El nuevo curso político

Los Presupuestos abren una grieta en la coalición de Gobierno: Sánchez no se fía de ERC e Iglesias veta un pacto con Ciudadanos

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firman el acuerdo de coalición que abrió la puerta de la legislatura.

Fernando Varela

Las cosas no están tan mal como sugirió el viernes Isa Serra, la portavoz de Podemos, al término de la primera reunión ordinaria de la dirección morada tras el verano. “El PSOE sabe que con nosotros no va a contar para unos Presupuestos con Ciudadanos”, declaró, tajante. No hay todavía un desencuentro entre socios de gobierno, según ha podido confirmar infoLibre en fuentes de la formación de Pablo Iglesias, pero, a diferencia de lo que ocurría hace dos meses, en Unidas Podemos ya no se toman a broma los puentes que el presidente del Ejecutivo de coalición, Pedro Sánchez, está intentando construir con el partido de Inés Arrimadas.

La clave del problema es Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Sánchez ha perdido la confianza que depositó en la formación presidida por Oriol Junqueras a comienzos de año. ERC, que a diferencia de los naranjas resultó clave para la investidura que puso fin a casi un año de bloqueo institucional, no solo vive condicionada por la espada de Damocles electoral que sostiene Carles Puigdemont y que desde el pasado invierno somete la política catalana a una larga incertidumbre sino que, para sorpresa del presidente, se permitió dejar a la intemperie al Gobierno de coalición en pleno estado de alarma.

La estrategia de los republicanos, deseosos de seguir marcando las mayorías en el Congreso, tuvo un efecto inesperado: el cambio de postura de Ciudadanos.cambio Y abrió la puerta a explorar un escenario improbable pero teóricamenrte posible: alcanzar más acuerdos con los de Inés Arrimadas.

Sánchez está “escarmentado” con Esquerra, admiten fuentes de Unidas Podemos. Eso explica que la semana que viene ni siquiera vaya a guardar las formas: ha citado a Arrimadas antes que al portavoz republicano, Gabriel Rufián, en la ronda de contactos con todas las fuerzas políticas parlamentarias en la que se propone explorar las posibilidades que tiene de sacar adelante los Presupuestos de 2021.

Esa es su prioridad absoluta. El presidente necesita sacar adelante los Presupuestos de 2021. No puede seguir gobernando con los de 2018 de Cristóbal Montoro, el que fuera ministro de Hacienda del PP, especialmente en medio de la crisis económica más profunda que vive España desde la guerra civil.

Impulsar la economía con los recursos acordados por Europa “exige unos nuevos Presupuestos, y queremos aprobarlos con el mayor apoyo parlamentario posible”, adelantó el martes tras el Consejo de Ministros. “Queremos y necesitamos unos Presupuestos de País, no unos Presupuestos de un Gobierno u otro. Los presupuestos antiguos eran ya inservibles antes de la crisis provocada por la pandemia. Ahora, tras la crisis, son peor que inútiles, son contraproducentes y nocivos”, remarcó.

En esos términos de urgencia Sánchez pretende dirigirse a los líderes de todos los partidos. “La negociación de unos nuevos presupuestos medirá la responsabilidad y también el sentido de Estado de todas las fuerzas políticas y de cuáles anteponen los intereses generales a los partidistas”, advirtió.

Esta emergencia la comparte Unidas Podemos, que necesita tanto como el PSOE sacar adelante los Presupuestos de 2021. Pero no a cualquier precio, advierten fuentes próximas a su líder, Pablo Iglesias. La parte socialista del Ejecutivo está dispuesta a hacer concesiones a Ciudadanos a cambio de sus diez votos en el Congreso, pero los morados no. No si el respaldo de los naranjas supone “traicionar” el programa de izquierdas sobre el que descansa el acuerdo de coalición.

UP está convencida de que la legislatura debe seguir teniendo protagonismo social y la acción del Gobierno debe centrarse en hacer realidad sus planes de lucha contra la desigualdad, llevar a cabo la reforma fiscal y recuperar los derechos perdidos durante el mandato de Mariano Rajoy, entre ellos los laborales. Tres capítulos clave del programa de Gobierno que están en permanente contradicción con las propuestas ultraliberales de Ciudadanos.

Los de Pablo Iglesias consideran imposible que Ciudadanos vaya a apoyar un proyecto de presupuestos progresista y están convencidos de que un acuerdo con Inés Arrimadas no sólo es incompatible con Unidas Podemos sino que ahuyentaría a otros socios necesarios.

Difícil aritmética

PSOE y UP suman apenas 155 escaños. Un hipotético respaldo de Cs ampliaría esa cifra a 165, pero aun así haría falta el apoyo, o cuando menos la abstención, de otros partidos, la mayoría de los cuales están muy alejados de los naranjas. Es el caso del PNV (seis diputados), EH Bildu (5), Compromís (1), Más País (1) o el BNG (1), a quienes los de Iglesias no ven respaldando unos Presupuestos condicionados por Ciudadanos.

En cualquier caso, Unidas Podemos “no va a permitir que los Presupuestos traicionen el programa de Gobierno” asumiendo las políticas de la derecha, insisten las fuentes consultadas por infoLibre. Y eso es lo que representa Ciudadanos, aseguran.

La garantía para tener unos Presupuestos que blinden los derechos de la mayoría social es que PP y Cs “no tengan voz ni voto”, advirtió Serra el viernes. Los morados recuerdan que Cs gobierna con el PP en comunidades y ayuntamientos, en algunos casos con la ayuda de la ultraderecha, y en esas instituciones está aplicando recortes y políticas que no hacen sino ahondar en la desigualdad.

UP no quiere poner en riesgo la cohesión del Gobierno. Por eso eligió una reunión del partido y a dos portavoces ajenos al ejecutivo —Isa Serra y Rafa Mayoral— para trasladar su mensaje: llegar a acuerdos con el PP o con Cs, con la derecha en general, “es un camino cerrado”. De momento, los morados van a esperar, expectantes.

Sánchez encara una semana muy relevante en su objetivo de conseguir los apoyos que necesita. El lunes, en un acto al que Moncloa ha querido revestir de cierta solemnidad, el presidente pedirá el aplauso de la sociedad civil en general y de la patronal en particular a su mensaje de unidad y a la necesidad de sacar adelante sus “Presupuestos de país”. Un apoyo con el que quiere presionar al líder del PP, Pablo Casadopresionar, a quien recibirá el miércoles en la Moncloa por primera vez desde que estalló la pandemia —no se ven de manera presencial desde el 18 de febrero, aunque sí mantuvieron una reunión telemática y hablaron por teléfono en alguna ocasión desde la declaración del estado de alarma—. Después seguirán los demás líderes políticos antes de convocar, el próximo viernes, a los presidentes autonómicos.

Casado asegura que "no se puede pedir" que su formación "apoye unos Presupuestos de un Gobierno de Podemos"

Casado asegura que "no se puede pedir" que su formación "apoye unos Presupuestos de un Gobierno de Podemos"

Si no hay cambios, el calendario del presidente pasa por poner en marcha, esta semana o la siguiente, la Unidad de Seguimiento del Fondo Europeo que prometió en el encuentro autonómico de La Rioja a finales de julio. Un órgano que dependerá funcionalmente del todopoderoso jefe de gabinete de Sánchez, Iván Redondo, y por el que pasarán todos los proyectos que España presente a la Comisión Europea en busca de financiación aprovechando los 140.000 millones que el Consejo Europeo puso a disposición de España.

Después será el turno de la ministra de Economía, Nadia Calviño, que tiene que presentar un nuevo cuadro macro en el que se expresen las previsiones de evolución de la economía española. Fuentes de Moncloa aseguran que, inmediatamente después, en torno a mediados de septiembre, será cuando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presente la nueva senda de déficit y de deuda que debe aprobar el Congreso, de manera que el 1 de octubre el Gobierno pueda cumplir la ley y presentar en la Cámara Baja su proyecto de Presupuestos para el año que viene. Será, si sale adelante, el primero de la era Sánchez después de dos años en la Moncloa.

Nadie en el Gobierno espera que el PP acabe siquiera negociando los Presupuestos. Y ya no quedan muchos que sueñen con un cambio de postura de Esquerra. Sánchez necesita a Ciudadanos, pero no puede prescindir de Unidas Podemos. Así que todo depende de meter en la misma mayoría a ambas formaciones. Para presionar a sus socios de Gobierno y a los naranjas, Sánchez tiene una baza: ya puede convocar elecciones. Y si no hay Presupuestos, son muchos los analistas que creen que no tendría más remedio que llamar de nuevo a las urnas, como ya sucedió en 2019, algo que ni Arrimadas ni Iglesias pueden permitirse en estos momentos. Ambos necesitan una legislatura larga y a ser posible fructífera para reorganizar sus fuerzas, muy mermadas tras los malos resultados de las elecciones vascas y gallegas.

Más sobre este tema
stats