prize, en 2017, lo refrenda. Sin embargo, este madrileño de 47 años no inició su trayectoria profesional en la docencia. Una crisis en el sector de las telecomunicaciones le llevó al paro en 2005. Entonces, regresó a la academia donde había dado clases durante su etapa como estudiante de ingeniería de telecomunicaciones. Inquieto y fascinado por la enseñanza, dos años después fundó su propia academia en la red, Unicoos. Una web educativa de matemáticas, física, química y tecnología que da apoyo a estudiantes de todo el mundo. Sus lecciones tienen enganchados a la increíble cifra de más de 40 millones de alumnos que acceden a Unicoos y su canal de Youtube tiene 1.380.000 suscriptores, la recompensa más sincera de su éxito, según explica en conversación con infoLibre (los fragmentos más destacados pueden verse en el vídeo adjunto a este texto).

Su idea es que sus vídeos no están ahí para reemplazar el trabajo del maestro en el aula, sino para apoyarlo. David Calle defiende que estamos viviendo una etapa en la que se dan las circunstancias para que las cosas cambien y es el momento perfecto para actualizar el sistema educativo: “Qué duda cabe de que la tecnología está cambiando y cambiará en el futuro la forma de impartir clases”.

Calle defiende que en el aula ocurren muchas cosas significativas e insustituibles: “socializar, debatir, compartir”. Afirma que hay que empezar a tener más en cuenta lo que llama “el aula invertida”: “Hay muchísimas formas de adaptar la educación a los tiempos en los que vivimos.” Ya no es necesario que un profesor explique en clase algo que puede consumir directamente desde su casa, esto es el aula invertida. Dejar ese contenido teórico online y aprovechar las clases presenciales para experimentar, resolver dudas, practicar y trabajar en equipo.

Otra de las claves que nos da David Calle es que hay que dejar de insistir en convertir a los alumnos en máquinas de memorizar en un siglo en el que la presencia de internet hace que sea absolutamente innecesario. Es más importante enseñarles a discriminar lo que es verdadero en las redes de lo que no; que adquieran un sentido crítico más allá de aprenderse la tabla periódica de memoria. Añade un ejemplo comparativo: “En Portugal dejan las fórmulas en los exámenes de matemáticas y aquí en España tienes que aprendértelas de memoria. Es más importante que les enseñes a plantear problemas, a tratar de entenderlos, adaptar las matemáticas al mundo real”.

El éxito del trabajo de David Calle pone en tela de juicio algunos modelos de la educación tradicional. Bajo su punto de vista, el aprendizaje que no es significativo no sirve de nada: “Si logras que a tus alumnos se les vaya quedando en la cabeza, no se les va a olvidar nunca”.

Educar a través de vídeos

No hay duda de que las generaciones actuales son completamente audiovisuales, acostumbradas a ver vídeos de cualquier cosa en cualquier lugar. Ya son más de 40 millones los alumnos que han visto sus vídeos en Unicoos, datos que cobran sentido conociendo la máxima de David: “Enseñar no es como llenar un cubo, sino como encender una hoguera, tal y como decía el poeta y dramaturgo inglés W. B. Yeats”.

Desde su punto de vista, se trata de inspirar a los alumnos para que tengan curiosidad y quieran aprender por ellos mismos. “Pizarra, rotulador y mucha pasión” son los ingredientes que utiliza. Esa energía que muestra en cada vídeo también llega. Su truco está en “hacerles pasar hambre por volver a clase al día siguiente, por querer aprender más”, y al final tiene su recompensa: “En mi caso, cuando lees comentarios de un montón de alumnos que te dicen que gracias a ti han aprobado o se han inspirado para esforzarse más, es impagable y es muy difícil no engancharte a la docencia cuando descubres que eres parte muy importante de la vida de esos chavales, aunque sea de una forma muy pequeñita”.

Los comentarios que recibe David a diario son los que le hacen sentir afortunado por dedicar su tiempo a la docencia, aunque en este país no se considere una profesión de relevancia: “No tiene el reconocimiento social que se merece o el sueldo que merece. Siempre digo que un profesor no puede cambiar el mundo, pero puede ayudar a que algunos lo hagan”. Es cuestión de empoderamiento, de respeto, de dotarles de los recursos necesarios para mejorar sus condiciones de trabajo. Cuanto mejores sean los profesores, mejor será la educación que hará grande a un país.

Su particular experiencia lleva a plantearse algunos interrogantes: ¿Hay una edad para aprender?, ¿Qué sucede con los que se inician a una edad avanzada en una carrera o en la preparación de una oposición? David Calle tiene claras las respuestas: “En esos casos es más satisfactorio todavía. De hecho, tengo más visitas de alumnos de más de 18 años que menores. Lo que te cuentan es más valioso porque te lo están diciendo personas que no tienen tanto tiempo, que les cuesta muchísimo más trabajo ponerse a estudiar. Nunca es tarde para aprender, yo lo hago todos los días. Sería muy triste si no aprendiéramos cosas nuevas a diario”.

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En esta línea, suele poner como ejemplo el suyo. A David le costó 30 años encontrar su camino en la docencia. Tiene un consejo para aquellos que no han encontrado su vocación todavía: “Conocerse a uno mismo. Salir de la zona de confort, porque lo que encontraremos fuera nos hará más fuertes y nos permitirá aprender nuevas cosas. Arriesgar con cabeza y responsabilidad. Lo que le digo a los chavales es que estudien lo que les guste y no lo que más salidas tenga. Es fácil decirlo, pero luego la realidad es que hay que pagar hipotecas… Hay que intentar ver quién eres y tratar de orientar la vida laboral a aquello que te apasiona, porque de hacerlo así, como decía Confucio, ya no tendrás que trabajar nunca más”.

David Calle tiene claras sus prioridades: “Ni ganar mucho dinero, ni comprarse un cochazo. El éxito es trabajar en lo que a uno le apasiona. Le dedicamos la mitad de nuestra vida al trabajo y es importante despertarse cada día con ganas de ir a por ello”. En el momento actual, resulta complicado sacar tiempo libre: “Estamos haciendo videoconferencias por encima de nuestras posibilidades”. Asegura que el trabajo de Unicoos se ha incrementado por diez y que compatibilizar el trabajo con el tiempo libre no es fácil, y con el confinamiento menos: “Trato de compatibilizarlo de la mejor manera posible, pero en mi caso no tengo horario y es muy difícil, aunque también se puede sacar tiempo para ver series y charlar con los amigos y familiares”. Entre sus series preferidas se encuentran Black Mirror, Years and Years y Juego de tronos. El último libro que tiene entre manos es Shark.

Con respecto a los tiempos que estamos viviendo, David Calle no elude criticar las posiciones políticas frentistas y defiende la necesidad de trabajar por buscar el acuerdo: “Estamos dividiendo el país cuando lo que tiene que hacerse es remar todos juntos. Nos tocará sufrir, pero habido generaciones que han sufrido otras cosas peores que nosotros y tenemos que, por ellos, no rendirnos”. Antes de despedirnos, nos deja un mensaje dirigido a los chavales que se encuentran en casa estos días: “¡A por ello, chicos, sobre todo los de segundo de bachiller, que lo están pasando fatal, y se puede! ¡Mucha fuerza para todos!”.

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