La gestión del regreso a las aulas pone a prueba la confianza entre Sánchez e Iglesias sin agrietar la solidez de la coalición

El desmarque con el que Unidas Podemos se significó este martes en plena reanudación del curso político pilló por sorpresa a los socialistas. En el PSOE, tanto en el Congreso como en el Gobierno, se han acostumbrado a que sus socios de coalición traten de marcar perfil político propio de vez en cuando pero, según las fuentes consultadas por infoLibre, no se esperaban una discrepancia tan clara nada más comenzar el curso político.

En Moncloa no quieren dar importancia a lo ocurrido pero tampoco ocultan cierto malestar por una actitud que consideran un acto de deslealtad dentro del Gobierno. En la parte socialista del Ejecutivo se han acostumbrado a que periódicamente Unidas Podemos trate de distinguirse, pero esta vez se ha hecho más patente el disgusto de los del PSOE.

Una desazón que, en el caso del grupo parlamentario, que dirige Adriana Lastra, acabó pareciéndose más a un enfado, porque a la misma hora que los medios daban a conocer las discrepancias de Unidas Podemos ellos se afanaban en el Congreso en dar cobertura a sus sociosafanaban para impedir que la derecha les obligase a dar explicaciones en la Cámara Baja sobre su situación financiera, en torno a la cual un juez ha abierto una investigación.

Con todo, lo ocurrido no parece haber dañado la solidez de la coalición. Así al menos lo reconocen a este diario fuentes de los dos socios de Gobierno, conscientes de que afrontan un calendario muy complicado en el que dan por hecho que PP y Vox van a poner toda la carne en el asador para tratar de desestabilizar la coalición y provocar su ruptura. Ambas formaciones coinciden en que se avecinan semanas y puede que meses de gran crispación durante los cuales la derecha echará mano de la pandemia para agitar la situación política y económica y tratará, por todos los medios a su alcance, de impedir que el Ejecutivo saque adelante su proyecto de Presupuestos para 2021.

Sobre todos estos temas se supone que hablaron el lunes por la mañana Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en una larga conversación en La Moncloa. Una más de las que los líderes del PSOE y Unidas Podemos mantienen a menudo y en las que aprovechan para repasar estrategias y prioridades y analizar la situación política.

No obstante, fuentes de la parte socialista del Gobierno consultadas por infoLibre sostienen que en ella Iglesias no planteó queja alguna en materia de educación. A pesar de lo cual, apenas unas horas después, escenificó su discrepancia pública con la gestión de la vuelta al cole en plena pandemia. De ahí la “extrañeza” con la que los socialistas leyeron las noticias que dieron a conocer el desmarque de los morados. Más aún cuando, aseguran, el contacto entre altos cargos del Ministerio de Educación y Ione Belarra, secretaria de Estado de Agenda 2030 —dependiente de la Vicepresidencia de Pablo Iglesias y responsable de educación en Unidas Podemos— ha sido "constante" según esas fuentes en las últimas semanas.

También aseguran que UP sabía que se estaba preparando la reunión con los consejeros de educación de las comunidades que tendrá lugar este jueves y que la ministra Isabel Celaá tiene fundadas esperanzas de conseguir un acuerdo para encarar el inicio del curso escolar. Y eso que no descartan que el presidente del PP, Pablo Casado, aliente un boicot por parte de las comunidades en las que gobierna.

Por otra parte, subrayan desde la parte socialista del Ejecutivo, la presencia pública y las explicaciones de Celaá sobre la vuelta a las aulas no han sido muy diferentes de las que ha protagonizado el titular de Universidades, Manuel Castells, elegido a propuesta de Unidas Podemos. Castells no reunirá la conferencia de rectores hasta la semana que viene.

Fuentes de la formación morada corroboran los contactos entre Belarra y Educación, pero subrayan que las explicaciones de Celaá sobre el nuevo curso están lejos de ser de su agrado. Los morados se muestran muy preocupados por una vuelta al cole en la que temen no se han venido tomado medidas adecuadas para compatibilizar la enseñanza con la seguridad en los centros frente al coronavirus. De ahí su decisión de enviar “un mensaje a la comunidad educativa y a los padres” dejando claro que no comparten la actuación de Celaá en esta materia. Unidas Podemos llega a la conclusión de que la ministra de educación “se equivoca en un tema clave y lo hace saber”, remarcan.

Las declaraciones de Calvo y Robles

La discrepancia pública se produjo coincidiendo con sendas declaraciones de la vicepresidenta Carmen Calvo y de la ministra Margarita Robles que disgustaron a los morados,Carmen Calvo Margarita Robles porque entendieron que daban cobertura a la derecha en su ofensiva contra las cuentas de Podemos. Pero en la parte socialista del Gobierno aseguran no entender a qué obedece la actitud de sus socios. Si trataban de desviar la atención sobre otros asuntos o, lo más probable, señalan, si simplemente desean tomar distancia con el PSOE en determinados temas, entre los que estaría la política educativa. Para prevenir un posible desgaste si la vuelta al cole no sale bien y dar respuesta al mismo tiempo a las demandas de un sector como el educativo, en el que Unidas Podemos cuenta con una fuerte presencia. En los últimos días son varios los sindicatos, de profesores y de estudiantes, que han anunciado huelgas y movilizaciones en protesta por cómo se están haciendo las cosas, y algunas organizaciones incluso han emplazado a los ministros de Unidas Podemos a pronunciarse.

Los socialistas han evitado hacerlo público, pero en privado su malestar es patente, a diferencia de lo ocurrido en otras ocasiones. En Unidas Podemos tampoco quisieron este miércoles ahondar la herida: quieren mantener lo ocurrido como una expresión de discrepancia pero, igual que sus socios, aseguran que la prioridad sigue siendo preservar la solidez de la coalición. Especialmente ahora, cuando se avecinan decisiones importantes, entre ellas la redacción del proyecto de Presupuestos.

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La ministra Celaá, en declaraciones a la Cadena SER, aseguró no tener constancia de las críticas de Unidas Podemos y subrayó que, en todo caso, no se va a “distraer” con estas polémicas porque tiene “mucho trabajo”. “Todo el Gobierno trabaja en la misma dirección”, sostuvo. Aunque, “obviamente”, el Gobierno está compuesto por dos partidos políticos “con distintos acentos”.

Lo que este episodio ha vuelto a poner de manifiesto es que la comisión de coordinación creada a comienzos de año para gestionar las discrepancias sigue sin ser operativa. En la práctica, los disensos se resuelven mediante comunicación directa entre los responsables de comunicación de la parte socialista y la morada del Gobierno —Iván Redondo y Juanma del Olmo— y de dos estrechos colaboradores del presidente y el vicepresidente, Félix Bolaños y Ione Belarra, respectivamente. Sin olvidar que Sánchez e Iglesias mantienen a día de hoy una comunicación fluida y una sintonía con la que, de momento, han sido capaces de resolver los desencuentros dentro de la coalición.

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