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La situación en el PP

Casado ensaya un giro a la moderación tras el fracaso de su apuesta por Álvarez de Toledo

Cayetana Álvarez de Toledo atiende a la prensa este lunes a las puertas del Congreso.

El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha aprovechado el mes de agosto para poner a punto la estructura de la formación conservadora de cara al nuevo curso político. El jueves, la Junta Directiva Nacional del partido, máximo órgano entre congresos, se reunirá de forma telemática para ratificar una serie de nombramientos. No hay caras nuevas. Todos los nombres son conocidos. Lo que sí hay son ascensos y una gran perdedora. Cayetana Álvarez de Toledo dejará de ser portavoz en el Congreso de los Diputados cuando acaba de cumplir un año de su nombramiento. El cese de esta dirigente, el hecho de que vaya a ser sustituida por Cuca Gamarra, hasta ahora vicesecretaria de Política Social, y que esta vicesecretaría vaya ahora a parar a manos de Ana Pastor, sumado a que se crea el puesto de portavoz para José Luis Martínez-Almeida es interpretado puertas adentro del PP como el ensayo de un giro a la moderación. 

El líder del PP asciende a perfiles que el partido considera que han "sumado" en los peores meses de la crisis del covid-19. Y que lo han hecho "sin estridencias". En cierto sentido, con este golpe sobre la mesa poniendo orden en el Grupo Parlamentario Popular, Casado admite que hace un año se equivocó apostando por Álvarez de Toledo cuando los principales barones territoriales del partido le trasladaron que su perfil no era el adecuado para un partido que siempre que había ganado elecciones con mayoría absoluta lo había hecho girando al centro. Su cercanía a la FAES de José María Aznar y el hecho de que hubiese dejado el PP de Rajoy con críticas a su liderazgo y después asegurase que había votado a Ciudadanos desconcertaban a más de uno.

"No puedes tener a una portavoz en el Congreso que supone un desafío continuo a un jefe político", justifican este lunes su destitución los fieles a Casado. "Es como si Adriana Lastra se dedicase permanentemente a torpedear la estrategia de Ferraz. Nadie lo entendería. Así de sencillo. No hay que darle más vueltas. Se abre una nueva etapa. Punto", sentencia un destacado dirigente conservador.

El futuro de Cayetana Álvarez de Toledo y su mayor o menor cercanía al líder del PP ha sido la comidilla del Partido Popular desde que Casado la designó portavoz. Muchos de los cargos del PP que ayer aplaudían su marcha hace un año defendían su nombramiento sin ningún tipo de matiz. Pero, con el paso de los meses, se fue ganando enemigos internos sin lograr grandes defensores en el Grupo Parlamentario Popular.

"Hijo de terrorista a Iglesias"

No es ningún secreto, porque ella misma lo verbalizó este lunes cuando anunció por qué Casado prescindía de ella, que su relación con el secretario general del PP, Teodoro García Egea, no ha sido nada buena. Con estos mimbres, su principal aliado en la dirección nacional del partido era el líder. Un líder que, hasta este fin de semana, había optado por resignarse a que su portavoz en el Congreso fuese "por libre" –así coincidían el grueso de las fuentes consultadas– estropeándole en no pocas ocasiones las estrategias trazadas o los argumentarios oficiales. Fue lo que ocurrió, por ejemplo, cuando en plena polémica por el cese del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos ella construyó una intervención parlamentaria en la que acabó llamando "hijo de terrorista" al vicepresidente Pablo Iglesias. O cuando hace unos meses abogó por que el presidente del Gobierno se sometiese a una cuestión de confianza.

La gota que colmó el vaso, tal y como relató la protagonista y admiten en el partido, fue una entrevista concedida por la diputada a el diario El País, en la que discrepaba abiertamente de la dirección nacional del PP por haber tomado la decisión de destituir al jefe de la asesoría parlamentaria nombrado por ella, Gabriel Elorriaga, al considerar que el cargo era incompatible con el de diputado. En su lugar, Génova apostó por José Sánchez Arce, persona de la confianza de García Egea. 

Este gesto fue interpretado como una declaración de guerra en el entorno de Álvarez de Toledo en un momento en el que consideraban que la dirección nacional del partido se estaba dedicando a reducir la autonomía de la portavoz y también su presencia pública. Citaban que había sido relegada a un segundo plano en la comisión para la reconstrucción y que el partido no contaba con ella en los grupos creados para proponer una alternativa a los planes de Pedro Sánchez para hacer frente a la crisis del covid-19.

Cuando este lunes terminó de hacer sus declaraciones a los periodistas se despidió sin haber aclarado si seguirá como diputada. Pero sin disimular en ningún momento que no comparte la decisión de Casado. Una decisión que consideró "perjudicial". Según desveló, el jefe de los conservadores estima que su "consideración de la libertad es incompatible con su autoridad". Y defendió que, a su juicio, el PP necesita a su lado "gente con criterio propio". También tuvo un capítulo aparte para Teodoro García Egea que, según señaló, ha intentado "coartar" la autonomía del Grupo Parlamentario Popular

La portavoz parlamentaria saliente del PP dijo no compartir que el PP esté en conversaciones con el PSOE para lograr un pacto por la Justicia. Y se mostró convencida de que Casado ha renunciado a dar la "batalla cultural".

Los 'nuevos fichajes'

Hasta la fecha, Cuca Gamarra ha sido la eterna aspirante a ascensos en el PP. Siempre ha estado presente en todas las quinielas. De hecho, lo estuvo cuando Casado deshojaba la margarita de la portavocía del Congreso y apostó por Álvarez de Toledo. La vicesecretaria de Política Social del PP saliente apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en el Congreso de sucesión de Mariano Rajoy. Pero desde que fue llamada por el actual líder del PP se ha centrado en trabajar "con lealtad", destacan en el PP.

A la hora de proponer el cambio de competencias, Casado ha tenido en cuenta su "gran trabajo en la comisión creada en el PP en el marco del covid-19 y en la comisión para la reconstrucción en el Congreso", señalan las fuentes consultadas. Además, destacan su experiencia política como alcaldesa de Logroño. En este sentido, recuerdan que encontró un ayuntamiento "en quiebra y lo dejó en superávit" y que, pese a su mayoría absoluta, fue una buena negociadora. "Siempre consiguió unanimidad con el PSOE en las principales decisiones para la ciudad", defienden.

Ana Pastor, exministra de Sanidad con Mariano Rajoy y expresidenta del Congreso de los Diputados será a partir del jueves vicesecretaria de Política Social, el puesto que deja vacante la marcha de Gamarra a la Carrera de San Jerónimo. Con este cambio, Pastor accede al núcleo de poder de los conservadores, el Comité de Dirección, un órgano que suele reunirse todos los lunes y en el que se fijan las estrategias y prioridades del partido. 

La exministra ha sido una pieza clave de la labor de oposición del PP en los últimos meses, ejerciendo como portavoz de partido en la Comisión para la reconstrucción Política y Social en el Congreso. Los fieles a Álvarez de Toledo no vieron con buenos ojos que fuera ella la elegida y que se apartara a la por entonces portavoz de una tarea que consideraban le correspondía.

El tercero de los nombres de los que ha tirado Casado para dar un nuevo impulso al partido a partir de septiembre es el de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid. Su candidatura fue una apuesta personal del líder del PP y su gestión de la crisis del covid-19 ha sido aplaudida hasta por los partidos de la izquierda. A diferencia de su compañera de tándem electoral, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el regidor ha logrado trabar una buena relación con la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Ciudadanos), y pactos con la totalidad de los grupos políticos con representación en el Pleno de Cibeles.

"Que Almeida tuviese mayor protagonismo era un clamor en el partido y Casado ha sabido escucharlo", interpretan en el Ayuntamiento de Madrid.

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Con esta decisión, el regidor municipal pone un pie en la dirección nacional del partido y logrará mayor protagonismo mediático en un momento en el que el PP de Madrid está a las puertas de abrir el proceso para terminar con la provisionalidad de Pío García-Escudero como presidente. 

La duda que este nombramiento suscita en algunos sectores del partido es la de que hasta qué punto el alcalde podrá compatibilizar la tarea de portavoz nacional del partido con sus responsabilidades en el Ayuntamiento. "Será para cuestiones muy específicas y puntuales, lo contrario sería quemarle", interpreta una dirigente del PP madrileño.

Pablo Montesinos seguirá desempeñando las funciones de vicesecretario de C0municación.

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