Crisis del coronavirus

El hospital de pandemias de Ayuso: ¿"operación de ladrillo y propaganda" o infraestructura necesaria?

El 1 de mayo quedaba clausurado el hospital que la Comunidad de Madrid había levantado en Ifema, el recinto ferial que acoge cada año acontecimientos de todo tipo, desde pasarelas de moda a Fitur, la gran cita del turismo. Un "hospital milagro" levantado en "tiempo récord" para hacer frente a la saturación de la red hospitalaria madrileña en plena crisis del covid-19, según la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Las instalaciones, no obstante, quedaban preparadas para hacer frente a nuevos rebrotes. Pero de una forma provisional. Porque pocos días después de un polémico cierre en el que no se respetaron las distancias de seguridad y en el que los gobernantes posaron ante las cámaras repartiendo bocadillos de calamares, la presidenta regional informó de que el espíritu de Ifema, muy cuestionado por la oposición y por los profesionales sanitarios por lo que supuso de vaciar de efectivos a los centros de atención primaria, iba a replicarse en un nuevo hospital: "El hospital público de emergencias en Valdebebas". Muy cerca del provisional de Ifema. 

Era 7 de julio cuando Isabel Díaz Ayuso visitaba las obras acompañada del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Y proclamaba: "La Comunidad de Madrid, nuevamente, se adelanta y lo hace en un momento de incertidumbre donde del mismo modo que se gestiona la economía de manera global, la sanidad y la salud tiene que empezar a verse de la misma manera". Seis días antes habían empezado los movimientos de tierra para esta infraestructura que los partidos de la oposición en la Asamblea de Madrid acogieron con reservas. Con muchas. Y ante la que, con el paso del tiempo, no han cambiado de idea.

infoLibre ha informado esta semana de que ese hospital "milagro" no fue tal si se tiene en cuenta, entre otras cuestiones, que no acogió a los pacientes en los que se cebó la pandemia: los que pasaron la enfermedad en las residencias de mayores. De los 472 geriátricos que estaban operativos con la Comunidad de Madrid durante la pandemia, en 470 no se realizó ni un solo traslado a Ifema. Los otros dos centros enviaron en total 23 personas: 12 la residencia Monteverde, de Villaviciosa de Odón, y 11 la Sol Salud, de Collado Villalba. Este hospital de campaña que ahora va a ser replicado pero con carácter permanente estuvo operativo seis semanas, del 21 de marzo al 30 de abril. De los 3.811 pacientes atendidos en Ifema sólo fallecieron 17, una cifra muy baja que hay que entender en el contexto de que la población con la mortalidad y la tasa de contagio más alta fue excluida.

En todo caso, desde la Comunidad de Madrid insisten en que la baja mortalidad y el hecho de que no se registraran contagios entre los profesionales sanitarios fueron clave a la hora de querer implantar un modelo similar en el futuro hospital.

Una incógnita: ¿con qué personal?

Si desde Más Madrid se negó que, al contrario de lo que se sostuvo desde el Gobierno regional, Ifema hubiese maravillado al mundo –más bien se habló de "operación de marketing"–, las mismas reservas hay ahora hacia este hospital que, según fuentes del Gobierno regional, entrará en funcionamiento en noviembre. El Ejecutivo destaca que las obras marchan a buen ritmo. Que se cumple el calendario previsto y que hay tres turnos de trabajo que incluyen la noche y los fines de semana.

Una vez que los obreros dejen levantada la infraestructura, su interior deberá ser ocupado por profesionales de la salud para atender a los hasta 1.000 pacientes que podría albergar, si se tiene en cuenta que las instalaciones estarán dotadas de ese número de camas. ¿Son muchas, son pocas? Los partidos de la izquierda en el Comunidad de Madrid –PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid en Pie– consideran que esta capacidad de atención a pacientes sería cubierta sin necesidad de hacer inversiones extra si en los hospitales ya en activo de la red de salud pública se pusiesen a disposición de los pacientes todas las camas y las alas cerradas. En la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, recuerdan que el presupuesto de ejecución material de esta infraestructura es de alrededor de 50 millones de euros.

En conversación con infoLibre, Mónica García, diputada de Más Madrid, considera que con este proyecto, más que haber empezado la casa por el tejado, Ayuso ha empezado "la casa por la especulación". Porque entiende que este tipo de iniciativas "no está en ninguno de los planes de ningún epidemiólogo ni de nadie que sepa de qué va la sanidad".

El pasado 26 de julio seis asociaciones médicas radicadas en Madrid emitieron un comunicado en el que fijaban su posición sobre la preparación de la región para afrontar "en las mejores condiciones posibles la fase de transición de la pandemia del covid-19". En uno de los puntos, calificaban de "incomprensible que no se cubran las necesidades de personal sanitario, que es lo más urgente y prioritario en este momento y, al mismo tiempo, se estén invirtiendo recursos en construir un nuevo hospital en Madrid, sin dotación de nuevo personal".

En el documento que lleva la firma, entre otras organizaciones sanitarias, de la Asociación Madrileña de Salud Pública, defendían que de nada sirve tener otro hospital si no se dispone de suficiente personal sanitario para contener los brotes y atender las necesidades de los pacientes. Cuesta comprender, señalan, que se estén invirtiendo "cantidades importantes de recursos" en el futuro hospital de emergencias, "sin dotación de nuevo personal", en vez de cubrir las necesidades de primaria y salud pública, que son fundamentales en este momento par contener los brotes y atender las necesidades de los pacientes y de la población".

Fracasar en la prevención

"Los hospitales no tienen planes de rebrotes y te pones a esto [al hospital de emergencias]. ¿Con qué personal? ¿Para qué?", se pregunta la parlamentaria regional Mónica García, médica anestesióloga del Hospital 12 de Octubre de Madrid. "Es una estafa", se responde a sí misma. 

"El primer abordaje de los rebrotes no debe ser Ifema, cuando hay alas cerradas en los hospitales. Cuando empiece a haber más ingresos y volvamos a las UCI, es que habremos fracasado en prevención", sostiene la diputada. 

García se refiere a uno de los puntos de la nueva estrategia de la Comunidad de Madrid frente al covid-19, anunciada la semana pasada por Ayuso. Además del polémico punto de la cartilla de la pandemia –ningún avance se ha comentado al respecto–, la presidenta regional anunció que mientras el futuro hospital de Emergencias, que se llamará Isabel Zendal, no esté operativo, Ifema reabrirá dos pabellones. A ellos, explicaron desde la Comunidad de Madrid, se podrá derivar a pacientes con coronavirus para evitar el colapso de los hospitales y proteger al personal sanitario

Más allá de las UCI y los respiradores, Mónica García es contundente al resumir la situación sanitaria de la Comunidad de Madrid: "No tenemos personal". "No se ha hecho un plan de recursos humanos en estos cinco meses", destaca y denuncia que desde la Comunidad de Madrid se esté recurriendo a las universidades para buscar voluntarios que ejerzan de rastreadores. "Como si fuera un trabajo que debe hacerse de manera altruista", se queja.

Sobre el plan de recursos humanos, en el Gobierno regional evitan concretarlo. Lo justifican apuntando a que cada tipo de crisis sanitaria conllevará una estrategia diferente de recursos humanos. Y que crisis sanitarias o epidemias futuras no tienen por qué tener las mismas necesidades de personal que el covid-19.

En busca de la "repercusión mediática"

Como García, José Manuel Freire es médico. Ocupa un escaño en la Asamblea de Madrid por el Partido Socialista, el grupo mayoritario de la Cámara. Se pregunta lo mismo que su compañera de Más Madrid: "¿Con qué personal va a mantenerse ese hospital?". "¿Van a sacar a profesionales de los hospitales?, insiste. "Es una estupidez y una ocurrencia insensata", resume. Una "ocurrencia", dice, "que no resiste al mínimo análisis factual" porque, a su juicio, principalmente buscan repercusión mediática.

"Si lo que realmente se pretende es paliar la ausencia de camas o incrementar el número de camas disponibles, lo más lógico sería que se hiciese desde el entorno de los hospitales existentes para que el personal del hospital local pueda atenderlo", considera el diputado socialista.

Su opinión coincide por la expresada a principios de mayo por José Ramón Repullo, profesor de Planificación y Economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad, y director técnico de la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial. En un artículo titulado "¿Necesitamos un hospital de epidemias para Madrid?", publicado en Acta Sanitaria. ". "Esta estrategia de Hospital General expandible, frente a la de “tipo-Ifema”, minimiza los traslados, aporta mayor solvencia clínica, da más seguridad, permite respuestas localmente escalables y gestionables, y mejora la eficiencia social en el uso de recursos", puede leerse.

Freire se queja de que desde el Gobierno regional no haya dado "ninguna explicación ni justificación" al proyecto "más allá de cuatro frases hechas". "Yo lo he pedido. El plan funcional. El proyecto. Los objetivos. No existe respuesta. Es una mera ocurrencia", resume.

Respecto al plan funcional, desde la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, mantienen que dado que será un centro polivalente, versátil y sectorizable, se podrá adaptar a cualquier uso o necesidad asistencial. La apuesta, señalan, será hacer un plan funcional para cada uso o necesidad asistencial.

Una operación de "ladrillo y propaganda"

Desde el Grupo Parlamentario Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid en Pie, la diputada Vanessa Lillo lo tiene claro: "Nos parece más una operación de ladrillo y propaganda como fue el hospital de Ifema. La cuestión no es tener instalaciones, es dotarla de recursos". Y se pregunta si la idea va a ser abrir ese hospital a costa de dejar todavía más debilitada la atención primaria. "No han sido capaces de decirnos qué recursos van a dar", coincide con los representantes de PSOE y Más Madrid.

El expediente de este hospital fue tramitado por procedimiento de emergencia y desde el Gobierno regional defienden que "ha contado con una gran concurrencia". "Se ha invitado a 49 empresas, de las que 44 han mostrado su disponibilidad y, finalmente, 37 han presentado una oferta, aunque solo 30 lo han hecho en plazo", informaron.

"Además, se ha creado una Comisión Técnica de Valoración formada exclusivamente por funcionarios del Sermas con titulación de arquitectos e ingenieros superiores, que han emitido un informe técnico para la propuesta de adjudicación, que ha recaído en 14 empresas: cuatro estudios de arquitectura, dos empresas de ingeniería, una empresa especializada en estudios de suelo, una empresa encargada de la urbanización y seis constructoras que ejecutarán la edificación de las distintas áreas del hospital", detallan.

Para Lillo, el resultado del hospital de Ifema no fue bueno. "Si consideramos que el resultado fue bueno es que no hemos aprendido nada. Si no queremos tener el mismo resultado, no podemos cometer los mismos errores", destaca.

Una infraestructura como esta, dice, no hace falta si se ponen unos medios que faltan a día de hoy. En este sentido, Lillo recuerda que los gobiernos del Partido Popular "han cerrado camas [hospitalarias] en los últimos años" e insiste en la falta de personal.                               

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