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moción de censura

PSOE y Cs explotan la indefinición de Casado sobre la moción de Abascal para dejar al descubierto las contradicciones del PP

José Luis Ábalos ofrece una rueda de prensa en la sede del PSOE.

El Partido Popular vive estos días como si las nubes de una fuerte tormenta estuviesen ubicadas sobre la sede de la formación, en el número 13 de la madrileña calle de Génova. Los conservadores tienen la sensación de que todos los partidos, independientemente de la orientación ideológica, les tienen a ellos en el punto de mira. Así, creen que cuando Santiago Abascal registró la moción de censura contra Pedro Sánchez uno de los objetivos que tenía en mente era ponerle complicadas las cosas a Pablo Casado. Y una sensación similar tienen respecto a la forma en la que PSOE y Ciudadanos afrontan el debate parlamentario que tendrá lugar este miércoles y este jueves. No obstante, no pasa inadvertido que desde el principal partido de la oposición no se ha tomado, hasta el momento, ninguna decisión que cortocircuite las estrategias del resto de partidos. Este lunes, el líder el PP, Pablo Casado, tuvo en sus manos la oportunidad de zanjar el debate y aclarar el sentido del voto de su partido el jueves. Pero optó por mantenerlo abierto. Al PP, según dijo en rueda de prensa, no le interesa "nada" la moción de censura de la extrema derecha. Pero no se movió de ahí con el argumento de que en el Comité de Dirección de su partido, que acababa de celebrarse, no se había perdido un solo "minuto" en esta cuestión.

En este contexto, la indefinición de Casado sobre lo que hará el Grupo Parlamentario Popular el jueves en el Cámara Baja fue aprovechada este lunes por PSOE y Ciudadanos para dejar al descubierto las contradicciones del PP, un partido que cada vez tiene más complicado unir bajo el paraguas de sus siglas a todas las sensibilidades políticas ubicadas a la derecha de Partido Socialista.

Desde el Partido Socialista, su secretario de Organización, José Luis Ábalos, dibujó al PP como un partido que hace "oposición de tierra quemada". "El gran problema de España es el desnortamiento del Partido Popular. Para el también ministro de Transportes la moción de censura que se vota esta semana en el Congreso no es más que un "ajuste de cuentas entre la derecha y la ultraderecha". "Exigimos [a Pablo Casado] que vote 'no' a la moción de Vox", llegó a decir el dirigente socialista en la rueda de prensa posterior a la ejecutiva de la formación liderada por Pedro Sánchez. Porque una abstención, dijo, "no deja de ser una respuesta acomplejada de quien no quiere romper sus vínculos con la ultraderecha".

Para los socialistas, que el PP se abstuviera sería "grave". Porque "no se puede ser indiferente a una moción como el programa de gobierno que va a exponer Abascal".

Salvo cambios de última hora, será el presidente del Gobierno el que responda a la intervención de Santiago Abascal. Pero no se descarta que el vicepresidente Pablo Iglesias (Unidas Podemos) tome la palabra en otras partes del debate para defender la gestión del Ejecutivo de coalición.

Ciudadanos: "una moción inoportuna e irresponsable"

A Partido Popular y Ciudadanos les unen bastantes intereses comunes. No en vano, cogobiernan en la Comunidad de Madrid, Castilla y León, la Región de Murcia y el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo. Pero en esto de la moción de censura, como ocurrió en los últimos plenos parlamentarios sobre el estado de alarma, no van de la mano. 

El partido naranja tiene claro el sentido de su voto. Edmundo Bal, su portavoz adjunto, consideró que se trata de una iniciativa "inoportuna e irresponsable", "absolutamente partidista" que servirá para acentuar "la polarización", pero que "no quitará ni un solo escaño a la mayoría Frankenstein" que sostiene al Gobierno.

Dudas puertas adentro del PP

Sobre la base de las presiones de PSOE y Cs a Pablo Casado para que deshoje la margarita y anuncie el sentido de su voto este jueves también descansan las dudas que hay, puertas adentro del PP, sobre cuál debería ser la posición del partido. Y el temor a una ruptura de la disciplina de voto si la decisión de la dirección nacional del partido no convence a todos los diputados.

Prácticamente desde que Pablo Casado llegó a la presidencia del partido, en las filas conservadoras conviven dos almas, dos corrientes: la partidaria de plantar cara a Vox de forma frontal para ensanchar la base electoral del partido, por el centro, y otra que duda de que la forma de reconquistar a sus antiguos votantes que se fueron a la extrema derecha sea precisamente cargando contra Abascal y los suyos.

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¿Una puerta abierta al desbloqueo en el CGPJ?

La moción de censura coincide en el tiempo con los intentos de PSOE y Unidas Podemos de desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial a través de una proposición de ley registrada hace una semana en el Congreso. El pasado viernes, en rueda de prensa desde Bruselas, el presidente del Gobierno ofreció a Casado aparcar esta iniciativa parlamentaria a cambio de que el PP vuelva a las negociaciones para renovar el órgano de gobierno de los jueces.

En el Partido Socialista y en el Ejecutivo consideran que Casado podría reconsiderar su negativa a negociar la renovación del CGPJ, pero que para ello tendrá que pasar la moción de censura. Así lo dio a entender José Luis Ábalos en rueda de prensa: "Esperemos que tomen nota de la inviabilidad del discurso extremista". Pero en el PP, de momento, no se pronuncian sobre esta posibilidad pese a que hay sectores del partido que consideran que un partido que se tiene por partido de Gobierno no puede quedarse al margen de las renovaciones de las instituciones ni boicotearlas.

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