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Crisis del coronavirus

El PP ve en las medidas de Illa una cortina de humo para perjudicar a Ayuso y tapar la polémica del rey

Cientos de personas se manifiestan este viernes frente a la Asamblea de Madrid en repulsa contra las medidas en los distritos afectados por el confinamiento.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no dio puntada sin hilo este lunes, cuando compareció junto al presidente del Gobierno después de que ambos dirigentes políticos se reunieran para abordar de forma conjunta la crisis sanitaria del covid-19 en la región. Lanzó una importante galería de críticas a Pedro Sánchez, que éste esquivó sin entrar al trapo. Pero también habló de "punto y aparte" en la relación entre ambas instituciones y de "nueva etapa". Un "punto y aparte" o una "nueva etapa", por seguir con los términos empleados por la protagonista, que se disolvió este mismo viernes como un azucarillo cuando quedó al descubierto que volvían las tensiones después que desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid se hubiese negado a ampliar las restricciones, tal y como se le demandaba desde el Gobierno central. 

Para el Partido Popular de Madrid el hecho de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, plantease a última hora del jueves como criterio para la región aplicar las medidas a toda la capital y a aquellos municipios con una incidencia de más de 500 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días es más una decisión "política" que basada en criterios técnicos. "Una cortina de humo", coinciden el grueso de las fuentes consultadas, para ayudar a que la Moncloa tape la polémica que rodea a la ausencia del rey en el acto del Poder Judicial este viernes en Barcelona.

"Sólo así se explica que Illa contraprogramase a la Comunidad de Madrid ofreciendo una rueda de prensa de forma paralela a la ofrecida por el viceconsejero Antonio Zapatero para dar cuenta de las nuevas medidas", subraya al respecto uno de los dirigentes consultados. La misma fuente destaca la buena relación existente entre Illa, Zapatero y el consejero de Sanidad madrileño.

En la dirección nacional del PP también ven a Sánchez volcado en atacar a Madrid. Su secretario general, Teodoro García Egea, acusó al presidente del Gobierno de estar "más preocupado por combatir al PP que al virus". "Qué poco le dura el consenso, la mano tendida y las ganas de acordar", declaró en un acto en La Gomera horas después de que se escenificase este nuevo desencuentro entre la Puerta del Sol y la Moncloa. "El enemigo es el virus, no la Comunidad de Madrid, el ayuntamiento o las administraciones gobernadas por el PP. Es al virus al que hay que combatir", insistió. 

"Acostumbrados a la deslealtad"

Para los conservadores, el hecho de que Illa convocase a los medios a la misma hora que Madrid iba a anunciar sus restricciones es una "deslealtad" a la que dicen estar "acostumbrados". Al mismo tiempo, lamentan que desde el Gobierno se intente "discriminar" a una región con medidas que en ningún caso han solicitado extender al resto de España. En este episodio, ambos sectores del Ejecutivo regional, el integrado por el Partido Popular y el integrado por Ciudadanos, van de la mano. En todo caso, fue la propia Isabel Díaz Ayuso la que el lunes pidió a Sánchez que tuviese en cuenta la singularidad de Madrid. Vino a decir que esta región no puede ser tratada como el resto.

A grandes rasgos, la Comunidad de Madrid esgrime motivos temporales y económicos para no aplicar, de momento, medidas más drásticas. Unos motivos que se entrelazan. Fuentes conocedores del contenido de los contactos entre los gobiernos regional y central coinciden en que desde la Puerta del Sol se pidió "siete días", una semana más, para comprobar si las restricciones anunciadas este viernes y el pasado –en total afectan a 45 áreas básicas de salud– sirven para frenar los contagios. Se pretende, dicen, que la economía madrileña se vea resentida lo menos posible y destacan las implicaciones que ello podría tener en la economía nacional.

"Más que confinar Madrid nuestra misión es ayudar a las personas. Las medidas que estamos tomando son las adecuadas. Test masivos, aforos, cuarentenas y el resto, a seguir adelante. Y Barajas...", escribió Ayuso en su perfil de Twitter.

Crónica de un desencuentro

Cuentan en el Gobierno de la Comunidad de Madrid que los encuentros mantenidos a lo largo de toda la semana con el Ejecutivo transcurrieron todos en tono muy cordial. Aseguran, incluso, que el martes se les trasladó que las medidas tomadas inicialmente para 37 zonas básicas de salud eran las adecuadas para la situación que atraviesa la región. Los problemas empiezan, aseguran desde el equipo de Ayuso, cuando el jueves por la noche se les trasladó que había que ir más allá con las medidas y "cerrar Madrid". "Lo que no se puede es llegar a una reunión de la noche a la mañana y, después de tener todo acordado y de alabar las decisiones, cambiamos y ahora hay que decidir que cerramos todo Madrid", se quejó el consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero.

En los últimos contactos con el Gobierno antes de la rueda de prensa que dejó en evidencia la ruptura, desde la Puerta del Sol se quejó de que se pretendiese convertir una "colaboración" entre instituciones en una "imposición". En la Consejería de Sanidad se insistía en que las nuevas medidas iban a ser adoptadas en base a las recomendaciones de sus técnicos. 

Sin punto de encuentro, prácticamente a la misma hora, Illa y Zapatero comparecían de forma separada y lanzando mensajes opuestos. En un primer momento, cuando no se intuía que el choque iba a ser total, se llegó a pensar en una comparecencia conjunta Gobierno-Comunidad de Madrid siguiendo la estela de la que protagonizaron Sánchez y Ayuso hacía sólo cuatro días.

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"Azuzar la división"

De forma paralela al desenlace final, desde la Comunidad de Madrid se quejan de que desde la Moncloa se está "azuzando a la división" en el equipo se Ayuso lanzando la "falsedad" de que el desencuentro entre instituciones tiene fugas o fisuras. A saber: el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, serían partidarios de endurecer las medidas en contra del criterio de Ayuso y su todopoderoso jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. Poco tardaron el consejero y el regidor municipal en desmentir esta versión en sus perfiles de Twitter.

Independientemente de este episodio, no es ningún secreto que la Comunidad de Madrid arrastra meses de tensiones entre sus responsables políticos y técnicos en lo que tiene que ver con la gestión de la pandemia.

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