Hace unas semanas, la Secretaría de Estado de Digitalización dio a conocer al público RadarCOVID, la aplicación de rastreo que, prometen, ayudará a contener la propagación de la pandemia en España. Ha pasado con éxito las pruebas piloto en La Gomera (Canarias), pero aún faltan unos días para que esté plenamente operativa. Falta vincular el software a los sistemas informáticos sanitarios de cada comunidad autónoma, por lo que aún no se pueden comunicar nuevos positivos mediante su interfaz, pero ya se puede descargar mediante las tiendas de aplicaciones tanto de Android como de iOS, de manera gratuita. Hay muchas dudas sobre qué es lo que hace exactamente, cuál es su alcance, sus posibles beneficios y sus limitaciones, así como sus posibles implicaciones con respecto al tema de la privacidad: los datos relativos a la salud son los más protegidos por cualquier legislación, por lo que se ha trabajado, mediante un proceso largo y delicado, para dotar al programa de todas las garantías. Explicamos esa y otras dudas frecuentes mediante estas diez preguntas frecuentes sobre RadarCOVID, y diez respuestas dentro de las certezas que ya se tienen sobre las soluciones tecnológicas a la vigilancia epidemiológica.
¿Para qué sirve?
RadarCOVID indica al usuario si ha estado cerca y durante un tiempo considerable de una persona que ha indicado mediante la aplicación su positivo en covid-19. El programa detecta si el encuentro ha sido de menos de dos metros durante 15 minutos o más, y emite una alerta, aconsejando guardar cuarentena al ser posible el contagio y ponerse en contacto con los servicios sanitarios. Esta funcionalidad es especialmente útil para identificar los contactos a los que no pueden llegar los rastreadores manuales: los que se producen entre desconocidos (por ejemplo, en el transporte público). Si la persona que ha dado positivo mediante un test PCR no recuerda con quién ha estado en los últimos días, la tecnología podría ayudar a que sus contactos se queden en casa y, así, evitar propagar el virus.
¿Cómo funciona?
La aplicación utiliza tecnología bluetooth, que incorporan la inmensa mayoría de smartphones del mercado, para detectar cuándo un aparato está cerca de otro. El programa emite continuamente identificadores anónimos y guarda los de otros móviles. Estos códigos cambian periódicamente. "Así, cuando dos terminales han estado próximos durante 15 minutos o más a dos metros o menos de distancia, ambos guardan el identificador anónimo emitido por el otro", explica la Secretaría de Estado de Digitalización. Si un usuario da positivo en una prueba PCR, voluntariamente puede comunicar mediante la app dicha información, y los móviles que guardaron el identificador que emitió su smartphone emiten la alerta.
Aún no es posible notificar ningún positivo porque este paso necesita de la intervención de las autoridades sanitarias: el médico, o el rastreador, dará al paciente positivo en covid-19 un código para introducir en la aplicación, y así mandar la alerta a los contactos estrechos. Siempre de manera voluntaria. Así se evitan malos usos, que pueden generar en falsos positivos o falsas recomendaciones de cuarentena. Aún falta por determinar por cada comunidad autónoma cómo se realizará exactamente este paso.
Por lo tanto, es necesario mantener en todo momento el sistema bluetooth del móvil encendido, así como la geolocalización y el mantenimiento de la app en segundo plano. Son los únicos requisitos que pide el programa para su uso, y se activan automáticamente la primera vez que el usuario accede a la interfaz: no es necesario encender estos servicios ex profeso.
¿Puedo notar una bajada de rendimiento en mi móvil por su uso?
La aplicación no gasta apenas datos móviles. Sí que consume batería, ya que para su correcto funcionamiento debe estar siempre en segundo plano, funcionando aunque estemos utilizando otras aplicaciones o con la pantalla del teléfono apagada. Sin embargo, no se trata de un consumo excesivo: Google y Apple han habilitado que el uso del bluetooth que se produce sea de baja intensidad, por lo que no notaremos una especial caída en el tiempo que dura el smartphone encendido.
¿Y qué pasa con mis datos? No quiero que nadie acceda a información sobre mi estado de salud.
RadarCOVID no almacena ningún tipo de dato personal. Ni DNI, ni localización del usuario (aunque sea necesario activarlo, por cuestiones técnicas), ni lugar de residencia, ni nombre, ni siquiera número de teléfono. Los códigos que emiten y reciben continuamente los móviles no se pueden, en teoría, decodificar para que un ente ajeno al propio usuario conozca toda esa información. Si llega una alerta, la persona a la que se manda cuarentena no sabe quién es el contacto con el que ha estado cerca, que ha dado positivo y lo ha comunicado. Tanto los códigos como otro tipo de datos no encriptados no pasan por ningún servidor central, se quedan en los teléfonos, por lo que para que haya una filtración o una vulneración de privacidad, la intervención ajena y posiblemente maliciosa tendría que producirse en el propio terminal.
El debate sobre si los datos debían pasar por un servidor o no se ha mantenido durante meses entre países, técnicos, informáticos y expertos en ciberseguridad de todo el planeta. El Consorcio de Rastreo Paneuropeo de Proximidad para Preservar la Privacidad (PEPP-PT, siglas en inglés), una ONG fundada por ingenieros y técnicos de todo el continente, propuso una solución centralizada, donde la información se trasladaba a un servidor. Pero les surgió competencia: un grupo de técnicos decidió separarse y trabajar en un protocolo llamado DP-3T, donde los datos no salen de los móviles. Tras unas semanas de incertidumbre, la balanza se inclinó hacia la segunda solución por el apoyo explícito de Google y Apple, cuyos sistemas operativos gobiernan la inmensa mayoría de smartphones del planeta.
RadarCOVID pide, como detalle, muchos menos permisos al usuario que la mayoría de aplicaciones que cualquier persona utiliza a diario (Facebook, WhatsApp, Instagram, videojuegos...). Éstas sí están habilitadas para recopilar información de carácter personal.
¿Cuándo entrará en funcionamiento? ¿Sirve de algo que me la descargue ya?
Aún no se sabe. La fecha límite es el próximo 15 de septiembre, pero probablemente se adelante, en coordinación con las autoridades regionales, en las comunidades más golpeadas por la pandemia tras el fin del confinamiento (Cataluña, Aragón o Madrid) o en las Islas Baleares, puesto que su condición de archipiélago facilita una puesta en marcha exitosa. Actualmente, las comunidades autónomas aún no se han adaptado a la aplicación (es el médico u otra autoridad sanitaria quien tiene que dar el código para comunicar un positivo), por lo que los usuarios españoles aún no pueden ser alertados si han estado cerca de un contagiado. En todo caso, pueden ir habituándose a su funcionamiento y sus posibilidades.
¿Cómo me la descargo?
El usuario debe acceder a la tienda de aplicaciones habilitada en su terminal: Play Store, en caso de un móvil con un sistema operativo Android, o App Store, en caso de un teléfono o tableta de la familia de Apple. Para encontrar el programa, debe teclear en el buscador "radarCOVID", para evitar la confusión con otro tipo de software relacionado con el coronavirus. La descarga es gratuita. Si no aparece ningún resultado con dicho nombre, es posible que el sistema operativo no esté actualizado y no sea compatible: será necesario, en este caso, actualizarlo siguiendo las instrucciones del terminal.
¿Será obligatorio utilizarla? ¿Me la pedirán para acceder a espacios?
De ninguna manera. Sin embargo, cuantos más españoles se la descarguen, más útil será. No hay consenso sobre cuál es la cifra recomendada, pero la mayoría de estudios hablan de una implantación de en torno al 60% de la población para que sea útil. Es un objetivo difícil de conseguir: ningún país europeo de entre los más afectados por la pandemia ha logrado superar la barrera del 20%. Otras investigaciones explican que, aún con un índice bajo de uso, este tipo de software ayuda a controlar la pandemia.
¿Evitará que la pandemia se descontrole en España?
RadarCOVID es una herramienta que ayuda a controlar la transmisión, no una varita mágica que nos librará de todos los problemas. Así lo aseguran tanto los expertos en Salud Pública como los técnicos informáticos que han seguido de cerca el desarrollo de tecnología contra el covid-19. La mayoría de rastreos seguirán haciéndose de manera manual, y los departamentos tanto de Atención Primaria como de Salud Pública de los sistemas sanitarios autonómicos deberán seguir siendo robustos y estar bien dotados de personal. Tampoco sustituye a la necesaria responsabilidad individual: seguirá siendo necesario utilizar mascarilla, mantener una adecuada higiene de manos y respetar la distancia física, como hasta ahora.
¿Qué problemas puede acarrear su uso?
La aplicación solo detecta la cercanía entre dos terminales y el tiempo que dura ese contacto, no las condiciones en los que se produce el contacto. Una notificación de exposición al coronavirus del programa puede, sin embargo, no ser considerado como un contacto de riesgo por un profesional de la Salud Pública o un rastreador convenientemente formado. Por ejemplo, si dos personas en un vagón de metro están más de 15 minutos a menos de dos metros, pero con mascarilla y de espaldas, y una de ellas notifica un positivo, el otro usuario recibirá una alerta y le recomendará guardar cuarentena: sin embargo, el contagio ha sido muy improbable. Algunos expertos consideran que esto podría llegar a sobrecargar a los sistemas sanitarios con falsos positivos, llamadas y dudas de personas que, en realidad, no han estado expuestas de manera evidente al covid-19.
¿La aplicación será compatible con las de otros países?
Por ahora no lo es, aunque se estima que lo será. La Comisión Europea trabaja en la llamada interoperabilidad, que permite que si un alemán comunica un positivo mediante la aplicación de su país y ha estado cerca de un usuario de un terminal con el programa diseñado por el Gobierno español, éste último reciba una notificación. Se estudia ampliar esta compatibilidad al software de países que usan un modelo centralizado o semicentralizado, como Francia.
¿Desde qué momento desde la introducción del código empieza a avisar? ¿Avisa a partir del día que se introduce el código o se va unos días hacia atrás? Porque si solo avisa a los contactos a partir del día que se introduce el código falla la base, se supone que alguien diagnosticado va a estar aislado y si avisa a todos los contactos desde que se sube la aplicación, va a ser un caos sanitario.
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Una pregunta que creo que falta o por lo menos para la cual yo no he visto la respuesta es: ¿durante cuanto tiempo la aplicación de una persona que ha sido diagnosticada con el covid y por lo tanto ha introducido el código correspondiente avisa a los usuarios que han estado cerca? Dado que el tiempo de recuperación de la enfermedad varía considerablemente, creo que sería lógico que una vez la persona ha dado negativo, se desactive el código introducido para no seguir produciendo alertas de contacto. ¿O es que a partir del diagnóstico se da por sentado que va a estar en cuarentena y ya no sigue detectando los contactos y por tanto generando avisos?
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Hace cinco meses, cinco, total cinco, que el Gobierno decretó el enchiqueramiento general. Digo yo que en cinco meses, cinco, total cinco, tendría que haber habido tiempo para elaborar la dichosa aplicación. Ni siquiera habría hecho falta empezar de cero, porque el Gobierno irlandés tiene una aplicación que ha puesto a pública disposición: habría valido con adaptarla.
Pero Sánchez está dichoso por lo bien que ha llevado el asunto del coronavirus, los sátrapas de las Autonomías, encantados de conocerse y hasta el politólogo Orriols cree que el Gobierno lo ha hecho de puturrú de foie, que lo decía aquí mismo hace tres o cuatro días. Eso, con una de las mayores tasas de muertos por habitante del mundo, más sanitarios contagiados que nadie, un sistema de tratamiento y comunicación de datos que hace que nos hayan borrado de las estadísticas oficiales de Europa, falta de rastreadores humanos y ausencia de rastreo por medios informáticos.
Y luego dicen que no hace falta una auditoría independiente.
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Ocultar 5 RespuestasPero qué dice ... como se atreve a criticar al gran doctor en economía Sanchez y su gran cientifico el tonto Simón... el doctor Fake ha salvado la vida a 400.000 personas y tiene tal prestigio por su gestión que le van dar el Nobel Fake al capullo más inutil de the world
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Ocultar 2 RespuestasSi me puedes demostrar que lo puedes TU hacer mejor que Sanchez o Simón te lo creo.
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Ocultar 1 RespuestasEso no lo puedo demostrar... lo que si puedo demostrar es que su gestión es la del campeón mundial en número de muertos, sanitarios contagiados ... y en crisis económica... y parece que va a revalidar el titulo ... por lo que los números los están intentando borrar .... quieren jugar el partido sin público, sin arbitro y sin marcador ... menuda banda ...
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Hola cara mármol PPuturrú de foie!!! Repitiendo argumentario que aburres, ni rastreadores humanos detectarían nada de humano en tu cerebro de mármol, a ver si te audita una auditoría PPdependiente y te aclaras a tí misma. Buena canícula pases!!, lástima que no te derretirás...venga, ¡a ladrar!!
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Ocultar 1 Respuestaswww.infolibre.es ISSN 2445-1592
Yo pienso que es muy importante que utilicemos esta App o cualquier otra que ayude al rastreo. El gobierno central y los autonómicos tienen que informar con mucha publicidad la importancia del uso de este instrumento que ayuda a la localización de posibles contagios. El rastreo y la aplicación masiva de test es la fórmula; lo del uso de mascarillas en lugares abiertos es, sin embargo, algo que sigo sin llegar a comprender.
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