Elecciones 12J

Dos décadas de victorias autonómicas del PP: así votan los 14 concellos de A Mariña, donde el PSOE sólo ganó una vez

El candidato a la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

A tan solo cinco días de la cita con las urnas en suelo gallego, todas las miradas están puestas en la evolución del brote de coronavirus en la comarca lucense de A Mariña. El Ejecutivo gallego se mantiene firme en su intención de que los comicios se celebren al mismo tiempo en todo el territorio. Incluyendo, por supuesto, los catorce municipios cuyo confinamiento sólo se prolongará hasta la jornada de reflexión. Unos concellos que tradicionalmente han sido un feudo de los conservadores en las elecciones autonómicas. Durante las dos últimas décadas, el PP se ha impuesto claramente al resto de partidos en todas y cada una estas localidades. En algunos casos, manteniéndose por encima del 50% de los apoyos. En ocasiones, llegando a aglutinar más de siete de cada diez votos emitidos por los electores. Sólo una vez y en sólo una localidad no fue el partido más respaldado. La balanza se inclinó a favor del PSOE por poco más de un centenar de votos. La única ocasión en la que otra formación consiguió doblar el brazo a los conservadores en una comarca con una tradición construida políticamente sobre el color azul.

Los datos analizados muestran el claro dominio conservador en la zona desde los comicios autonómicos de 2001. En la localidad de Alfoz no ha habido una sola elección al Parlamento gallego en la que la papeleta del PP no haya aglutinado más de la mitad de las papeletas. Lo mismo pasa en Xove o Trabada, donde los conservadores llegaron a conseguir en la cita con las urnas de 2001 nada menos que el 74,8% de los votos. Buenos resultados rasca la derecha también en O Vicedo. En este pequeño concello, el partido de Núñez Feijóo no ha parado de crecer durante las últimas cinco citas con las urnas. En 2001, convenció al 60,8% de los votantes, una cifra que se redujo hasta el 56,5% en 2005 y volvió a repuntar hasta el 60,2% en 2009. Desde entonces, ha ido en aumento. En 2013, los conservadores ya estaban en el 64,39% de las papeletas. Y en las últimas elecciones, alcanzaron el 66%, el mejor resultado cosechado de entre los catorce municipios ahora confinados. PSOE y En Marea, por su parte, se tuvieron que conformar entonces con el 13,1% y el 9,5% de los apoyos, respectivamente.

También por encima de la mitad de los votos se han situado habitualmente los conservadores en las autonómicas en las localidades de Barreiros, Lourenzá y Mondoñedo. En la primera, el resultado más flojo fue el conseguido en los comicios de 2005, de los que salió el famoso bipartito PSOE-BNG encabezado por Emilio Pérez Touriño. Aun así, se hizo entonces con un 49,8% de las papeletas. En los otros dos municipios, el mayor batacazo fue el que se dieron en la cita con las urnas celebrada cuatro años después, de la que salió Feijóo con su primera mayoría absoluta. En Lourenzá se tuvieron que conformar con el 49,8% de los sufragios. Y en Mondoñedo, con el 42,4%, frente a un PSOE y un BNG que se repartieron el 29,5% y el 24,5% de los votos, respectivamente. Han sido las únicas ocasiones en estos tres municipios en las que el PP ha salido de la cita autonómica con las urnas con menos de la mitad de las papeletas. Eso sí, siendo el partido más respaldado.

La formación liderada por Núñez Feijóo sólo ha bajado del 50% del voto en dos ocasiones en Burela y O Valadouro, la última de ellas en las autonómicas de 2016. En el caso de Ourol, los conservadores se quedaron en esos mismos comicios en el 49,37% de las papeletas, siendo su resultado más bajo de las últimas dos décadas. Hasta entonces, en el pequeño municipio de un millar de habitantes sus peores cifras habían sido las de 2005 y 2009. Elecciones en las que obtuvieron, nada menos, que el 49,8% y 49,6% de las papeletas, respectivamente.

Más modestos han sido los resultados de los conservadores en los últimos cuatro municipios confinados hasta la jornada de reflexión. En el caso de Ribadeo, el PP sólo consiguió superar la barrera del 50% en las autonómicas de 2016 –50,23%–, mientras que en el resto de comicios sus resultados en el concello se movieron entre el 49,7% de 2001 y el 46,1% de 2009. Los conservadores también han salido victoriosos de todas las citas autonómicas con las urnas desde hace dos décadas en Cervo y Viveiro. Eso sí, en ninguna de ellas han conseguido romper la barrera de la mitad de los votos. En el primer concello, el mayor respaldo fue el de 2009, cuando lograron el 47,36% de las papeletas, una cifra que en las últimas autonómicas se situó en el 46,1%. Este último resultado es calcado al conseguido ese mismo día en Viveiro, donde el peor dato registrado por los conservadores fue en 2005: un respaldo del 41,2% de los electores, apenas dos centenares de votos por encima de los socialistas.

Sólo una vez y en uno solo de estos municipios el PSOE ha sido capaz de obtener más apoyos que el PP. Fue durante los comicios que alumbraron el bipartito que dejó en stand by el histórico control conservador de la Xunta. En 2005, en el concello de Foz, los socialistas se hicieron con el 42,75% de los sufragios, frente al 39,8% de los conservadores, gracias a poco más de un centenar de votos de diferencia. Nunca más ha vuelto a suceder. Y desde entonces, el respaldo a la formación liderada por Feijóo ha sido cada vez mayor. En las siguientes autonómicas, el PP se hizo con el 42,5% de las papeletas, un apoyo que creció hasta el 45,4% en 2012 y hasta el 48,51% en los últimos comicios. Una trayectoria al alza que contrasta con el recorrido a la baja experimentado por el PSOE, que en la cita con las urnas del año 2016 estaban en el 19,14% de los apoyos.

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La JE pone la pelota en el tejado de las autoridades

El presidente de la Xunta señaló este martes en que la jornada electoral del próximo domingo se mantiene “sin ningún tipo de modificación”, al tiempo que apeló al resto de formaciones a “ser responsables” y “no meter miedo a la gente”. “Meter miedo a la gente para que no vaya a votar es un tic antidemocrático que me preocupa”, aseveró Feijóo, que insistió en que “solo se recomienda no ir a votar a las personas que están con un diagnóstico positivo”. “Todos los demás, que son mayoría, pueden ir con normalidad, si bien proponemos que después de hacerlo vuelvan a su domicilio a seguir con la cuarentena, pero sus derechos fundamentales están intactos”, recalcó el líder del Ejecutivo gallego.

Las palabras de Feijóo llegaron después de que los alcaldes de los municipios afectados por el brote de coronavirus solicitaran un aplazamiento de los comicios en la zona. Una petición que también salió de partidos como el BNG o Marea Galeguista. Esta última formación incluso consultó a la Junta Electoral de Galicia por la posible suspensión. Sin embargo, este martes el órgano rechazó pronunciarse sobre dicha cuestión. “No corresponde a esta junta electoral pronunciarse sobre la situación de las elecciones de A Mariña Lucense”, recoge la resolución, que indica que mientras las actividades administrativas, económicas y sociales se desarrollen con “normalidad”, el órgano “no entiende afectadas las condiciones del proceso electoral, a salvo de lo que pueda acordarse, si es el caso, por las autoridades sanitarias”. Es decir, que corresponde a la Xunta decidir si aplaza la votación. Y no parece estar por la labor.

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