Crisis del coronavirus

La falta de protocolo obliga a improvisar la cuarentena que deben guardar los migrantes irregulares

Algunos de los migrantes subsaharianos que llegaron esta semana a Gran Canaria.

"La situación ha sido estrambótica estas semanas, no se sabía qué hacer". Así resume Txema Santana, portavoz de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Canarias, la gestión de las llegadas de migrantes de las últimas semanas. Como personas procedentes del exterior, todos aquellos que crucen la frontera de manera irregular están sujetos a la obligación de cumplir una cuarentena de 14 días. Pero no hay un protocolo específico que establezca cómo hacerlo y los recursos de acogida no son infinitos, así que la improvisación está siendo la norma. "Ha habido tiempo como para pensar en estas circunstancias. Esto tiene que ver con migraciones, pero también con salud pública", critica Santana.

Utiliza la palabra "estrambótica" porque, según dice, cada una de las personas que viajaban a bordo de las embarcaciones que han llegado a las costas españolas en las últimas semanas ha tenido un destino diferente. Recientemente, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció que algunas de las personas que habían llegado a Gran Canaria habían sido trasladadas a los calabozos de la comisaría de Maspalomas. Según criticó la organización, esos espacios "no están diseñados ni disponen de las medidas apropiadas para enfrentarse al reto de una cuarentena sanitaria a la que están obligados los inmigrantes que llegan de manera irregular". Por su parte, las personas que llegaron a Fuerteventura en otra embarcación fueron conducidos a una nave. "Y ahí siguen", detalla Santana. Las 63 personas que llegaron recientemente a Motril, en Granada, primero terminaron en la calle y luego, según relata Natalia García Caballos, de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), pudieron pasar la noche en un polideportivo. Distintas llegadas, distintas respuestas.

Según los datos oficiales recogidos por el Ministerio del Interior, hasta el 31 de mayo —los balances son quincenales— llegaron a España 7.402 migrantes por vía marítima y terrestre. Es un 28,7% menos de lo registrado en el mismo periodo del año pasado, cuando entraron 10.383 personas. Sin embargo, hay diferencias si se observa el detalle de las cifras. A la Península y Baleares llegaron 3.632 personas, un 50,8% menos que las 7.377 del año pasado. En Canarias, en cambio, desembarcaron 2.475, un 636,6% más que en 2019, cuando hasta la fecha habían llegado 336 migrantes. Casi todos, según Santana, llegan a Gran Canaria. No pueden trasladarse a la Península ni está permitido el desplazamiento entre islas a no ser que esté justificado. La mayoría de desplazamientos tiene que ver con motivos laborales, no por motivos de traslado de migrantes de un recurso de acogida a otro. Eso complica las cosas. "Con el cierre de fronteras y el cierre de los CIE [Centros de Internamiento de Extranjeros] las plazas se han ido ocupando, y en estos momentos el sistema de acogida en Canarias está por encima de sus posibilidades. No hay plazas suficientes", lamenta el portavoz de CEAR Canarias.

De todas esas personas que recogen las cifras, la mayoría entró en el país sin necesidad de guardar cuarentena. Las que lo hicieron el mismo día 15 de mayo ya se vieron obligadas a ello. Las que han llegado después, también. Así lo estableció una orden del Ministerio de Sanidad que entró en vigor ese viernes y por la que se estableció que todas las personas procedentes del extranjero deben permanecer aisladas "en su domicilio o alojamiento", tal y como informó el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Según la disposición publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), tan solo se permiten los desplazamientos para adquirir alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad, para acudir al médico o por "causas de fuerza mayor o situación de necesidad". Si no, hay que permanecer en confinamiento. Sin embargo, la situación de las personas que llegan de manera irregular complica cumplir con la orden. El aislamiento en un domicilio o en un alojamiento se torna complejo para todas estas personas. ¿Cómo se procede, por tanto?

El Partido Popular también se lo ha preguntado al Gobierno. En concreto, los conservadores reclamaron al Ejecutivo información sobre protocolos para los migrantes que han entrado de manera irregular y sobre las condiciones en las que estas personas habrían cumplido la cuarentena que será obligatoria hasta el próximo 1 de julio. Lo hicieron a través de una iniciativa parlamentaria en la que los de Pablo Casado también solicitaron datos sobre a quién corresponde la custodia de estas personas y todas las cifras sobre contagios de migrantes irregulares obtenidas durante los últimos meses.

Sin embargo, las organizaciones consultadas aclaran que no existe ningún protocolo específico más allá de las órdenes para cumplir la cuarentena o de instrucciones remitidas por el Ministerio de Sanidad, la Secretaría de Estado de Migraciones o el Ministerio del Interior. El Gobierno, según publicó El País, trabaja ya en un texto concreto para establecer las directrices sobre las que estas personas deben guardar esa cuarentena obligatoria. El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones informó a infoLibre de que el protocolo "interno e interministerial está siendo estudiado por todos los departamentos del Gobierno implicados en la llegada a costas de personas migrantes". Hasta la fecha, dicen, "la autoridad sanitaria de cada comunidad autónoma es la competente a la hora de decidir el protocolo sanitario que se despliega ante la llegada, no solo de personas migrantes, sino de toda persona que llega del extranjero". "Por parte de Migraciones, actualmente tenemos en todo el territorio español más de 700 plazas liberadas y preparadas para guardar distancias o aislar personas en caso de que fuera necesario trasladar a península a personas llegadas a Canarias", añaden.

Lo que Santana no entiende es la tardanza en el dictamen de la directriz específica. "No termino de comprender cómo es posible que una norma entrara en vigor hace casi dos semanas y todavía hoy no solo no haya un protocolo oficial que seguir, sino que las medidas que se llevan a cabo ahora son distintas a las de días anteriores", critica. "Me resulta difícil de comprender que que no exista un protocolo para aplicar la norma en el caso de llegadas de personas migrantes, más cuando han llegado más de 30 pateras desde el 15 de marzo", es decir, desde que se declaró el estado de alarma, insiste.

García Caballos coincide con él. Según explica, a su organización le parece una "absoluta barbaridad" que ese protocolo todavía no exista. "Si estas personas tienen que guardar una cuarentena, necesitan tener unos espacios adecuados para hacerlo, que no sean espacios de encierro y en las que se garanticen el cumplimiento de las medidas de higiene y de prevención de la enfermedad, igual que para el resto de las personas. Han tenido tiempo para hacerlo. No puede esperar ni un día más un protocolo específico para ver cómo se afronta este tema", reclama. Para ella, "la improvisación no tiene ningún tipo de excusa". "En los temas migratorios el Estado se escuda en que es una emergencia y se trata como se puede, pero son cosas que se producen desde hace años y son absolutamente predecibles", denuncia.

"Canarias no debería ser una cárcel a cielo abierto"

La inexistencia de un protocolo ha complicado las cosas especialmente en Canarias. Según explica Santana, el "circuito migratorio entre Canarias y la Península no funciona desde mediados de febrero". Es decir, desde un mes antes de que se declarara el estado de alarma, ningún migrante desembarcado en el archipiélago ha podido trasladarse desde allí. "Antes ese procedimiento existía. Desde entonces, las personas que llegan a Canarias se quedan aquí", lamenta. Eso, sumado al posterior cierre de fronteras y de CIE, ha hecho que las plazas de los recursos de acogida se desborden, dice. Más teniendo en cuenta que hay que garantizar unas distancias de seguridad y medidas que garanticen el aislamiento de personas en caso de que se registren contagios. "No hay plazas suficientes y ese es el problema con el que se encuentran las personas que llegan ahora", lamenta. 

Es lo que les ocurrió a las 51 personas que llegaron a Arguineguín, en la isla de Gran Canaria, a finales de mayo. Tal y como recuerda, desembarcaron de dos pateras a las 00.00 horas de la madrugada y pasaron la noche en el muelle. "Se los llevaron de allí a las 14.20 horas, más de 12 horas después de que llegaran", lamenta. Fueron a una nave y, "según parece", ahí pasarán la cuarentena obligatoria ordenada por el Gobierno. Pero tampoco lo dice con exactitud porque no tienen directrices específicas que seguir. 

¿Qué ocurría antes de que el Ejecutivo ordenara un periodo de cuarentena obligatoria? "Hasta que llegó la orden, estas personas eran acogidas en distintos espacios, gestionados principalmente por Cruz Roja. Son lugares como residencias escolares o polideportivos", detalla. Pero hay otro problema. "Con el avance de la desescalada, hay espacios que vuelven a su uso habitual y dejan de ser un recurso de emergencia, así que además de buscar plazas para las personas llegan hay que buscar otras para las personas que están en lugares que vuelven a ser de uso público. Eso agrava la necesidad", critica. Tanto es así, que José Antonio Rodríguez, portavoz de Cruz Roja en Canarias, aseguró a la Cadena Ser que no tienen capacidad para atender a más personas. "Es prácticamente imposible mantener a los que tenemos y reubicar a nuevas personas", dijo. 

"Siguen llegando personas que tampoco no pueden salir de Canarias. Nosotros lo que decimos es que Canarias no debería ser una cárcel a cielo abierto para las personas migrantes, es una isla. El sistema de acogida es estatal y deberían reactivarse", por tanto, los traslados a la Península, reclama.

La situación en Andalucía

Algunas de las personas que llegaron la semana pasada al puerto de Motril, en Granada. | EFE

Las llegadas a la Península se producen por la frontera sur, es decir, por la andaluza. ¿Cómo es la situación allí? Los datos reflejan que el número de migrantes llegados en pateras ha disminuido con respecto al año pasado, por lo que no es tan crítica como en Canarias. Pero igualmente se dan circunstancias que, a falta de protocolo, reflejan la improvisación con la que se actúa. Tal y como recuerda García Caballos, el pasado jueves 21 de mayo desembarcaron 63 personas en Motril (Granada). Pasaron las primeras 72 horas en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Granada y, pasado ese periodo, llegaron los problemas. Según cuenta, todas menos 16 fueron derivadas a distintos recursos. El resto fueron llevadas a Granada y se quedaron en la calle. "Nos costaba entender que en mitad del estado de alarma dejaran a 16 personas en mitad de la noche y en mitad de la calle, pero ocurrió", lamenta. 

Les dejaron en la Subdelegación del Gobierno y varias organizaciones, entre ellas la de García Caballos, llegaron al lugar para intentar solucionar la situación. Finalmente se decidió que pasaran la noche en un pabellón deportivo —pero ya eran 13, puesto que tres se marcharon. "Lo habían usado como albergue, pero cuando llegamos estaba lleno de porquería. Les dieron un techo, no un espacio digno", denuncia. Así que allí pasaron la noche del domingo. Al día siguiente a las 17.00 horas de la tarde, finalmente, Cruz Roja y Cruz Blanca les recogió. 

La Fiscalía propone que los 'sin papeles' víctimas de delitos de racismo eviten la expulsión si denuncian

La Fiscalía propone que los 'sin papeles' víctimas de delitos de racismo eviten la expulsión si denuncian

Este ejemplo, para García Caballos, "muestra la ausencia de políticas de acogida", algo que ya criticaban antes de que comenzara el estado de alarma. Y muestra también, dice, que "no hay instrucciones específicas" para que estas personas, al llegar, puedan cumplir la cuarentena. "Es el problemón que tenemos ahora mismo", añade.

En espera de él, algunas organizaciones como Movimiento Por la Paz  (MPDL) explican a este diario que están "siguiendo los protocolos e instrucciones remitidas por el Ministerio de Sanidad, el Ministerio del Interior y la Secretaría de Estado de Migraciones, que son de obligado cumplimiento, a la espera de que se realice el protocolo específico". En su caso, dicen, han llevado a cabo los protocolos que utilizan en todos los casos, "como el confinamiento y medidas de protección". "Medidas que eran extensibles a toda la ciudadanía hasta hace muy poco y que actualmente deben seguir las personas que llegan a territorio español desde el extranjero", recuerdan.

Andalucía Acoge, por su parte, tiene el suyo propio. Según explica Aída del Valle, responsable del área de acogida de la entidad, las personas que ellos pueden acoger guardan la cuarentena obligatoria y respetan las medidas de seguridad que dicta su propio protocolo. "Además de tomar la temperatura, tenemos en cuenta las distancias y cómo deben de realizarse los desplazamientos", indica. Además, para facilitar el aislamiento, les suministran comida y acuden a los recursos en los que acogen a los migrantes ante cualquier situación de emergencia. 

Más sobre este tema
stats