Ruptura en la izquierda andaluza

La expulsión de Teresa Rodríguez aboca a los tribunales la guerra política entre Podemos-IU y los anticapitalistas

Teresa Rodríguez, en el Parlamento de Andalucía, en una imagen de archivo.

Adelante Andalucía, ensayo de unidad del espacio político a la izquierda del PSOE, salta por los aires en plena pandemia, reduciendo su grupo parlamentario a la mitad, dejando previsiblemente como diputada no adscrita a la que ha sido su principal referente, Teresa Rodríguez, atomizando aún más la oposición al Gobierno de PP y Ciudadanos apoyado por Vox. Y rompiendo puentes entre Podemos-IU y Rodríguez, acusada de “transfuguismo” por irse salir del partido pero no dimitir como parlamentaria. Ahora mismo resulta inverosímil la idea de un regreso a la unidad. La líder anticapitalista y los suyos advierten de que utilizarán la vía judicial contra su aprobada expulsión del grupo parlamentario, medida impulsada por Podemos que contó con el apoyo del PSOE y la colaboración de IU. El litigio tiene un componente económico: los 1,6 millones de euros de asignación económica al grupo Adelante Andalucía, del que ahora pueden salir Rodríguez y siete de sus próximos. Nada queda ya del divorcio amistoso que escenificaron Rodríguez y Pablo Iglesias en febrero. Ahora la ruptura es total y es por las malas.

Al fondo del conflicto aparecen los tribunales. Fuentes del sector anticapitalista aseguran que agotarán la vía parlamentaria para revertir su expulsión, con un recurso ante la mesa, pero que también pedirán medidas cautelares y amparo al Tribunal Constitucional y abrirán la vía contencioso administrativa en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Los ocho parlamentarios expulsados según la mesa no se dan de hecho por expulsados, según dichas fuentes, convencidas de tener la razón jurídica de su parte. “Yo no he recibido ninguna notificación”, explicaba uno de ellos ya de noche.

Podemos, que se había quedado sin representantes en el grupo después de la salida del partido de Rodríguez y sus afines, solicitó este martes a la mesa del Parlamento a través de IU la exclusión del grupo de Adelante Andalucía de su ex secretaria general y siete diputados más, entre ellos los portavoces adjuntos Ángela Aguilera y José Ignacio García, a los que tacha de “tránsfugas”. El argumento central de Podemos: los ocho fueron elegidos en 2018 por Podemos, que era parte –junto a IU y dos pequeños partidos andalucistas– de la coalición Adelante Andalucía; de modo que si salen de Podemos, salen de Adelante Andalucía y no deben seguir en el grupo.

La mesa del Parlamento, con los votos a favor de PSOE, PP y Vox, acordó la expulsión de estos ocho diputados del grupo de Adelante, a lo que los anticapitalistas de Rodríguez, dos veces candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, respondieron anunciando un recurso y la vía de los tribunales. Aquí no se da nadie por vencido. Por ello la crisis apunta hacia la Justicia.

No sólo hay cuestiones políticas en juego. También económicas. Los diputados no adscritos no cuentan con las subvenciones que corresponden a los grupos parlamentarios, que en el caso de Adelante Andalucía ascienden a 1,6 millones al año, si bien ahora esta se reducirá de forma proporcional a su pérdida de representación, indican fuentes parlamentarias. Los diputados expulsados pasan a cobrar sólo su sueldo, añaden las fuentes. No es un tema baladí, más aún cuando estos diputados aspiran a levantar un nuevo proyecto político. Fuentes conocedoras de la crisis afirman que causaba desconfianza en Podemos e IU que Rodríguez y sus afines tuvieran el control total sobre la cuenta en la que el Parlamento hace sus ingresos trimestrales de la subvención a Adelante Andalucía, que asciende a 1,6 millones al año. Desde el sector anticapitalista aseguran que jamás habían dejado de pagar a IU y que nunca lo habrían hecho.

Ruptura del grupo

Adelante obtuvo 17 diputados en las elecciones de diciembre de 2018, 11 situados en las listas por Podemos y seis por IU. De los 11 de Podemos, ocho se han dado de baja para pasar a formar parte del nuevo proyecto andalucista y autónomo de Teresa Rodríguez, según expresa la carta del partido morado en la que piden su expulsión del grupo de Adelante. Podemos pide la expulsión de estos ocho, pero no de otras tres –Maribel Mora, María García Bueno y Ana Villaverde–, maniobra que los anticapitalistas ven como una forma de aparentar que son mayoría en el nuevo grupo de Adelante.

García Bueno y Villaverde tomaron posición a favor de Rodríguez. Maribel Mora también, ya que pidió a la mesa que no admitiera la solicitud de expulsión presentada formalmente por Inmaculada Nieto, de IU, pero redactada por Jesús de Manuel, secretario de Organización de Podemos Andalucía. Es decir, políticamente el grupo de Adelante Andalucía es ahora Izquierda Unida, con el apoyo desde fuera de Podemos. No obstante, al menos por ahora García Bueno, Villaverde y Mora siguen en el grupo, pero sin sintonía política con IU. Las tres se dicen “utilizadas”. Un escenario sui generis.

La solicitud de expulsión de Rodríguez y sus siete afines informaba a la mesa del Parlamento de lo siguiente: “Ocho diputados y diputadas afiliados y propuestos para su inclusión en las candidaturas por Podemos en Andalucía han causado baja en el partido político, separándose de la afiliación, los acuerdos de sus órganos, sus estatutos y código ético, sin que a su vez hayan procedido a dimitir de su cargo. Esta retención del acta sin el consentimiento o tolerancia de Podemos Andalucía los coloca en una situación de transfuguismo”. El uso del sustantivo “transfuguismo” sorprendió por su dureza. ¿Deja puentes para un futuro entendimiento? Cada vez se ve más improbable, tanto en unas elecciones andaluzas como en unas generales. Más aún cuando la vía judicial está abierta para ambas partes: Podemos-IU para obligar a Rodríguez a soltar el partido político Adelante Andalucía; los anticapis para recuperar su condición de diputados de Adelante. Hay margen para meses de enfrentamiento, si nadie pisa el freno.

La explosión de una olla a presión

La olla a presión de Adelante reventó este martes. Bullían demasiadas cosas dentro. Había graves diferencias políticas de fondo entre Podemos-IU, por un lado, y los anticapitalistas liderados por Rodríguez, por otro. Las discrepancias atañen a la relación con el PSOE y a la posición ante el Gobierno de Unidas Podemos, pero también a la necesidad de que Andalucía tenga un partido propio. Podemos e IU, liderados en Andalucía por Martina Velarde y Toni Valero, se alinean con el proyecto de unidad de acción entre sus partidos y de coalición gubernamental con el PSOE, apuesta de Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Rodríguez prefiere hacer la oposición con un partido andalucista sin tutelas externas. Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía desde su formación hasta febrero, empezó a desconectar del proyecto al no conseguir, por la oposición de la dirección de Pablo Iglesias, que su alianza con Izquierda Unida cristalizara en un “sujeto político andaluz” autónomo, al estilo de los comuns de Ada Colau. Y culminó cuando Podemos entró en el Gobierno con el PSOE.

La líder rompió de forma aparentemente amistosa en febrero, con un vídeo junto a Pablo Iglesias. Pero eso era sólo la fachada. Detrás, persistían los problemas. Podemos e IU desconfiaban de que Rodríguez mantuviera en su poder un partido político, llamado Adelante Andalucía. Temían y temen que en el futuro los anticapitalistas quieran usarlo como marca electoral contra Unidas Podemos. El desencuentro ha ido creciendo a ojos vista. Se ha protegido trabajosamente la disciplina de voto, incluso cuando había discusiones a puerta cerrada, sobre todo por la posición en relación con el Gobierno central. Pero lo demás estaba roto. IU y Podemos ya no se reconocían ni siquiera en las comunicaciones oficiales de Adelante Andalucía, ni en los mensajes de la cuenta de Twitter, controlada por los anticapitalistas.

Rodríguez: “Me odian”

La expulsión fue decidida en la mesa por PSOE, PP y Vox, aunque su impulso político correspondió a Podemos y su traslado formal a IU, que desempeñó este martes un papel ingrato en una película en la que ha sido actor secundario. Ciudadanos, que preside el parlamento, se abstuvo. Curiosamente, Adelante Andalucía no votó, porque su representante, Maribel Mora, se opuso. La presidenta del Parlamento, Marta Bosquet (Cs), y el letrado preferían no tramitar directamente la petición de expulsión, para dar audiencia a los diputados concernidos. Pero se impuso el criterio de la mayoría en la mesa. Así que fuera del grupo los ocho, que ahora –si no logran revertir su situación– quedan a expensas de lo que establezca la Comisión de Seguimiento del Pacto Antitransfuguismo a nivel estatal.

Rodríguez, una vez conocida la decisión y desatada una batalla de mensajes en redes sociales, dio claras muestras de tener intención de mantener el pulso. Este mensaje publicó en Twitter: “PSOE, PP y Vox aprueban a propuesta de IU mi expulsión y la de mis compañer@s del grupo parlamentario durante mi permiso de maternidad. Tanto tocar las narices con las dietas y las bajadas de sueldo los ha puesto de acuerdo en algo: me odian. Es un atropello jurídico. Recurriremos. Todo por mantener a Inmaculada Nieto (IU) como portavoz aunque no tuviera la mayoría del grupo respetando los acuerdos. Ella aprovecha esa posición para presentar un escrito en nombre del grupo sin preguntarle y previo acuerdo con PP, PSOE y Vox. Lamentable”. 

Una secuencia da idea del frenesí de la jornada. Tras conocer por la mañana la presentación de la solicitud de expulsión de Rodríguez, los diputados de Adelante próximos a la exlíder decidieron cesar "temporalmente" a Inmaculada Nieto, portavoz del grupo, de IU. Izquierda Unida criticaba que sus diputados no habían recibido ninguna comunicación sobre la referida reunión y que "la convocatoria se hizo por Telegram”, poco antes de las 13.00, cuando se celebró. Por la tarde, Nieto seguía siendo portavoz. En ese lapso, los diputados afines a Rodríguez que la habían cesado se habían quedado fuera del grupo por acuerdo de la mesa.

Ya con Rodríguez expulsada, la cuenta de Twitter de Adelante Andalucía seguía mostrándole apoyo: “La mesa del Parlamento expulsa a Teresa Rodríguez (aprovechando su baja maternal) y otras 7 diputadas por iniciativa de IU y Podemos y con el apoyo de Vox, PP y PSOE. Denunciamos este atropello democrático. No vamos a quedarnos calladas. #YoConAdelante”.

El lío es descomunal. Los diputados tienen pendientes conversaciones con letrados del Parlamento para aclarar todos los extremos de la nueva situación. La única reflexión más o menos en positivo que se trasladaba este martes: no hay convocatoria electoral cerca. Al menos, a priori.

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¿En qué situación política queda ahora ese espacio a la izquierda del PSOE? Podemos e IU tienen dos líderes, Velarde y Valero, que concitan importante respaldo interno, pero que no han trabajado aún perfil electoral. No son parlamentarios. Con esos mimbres, deben dar vuelo en Andalucía al proyecto Unidas Podemos a través de un grupo parlamentario, Adelante Andalucía, reducido a menos de la mitad y conmocionado por esta ruptura. Y con la espada de Damocles de un litigio judicial.

Sí es parlamentaria Rodríguez, que ahora puede quedarse sin siglas en el Parlamento, y que sigue reivindicando la marca Adelante Andalucía. Su apuesta es clara: en un país con el conflicto territorial en carne viva, Andalucía tiene que tener su partido sólo andaluz. Podemos e IU tratan de asfixiar la iniciativa comparándola con las CUP. Ella ha tenido como referente a Ada Colau, pero no ha logrado el apoyo de esta a su aventura.

Está por ver al lado de quién se coloca Más País, que acaba de constituirse en Andalucía con el liderazgo de Esperanza Gómez, antigua parlamentaria andaluz de Podemos, que a pesar de las discrepancias políticas mantiene algún puente con Rodríguez.

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