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Sánchez e Iglesias acuerdan los pasos a seguir para pactar los Presupuestos y negociarlos juntos en el Congreso

El presidente Pedro Sánchez y el vicepresidente Pablo Iglesias llegaron este lunes a un acuerdo para pactar entre el PSOE y Unidas Podemos el borrador de Presupuestos de 2021 y abrir después una negociación con las fuerzas parlamentarias para sacarlos adelante en el Congreso. La reunión “fue muy bien”, certificaron fuentes de la Moncloa.

Los detalles del acuerdo no han trascendido pero las fuentes consultadas por infoLibre apuntan al establecimiento de una comisión negociadora encabezada por los responsables económicos de los socios del Ejecutivo. La máxima responsable en materia presupuestaria por parte socialista será la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Su homólogo por parte de Unidas Podemos, a la vista de sus responsabilidades orgánicas, será el secretario de Estado Nacho Álvarez.

A primera hora de la mañana de este martes, el Gobierno informó a través de un comunicado del inicio de "la preparación del anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de coalición progresista de PSOE y Unidos Podemos". Y confirmó que María Jesús Montero y Nacho Álvarez se reunirán esta tarde a las 18.00 horas para iniciar los trabajos. "El Gobierno considera que la recuperación económica y social precisa, además del acuerdo europeo, de un nuevo acuerdo presupuestario para que en los próximos meses podamos impulsar las políticas progresistas que necesita España tras la pandemia con el respaldo de los fondos comunitarios", concluyó la breve nota oficial.

A falta de confirmar los detalles del pacto suscrito por Sánchez e Iglesias, las fuentes consultadas aseguran que una vez acordado entre PSOE y UP el borrador de Presupuestos, se abrirá una negociación con las fuerzas parlamentarias que comenzará por los partidos que apoyaron la investidura —entre ellos el PNV—, seguirá por los que se abstuvieron —entre los que está Esquerra– y rematará con los que votaron en contra —como Ciudadanos y PP—.

Sánchez e Iglesias han analizado el escenario al que se enfrentan y se conjuraron para evitar el rifirrafe interno. La prioridad absoluta será sacar adelante los Presupuestos.

El acuerdo entre los líderes de PSOE y UP pone fin, por el momento, a varios días de cierta tensión a cuenta precisamente de las expectativas de unos y de otros en relación con las cuentas para el año que viene.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, sabe de las apreturas del presidente, convencido de que no podrá contar con Esquerra, y lleva varios días justificando su disposición a pactar los Presupuestos como una garantía de que así Unidas Podemos no tendrá ninguna capacidad de decisión.

Su portavoz parlamentario, Edmundo Bal, dio por hecho el sábado que había conseguido “apartar a Podemos de la redacción de los Presupuestos” y que eso era “una buena noticia para España”. Y Arrimadas, su jefa de filas, tuiteó que Cs no puede “permitir que Iglesias, Otegi y Rufián repartan los fondos europeos. Debemos acordar un presupuesto de emergencia”.

La condición de Unidas Podemos para hablar con Cs

Fue precisamente esa actitud de Ciudadanos la que acabó por colmar la paciencia de la formación morada. El PSOE ya lo sabía —son socios en el Gobierno— pero para que quedase claro ante la opinión pública Unidas Podemos proclamó que no habrá negociación con nadie, ni con Ciudadanos ni con Esquerra, mientras socialistas y morados no pacten el borrador de las cuentas para 2021. Una negociación que ni siquiera ha empezado, por más que los ministerios hayan empezado a intercambiar papeles con el Ministerio de Hacienda de cara a la preparación del proyecto de Presupuestos.

Negociar ese borrador entre socios de Gobierno no es una exigencia de UP, subrayan los morados. Es consecuencia directa del programa de la coalición para la legislatura. E incluso, añaden, “del sentido común”.

La experiencia del Gobierno de coalición es inédita en nuestro país. Nunca antes dos partidos se habían tenido que enfrentar al reto de preparar unos Presupuestos para después enviarlos al Congreso. Así que para establecer el procedimiento de preparación y la mecánica de la negociación en busca de una mayoría en el Congreso fue para lo que se reunieron este lunes el presidente Sánchez y el vicepresidente Iglesias.

No es ningún secreto que Unidas Podemos, una vez pactado el borrador presupuestario con el PSOE, prefiere intentar llegar a un acuerdo con Esquerra y con el resto de fuerzas políticas que hicieron posible la investidura. Sólo si esa negociación fracasa será cuando los de Iglesias se abran a hablar con Inés Arrimadas, a pesar de que los naranjas vetaron su presencia en la última reunión que mantuvieron con el Gobierno de Sánchez.

El presidente le ha dicho a Iglesias que Esquerra se niega a llegar a acuerdos. Unidas Podemos no lo pone en duda, pero quiere que se guarden las formas, que se intente negociar públicamente y que, si es así, se haga evidente que los republicanos no quieren llegar pactar los Presupuestos o que a cambio plantean demandas que no son aceptables para el Gobierno. Por eso consideran un error haber citado antes a Arrimadas que al portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, en la ronda de contactos que Sánchez iniciará este miércoles en Moncloa. Hay una “liturgia” de prioridades o de peso parlamentario que debería mantenerse, aseguran las fuentes moradas.

Esquerra evitó este lunes confirmar haber dado portazo a la negociación. Su vicesecretaria general, Marta Vilalta, aseguró que están dispuestos a "hablar de todo con todos", pero insistió en la necesidad de que primero haya un contexto favorable a la resolución del conflicto con Cataluña. “Tiene que haber la vía de resolución del conflicto activada, no la vía de la represión y de cerrar todas las puertas. Esto es una decisión del propio Gobierno, que no nos utilicen a ERC como excusa para girar hacia la derecha”.

Pese a la crudeza de las declaraciones de Isa Serra y Rafa Mayoral el pasado viernes, fuentes de UP aseguran a infoLibre que en última instancia las discrepancias con Ciudadanos “se pueden resolver”. Y si la aritmética presupuestaria obliga, no quedará más remedio que alcanzar acuerdos con Arrimadas. Pero lo que no aceptarán nunca, subrayan, es que la negociación con Cs tenga lugar sin un borrador presupuestario pactado previamente entre los socios de la coalición.

El enfado de UP se dirige, de momento, hacia Ciudadanos más que hacia Sánchez. Los naranjas no gobiernan y tratan de poner marcos a la negociación. Pero en el PSOE son muy conscientes de que aunque “los 10 diputados de Cs interesan mucho, los 35 de Unidas Podemos interesan más”.

El debate no ha hecho más que empezar. De hecho ni siquiera ha entrado en los contenidos, ni de política fiscal ni de reforma la normativa laboral. Y en ese contexto, tanto el PSOE como Unidas Podemos otorgan una enorme trascendencia a los aplausos de los empresarios y los sindicatos al llamamiento solemne de Pedro Sánchez a la unidad frente al virus y la crisis apenas 48 horas antes de su cita en la Moncloa con el líder del PP, Pablo Casado.

Respaldo empresarial a un cambio de clima político

El acto organizado este lunes por el equipo del presidente en la Casa de América en Madrid, en el que participaron los responsables de las principales empresas y entidades financieras del país, se convirtió en una representación gráfica de la importancia que todos los sectores sociales, empresarios, sindicatos y destacados miembros de la sociedad civil otorgan a la necesidad de superar el clima de enfrentamiento y alcanzar acuerdos que ayuden a impulsar la recuperación económica. Un objetivo al que el PP de Pablo Casado sigue negándose.

Allí estaban Ana Patricia Botín (Santander), Fernando Abril Martorell (Indra), Marta Álvarez (El Corte Inglés); José María Álvarez-Pallete (Telefónica), Antonio Brufau (Repsol), Antonio Coimbra (Vodafone), José Manuel Entrecanales (Acciona), Isidro Fainé (La Caixa), Pablo Isla (Inditex), Carlos Torres (BBVA), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola), Francisco Reynés (Naturgy), José Ignacio Goirigolzarri (Bankia), José Vicente de los Mozos (Renault), Antonio Catalán (AC Hoteles) o José Damián Bogas (Endesa), además de los líderes sindicales de UGT y CCOO, Unai Sordo y Pepe Álvarez, los dirigentes de las principales organizaciones agrarias y de los autónomos, o personalidades de la cultura, como el presidente de la Academia de Cine, Mariano Barroso, el pianista James Rhodes o la actriz Concha Velasco, además de representantes de organizaciones no gubernamentales.

De todo ellos fue Ana Patricia Botín, presidenta del Santander, quien verbalizó por parte empresarial el sentido de sus aplausos: “Es fundamental que trabajemos todos juntos”, declaró a laSexta. “Hay un reto, pero hay una gran oportunidad de reconstruir todos juntos una economía más sostenible", recalcó mostrando su identificación con las palabras de Sánchez.

Patronal, sindicatos, grandes empresas y entidades financieras añadieron así más presión a Casado, que el miércoles tiene intención de negar a Sánchez el apoyo que pide para aprobar los Presupuestos de 2021 con el argumento de que su formación es incompatible con Unidas Podemos. Así lo anticipó este lunes en rueda de prensa el nuevo portavoz nacional del partido, el alcalde madrileño, José Luis Martínez Almeida. Y así será aunque el presidente lo esté pidiendo en nombre de la mayor emergencia que vive España en cien años.

Más presión también para Inés Arrimadas, la presidenta de Cs, aunque ella sí está dispuesta a hablar de Presupuestos con Sánchez pero no con la formación que lidera Pablo Iglesias.

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