crisis de coronavirus

Casado promete ahora moderación tras meses de oposición sin tregua contra Sánchez

El líder del PP, Pablo Casado, se dirige a la Junta Directiva Nacional del partido.

Si no ocurre ningún sobresalto, en dos semanas habrá expirado la última prórroga del estado de alarma y la bautizada como "nueva normalidad" intentará abrirse paso en todos los sectores. También, en la política. En el contexto de fijar la estrategia para los próximos meses, Pablo Casado reunió este lunes a la Junta Directiva Nacional del Partido PopularPartido Popular. El máximo órgano de los conservadores entre congresos celebró este encuentro de forma telemática. El líder del principal partido de la oposición hizo ante los suyos una defensa y una apuesta por la moderación en la política recurriendo a fragmentos literales de otros discursos suyos en foros similares al de este lunes. Un mensaje que chirría porque todavía están muy recientes sus duras intervenciones contra el Gobierno desde la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados, desde donde ha acusado a Sánchez de mentir a los españoles, de estar instalado en el "absolutismo". De haber actuado en la gestión de la crisis del covid-19 de forma "negligente", "ineficaz", "incompetente" También, de haber fallado "en todo y a todos". Son solo algunos ejemplos. La hemeroteca y el Diario de Sesiones de la Cámara Baja contienen muchos más.

El PP, que votó en contra de las dos últimas prórrogas del estado de alarma, ha mantenido, según su jefe de filas, una "posición responsable y coherente". Para justificar esto, viajó en el tiempo hasta la última Junta Directiva Nacional, la que se celebró en el mes de enero. Un encuentro en el que señalaba que él no pensaba "liderar un PP ni desestabilizador, ni bronco, ni que pierda de vista sus obligaciones institucionales y de Estado". "Pero no voy a liderar un PP ingenuo ni incauto, porque las consecuencias de eso las pagarían los españoles. Voy a defender un PP firme y en su sitio, un PP centrado en las cuestiones esenciales para España, un PP propositivo y realista", añadía.

Estos discursos cuya vigencia Casado defiende fueron pronunciados cuando Pedro Sánchez y Pablo Iglesias acababan de configurar su Gobierno de coalición y en el PP, sobre todo en los territorios, cundía la preocupación sobre el tipo de oposición que debían ejercer. A saber: compitiendo con Vox o aislando a la extrema derecha.

"No hay un PP duro y blando, hay un único PP", volvió a señalar ante los suyos. "Se pretende crear una idea de que el problema del PP se expresa en una tensión entre radicalidad y moderación, entre halcones y palomas, pero yo no estoy de acuerdo", dijo sobre un debate, a su juicio, "falso".

"Hemos avanzado poco"

"Que el jefe tenga que recurrir a hora a discursos de hace cinco meses tiene más mensaje que el hecho de que sigan vigentes. También puede significar que hemos avanzado poco o que no tenemos muy madura nuestra alternativa al Ejecutivo", valora un dirigente provincial en conversación con infoLibre. "Ha sido un discurso que ha sido muy bien entendido por todos. El discurso que tocaba. Estamos en nuestro sitio", defiende otro dirigente que hace una defensa más cerrada de lo dicho por Casado en esta intervención que también pudieron seguir en directo los medios de comunicación.

Como ocurría en enero, en sectores del partido también hay ahora preocupación por el tono de oposición que el partido va a desplegar a partir de ahora, en un momento en el que a la actividad parlamentaria volverá a la rutina y cuando en el calendario hay previstas un par de citas electorales. El 12 de julio coinciden las elecciones en Galicia, donde Alberto Núñez Feijóo se juega repetir mayoría absoluta, y en Euskadi, donde concurren en coalición con Ciudadanos bajo la marca PP+Cs

Este fin de semana, en una entrevista publicada en el diario El Mundo, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, consideraba que "el PP debe mirar más al centro y Casado no es ajeno". "Para todos los presidentes nacionales del PP su intención era buscar el centro, y Pablo está haciendo esfuerzos por buscarlo", añadía este barón conservador que gobierna en coalición con el partido naranja.

Sólo una semana antes de estas palabras, el Congreso de los Diputados había vivido uno de los momentos más broncos del estado de alarma cuando la portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, llamaba "hijo de terrorista" al vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias. Este episodio, sobre el que Casado no se ha pronunciado hasta la fecha, fue muy criticado, sobre todo en privado por miembros del PP. 

Pero también hubo críticas públicas. Una de ellas, la del presidente de la Xunta de Galicia, que consideró que "ningún compañero" de su partido o de otros partidos de la oposición "debe entrar al señuelo del Gobierno para crispar, provocar y perder los papeles".

Sin referirse a ningún episodio concreto, Casado sostuvo que ya había advertido hace meses "de que el Gobierno trataría de ocultar su propia deriva radical diciendo que no es él quien se mueve hacia la extrema izquierda, sino nosotros los que nos movemos hacia la derecha".

"La vieja receta de la crispación"

"Creo que tenemos evidencias más que suficientes de que Sánchez ha empezado ya a bombear la vieja receta de la crispación con la que pillaron a Zapatero en un ‘off the record’ o a su predecesor con el clásico ‘doberman’ y el posterior "pásalo". El intento de fraguar una política de bloques y la coartada del falso europeísmo se han puesto en marcha a plena potencia", defendió Casado.

También recordó a la Junta Directiva Nacional lo que el considera "moderación": "Ser moderado es ajustar las palabras y los actos a la realidad de lo que ocurre. Nosotros nunca vamos a contribuir a la espiral de división y de enfrentamientos que una vez más la izquierda quiere desencadenar. Pero nos vamos a oponer a ella y la vamos a denunciar con la intensidad que en cada momento se necesite".

No dar una "nueva oportunidad" al Gobierno

Ya al cierre de su intervención, hizo un llamamiento a los cargos del partido convocados al encuentro a hacer "de esta tragedia [en alusión al covid-19] el inicio de la mejor España posible y no una nueva oportunidad para quienes pretenden destruirla".

"Tenemos que convertir todo ese dolor en un sacrificio lleno de futuro. Debemos hacer de este sufrimiento que sea la tierra fértil de un nuevo tiempo de progreso y unidad", mantuvo. 

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Estas palabras son verbalizadas en un contexto en el que destacados dirigentes conservadores están convencidos de que los efectos económicos y sociales de la crisis del covid-19 van a poner muy cuesta arriba la estabilidad del Gobierno de coalición PSOE-UnidasPodemos y 2021 podría ser un año con convocatoria de elecciones generales. El propio Casado, desde la tribuna de oradores del Congreso de los Diputados, ya ha subrayado que lo que le reste de legislatura va a ser un "calvario" para Pedro Sánchez. O que su Gobierno "pende de un alambre"

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