Crisis del coronavirus

Aulas cerradas, bares abiertos: la Junta indigna a la Universidad con su plan contra el boom de contagios en Granada

La Junta de Andalucía ha suspendido las clases presenciales en la Universidad de Granada a partir del este jueves; en la imagen, la Facultad de Ciencias de la Salud.

El Gobierno andaluz (PP-Ciudadanos) ataca el boom del coronavirus en Granada cerrando la universidad, pero sin tocar los bares y restaurantes. La Junta suspende las clases presenciales en la Universidad de Granada e instaura una especie de toque de queda en las residencias universitarias, pero deja intactas las reglas del ocio diurno y nocturno vinculado a comer y beber. “Me entristece profundamente que se valoren más los bares que la vida universitaria", lamentó la rectora, Pilar Aranda. El consejero de Presidencia, Elías Bendodo (PP), confió en que las medidas adoptadas sirvan para evitar el cierre de la ciudad sin necesidad de mayores restricciones a la movilidad o a la hostelería.

La Universidad de Granada comenzó el curso el 21 de septiembre, con clases presenciales. En total, hay unos 60.000 estudiantes universitarios, 40.000 de ellos llegados de fuera de la ciudad. Tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Granada coinciden en que esta concentración está en la raíz de la fuerte subida del covid-19 en la ciudad de la Alhambra, de más de 232.000 habitantes. Durante el puente, en el que se ha sumado un 85% de ocupación hotelera a la ciudad, han circulado imágenes, algunas difundidas por la Policía Local, de juergas de jóvenes gritando y cantando, sin guardar distancia de seguridad, en algunos casos sin mascarilla, en ambiente de alcohol.

La Policía Local de Granada ha formulado 203 denuncias durante las tres noches del puente por ruidos en fiestas de pisos, botellones en la calle, no usar la mascarilla o incumplir normas en establecimientos. Este mismo martes, el alcalde de Granada, Luis Salvador (Ciudadanos), que se mostraba consciente del problema, afirmaba en Onda Cero que la Junta iba a tomar medidas “en dos líneas”: la universidad y el ocio. Y vinculaba expresamente el auge de los casos (más de 500 por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días) a la típica juerga del arranque de curso, prueba de lo cual era que durante un verano de “muchísima actividad cultural” no había habido brotes, según dijo. Pero las medidas de la Junta, a pesar de lo anticipado por el alcalde, se han quedado sólo en la universidad, sin traspasar las puertas de los bares.

Más de 500 casos por 100.000 habitantes en 14 días

La ciudad de Granada está en el punto de mira del Gobierno andaluz, que se reunió este martes con datos preocupantes sobre la mesa. El 12 de octubre había una incidencia acumulada de 612,1 casos por cada 100.000 habitantes en los 14 días anteriores, según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andaucía (IECA). El consejero de Presidencia, Elías Bendodo (PP), cifró la incidencia acumulada en 501, si bien el dato no fue actualizado por los canales oficiales usuales por problemas técnicos, según la Consejería de Salud y Familias. En cualquier caso, se trata de una cifra alta y por encima de lo establecido por el Ministerio de Sanidad como límite –junto a otros indicadores– para tomar medidas drásticas.

Bendodo prefirió destacar que, aunque Granada sí incumple esta regla de los 500 casos, está por debajo del 35% de camas UCI ocupada por pacientes con covid-19, lo que exime a la ciudad de las “medidas especiales” acordadas por el Ejecutivo y las comunidades autónomas. Es decir, Granada no está como Madrid. Sin restar importancia a la situación, Bendodo presentó un catálogo de actuaciones centradas en la universidad. Anunció que las clases en la Universidad de Granada no podrán desarrollarse de forma presencial en las dos próximas semanas. Los colegios mayores deberán cerrar a las 22.00 horas, dado que se han detectado más de 150 contagios en siete residencias universitarias. El consejero de Presidencia añadió que estas medidas están dirigidas a un fin: que “dentro de dos semanas” no haya que cerrar Granada.

Los bares no se ven afectados por las medidas anunciada por Bendodo, que aún están pendientes de concreción definitiva, previsiblemente en forma de orden en el Boletín Oficial de la Junta de Andaucía (BOJA). El delegado del Gobierno andaluz en Granada, Pablo García, desarrolló los argumentos de la Junta e incidió en que la capital está en un "momento crítico", dado el "altísimo ritmo de contagios entre la población joven". En declaraciones a Europa Press, defendió las medidas extraordinarias activadas, con las que se busca "evitar otras de mayor calado, como el cierre de locales o la limitación de horarios, en un sector ya de por sí muy dañado".

Críticas de la rectora

La Junta entiende que el cierre de aulas universitarias tiene menor calado que el cierre de locales de ocio. La decisión causó indignación en la Universidad de Granada. “Dejan los bares abiertos y cierran las aulas", lamentó en declaraciones a los medios la rectora, Pilar Aranda, que destacó que el curso estaba transcurriendo "con total normalidad". Aranda, que afirmó que acataba la decisión aunque podría vulnerar la "autonomía universitaria", dijo desconocer las cifras que han manejado sus responsables en la Junta, que podrían no conocer ni "metodologías" ni "prácticas" de la Universidad de Granada, donde están "sorprendidos y tristes".

“En el recinto universitario se está cumpliendo toda la normativa. Me entristece profundamente que se valoren más los bares que la vida universitaria y la formación. Parece que se entiende que es mejor que vayan a los bares, a las cafeterías o al ocio nocturno", añadió. Según los datos de la Universidad de Granada, hay actualmente 840 estudiantes aislados.

El Gobierno andaluz que preside Juan Manuel Moreno (PP) está teniendo especial tacto con la hostelería, un sector clave en la región. Hace dos semanas, la Junta llegó a aconsejar limitar las reuniones a seis familiares, pero sin rebajar el máximo de diez personas juntas en bares y restaurantes [ver aquí información en detalle].

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La Junta de Andalucía acordó este martes además restringir las entradas y salidas del término municipal de Écija (Sevilla, 39.873 habitantes), donde –a diferencia de Granada– sí se adelanta a las 22.00 horas el cierre de establecimientos hosteleros –bares y restaurantes– y se limita a 30 el número máximo de asistentes a celebraciones masivas como bodas y primeras comuniones.

Estas últimas medidas –no la limitación a las entradas y salidas– se extienden a Sierra de Yeguas (Málaga, 3.346 habitantes). En Écija se van a adoptar las medidas que en las últimas semanas ya se habían acordado para Linares (Jaén, 57.414 habitantes), Almodóvar del Río (Córdoba, 7.947) y Casariche (Sevilla, 5.456 ). En este último municipio, se cumplen los primeros 14 días de vigencia de estas medidas. Bendodo anunció que estas se van a prorrogar salvo en lo que concierne a las restricciones en las entradas y salidas del municipio, que sí se van a volver a permitir.

Los municipios afectados por restricciones endurecidas suman más de 114.000 habitantes. Son más de 340.000 habitantes, si incluimos Granada. En toda Andalucía, este martes se alcanzaron los 1.152 hospitalizados por coronavirus, récord de la segunda ola.

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