Crisis del coronavirus

El Gobierno cierra un acuerdo para la 'vuelta al cole' con la única abstención del País Vasco

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa.

El Gobierno cerró este jueves un acuerdo para establecer reglas comunes en la vuelta al cole en toda España con el apoyo de todas las comunidades autónomas y la única abstención del País Vasco. Asi lo anunció el ministreo de Sanidad, Salvador Illa.

 El Gobierno no quería que las comunidades pudieran decidir unilateralmente la suspensión parcial o total en sus territorios de las clases presenciales. Para evitarlo, este jueves propuso a los consejeros de Educación y Sanidad de los 17 Ejecutivos autonómicos que, para “evitar el impacto supraautonómico o sobre otras actividades que puede tener una suspensión generalizada de la actividad lectiva presencial de forma unilateral por parte de una Comunidad Autónoma o Ciudad Autónoma, esta medida únicamente se adoptaría ante situaciones excepcionales, previa comunicación al Ministro de Sanidad y previo acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, y acompañada de otras medidas que reduzcan el referido impacto negativo”.

Sin embargo, la propuesta no ha sido apoyada por las comunidades y ha desaparecido del documento final.

La propuesta formaba parte del borrador al que tuvo acceso infoLibre en el que se basa el acuerdo aprobado finalmente este jueves con el que el Gobierno quiere coordinar la vuelta al cole a partir de la semana que viene y que los ministros de Sanidad, Salvador Illa, y de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, pactaron esta mañana con los consejeros autonómicos en una reunión en la que también participó la ministra de Política Territorial, Carolina Darias. El curso escolar 2020/2021 comenzará en principio entre el 4 y el 15 de septiembre.

La reunión ha tenido lugar después de la Comisión de Educación celebrada el martes 25 de agosto en la que los viceconsejeros de Educación se reunieron con el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana. Y precede a la que tendrá lugar en la Conferencia de Presidentes monográfica prevista para semana que viene y pendiente todavía de fecha.

La propuesta del Gobierno buscaba limitar la tentación de las comunidades autónomas de suspender las clases y remarcaba el deseo del Gobierno de que, con carácter general, la actividad lectiva sea “presencial para todos los niveles y etapas del sistema educativo, priorizándola para el alumnado de menor edad, al menos hasta 2º curso de ESO”. Pero finalmente no será así. 

Illa reconoció que la decisión de suspender la actividad lectiva es una decisión que compete a las comunidades autónomas y así seguirá siendo. Y “para que no hubiera duda hemos suprimido” la referencia a que habría que llegar a un acuerdo entre todas las comunidades. No obstante, añadió, “hay consenso” en que una medida de este tipo, que se considera de “último recurso” y que la administración confía en que no se produzca, debería tomarse de forma coordinada.

El ministro de Sanidad, a preguntas de los periodistas, precisó que el País Vasco dio apoyo a las medidas en relación con la gripe (las comunidades han acordado adelantar la campaña de vacunaciones a los primeros días de octubre y llevarla a cabo de forma simultánea) y que decidió abstenerse en relación con el protocolo en materia de educación alegando que “querían haber estudiado con más tiempo” el contenido y las modificaciones aprobadas este jueves. No obstante, añadió Illa, “entiendo que estamos de acuerdo en lo que se está haciendo por las conversaciones que hemos ido manteniendo”. Todas las comunidades “tienen el compromiso de seguir estas medidas, pero no solo estas: se pueden complementar en cada comunidad”, precisó.

El acuerdo final obliga a los centros a permanecer abiertos y ofrecer servicios de comedor durante todo el curso y limita el teletrabajo del personal a la actividades no lectivas compatibles con la no presencialidad.

La coordinación pasará por un grupo de coordinación y seguimiento de la evolución de la pandemia formado por las consejerías competentes en materia de Sanidad y Educación a nivel autonómico y se construirá a partir de “una persona responsable” para los aspectos relacionados con la covid en cada centro educativo.

Será obligatorio mantener, “de forma general, una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros en las interacciones entre las personas en el centro educativo”, salvo en educación infantil y primer ciclo de primaria, donde se establecerán, también “con carácter general, grupos de convivencia estable en cuyo ámbito no se aplicarán criterios de limitación de distancia”. En todo momento “se debe garantizar la estanqueidad del grupo de convivencia estable en todas las actividades que se realicen dentro del centro educativo”. El documento no fija un numero concreto de alumnos para componer estos grupos burbuja: “Las consejerías de Educación conservan margen para flexibilizar el máximo del alumnado para los grupos de convivencia estable siempre que la autoridad sanitaria de salud pública de dicha Comunidad Autónoma así lo autorice”.

El acuerdo compromete medidas de prevención personal que incluyen un mínimo de cinco lavados de manos al día, clases de educación para salud “para posibilitar una correcta higiene de manos e higiene respiratoria” así como  sobre “el uso adecuado de la mascarilla” y acciones de limpieza de los centros. “Se ventilarán con frecuencia las instalaciones del centro, al menos durante 10-15 minutos al inicio y al final de la jornada, durante el recreo, y siempre que sea posible entre clases, manteniéndose las ventanas abiertas todo el tiempo que sea posible”.

Comedores y transporte escolar

Además de la distancia interpersonal de 1,5 metros —con la única excepción de los llamados grupos burbuja de infantil y primer ciclo de primaria—, el uso de la mascarilla será obligatorio a partir de 6 años, medidas que serán de aplicación también en los comedores. “En el transporte escolar colectivo será obligatorio el uso de mascarilla a partir de 6 años de edad, sin perjuicio de las exenciones previstas en el ordenamiento jurídico y recomendable en niñas y niños de 3 a 5 años. Se asignarán a asientos fijos al alumnado para todo el curso escolar, salvo que, en base a la situación epidemiológica, las autoridades sanitarias determinen un uso más restrictivo del mismo”.

Este es un elemento central del acuerdo: todas las medidas estarán sujetas a revisión en función de los que determinen las autoridades sanitarias y de cómo vaya evolucionando la pandemia.

Ante la aparición de casos, que el documento da por seguros —“se van a producir casos y algunos brotes, como en el resto de ámbitos de la comunidad, pero una gestión adecuada de los mismos minimiza su impacto”, afirma—, el procedimiento será evitar la entrada de personas con síntomas compatibles con la covid-19 y su aislamiento, “mantenimiento de la actividad extremando precauciones hasta confirmar o descartar la infección en la persona sintomática” y cuarentena y PCR a contactos estrechos. 

¿Hemos aprendido la lección?

¿Hemos aprendido la lección?

El centro educativo informará, explícitamente y con confirmación de recepción de la información,“ a los padres, madres y otras figuras parentales, o al alumnado mayor de edad”, de que el alumnado con cualquier sintomatología aguda no puede acceder al centro educativo. Se tomará la temperatura corporal a todo el alumnado y el personal de forma previa al inicio de la jornada “evitando en todo caso aglomeraciones y asegurando el mantenimiento de la distancia interpersonal de al menos 1,5 metros”. Cada comunidad decidirá si la temperatura la toman los padres antes de enviar a su hijo al colegio o si se tomará a la puerta de los centros.  

En caso de existir un positivo en un grupo burbuja, todos los niños de ese grupo se someterán a cuarentena. En los demás casos, sólo tendrán que hacerlo sus contactos estrechos. aunque esta fórmula, puntualizó el ministro de Sanidad, podría revisarse en los próximos días a petición de varias comunidades.

Todo el acuerdo se basa en la idea de que “la evidencia disponible indica que el cierre de centros educativos, como medida aislada es poco probable que sea efectiva para controlar transmisión”. Y en la convicción de que “la educación no presencial no garantiza estas capacidades de crecimiento y desarrollo personal, sino que conlleva evidentes riesgos de generar inequidades de carácter formativo y social, aumentando la brecha educativa”.

Más sobre este tema
stats