Bloqueo en el órgano de gobierno de los jueces

El Gobierno lanza una segunda advertencia a Casado y le emplaza a demostrar con la renovación del CGPJ el "centro" que reivindica para el PP

El presidente del PP, Pablo Casado, pronuncia unas palabras mientras preside la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido, en la sede de la formación política, este martes, en Madrid.

Si en la moción de censura registrada por Vox contra Pedro Sánchez el líder del Partido Popular solemnizó desde la tribuna de oradores del Congreso su ruptura con la extrema derecha, su ruptura con la foto de Colón, este martes Pablo Casado hizo un discurso con objetivos similares pero de consumo interno, puertas adentro de su partido. En una intervención abierta a los medios de comunicación, el líder del principal partido de la oposición reivindicó ante el Comité Ejecutivo Nacional de su formación el centro político como seña de identidad. "Es ahí donde se sitúa la inmensa mayoría de la sociedad española. Una sociedad que es abierta, tolerante y plural", defendió.

Si el discurso en la Cámara Baja de hace un par de semanas no pasó inadvertido para el Gobierno, que reaccionó con agilidad para poner a Casado ante el espejo de su aparente ruptura con la formación de Abascal ofreciéndole retomar las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Ejecutivo aprovechó para insistir este martes en que el asunto sigue parado y en que el PP tiene todavía la oportunidad de pasar de las palabras "a los hechos". "Hasta ahora sólo hemos oído discursos. No hemos visto gestos", resumían desde la Moncloa a infoLibre.

La cuestión temporal no es menor. Hace seis días, desde el entorno del presidente Pedro Sánchez se intentaba meter presión a Pablo Casado. O se sentaba a desbloquear las negociaciones, decían, o los planes para renovar esta institución sin el principal partido de la oposición serían reactivados. Es decir, que se recuperaría la proposición de ley registrada por PSOE y Unidas Podemos para reformar la ley del CGPJ que, entre otras cuestiones, esquiva el bloqueo al que el PP tiene sometido al CGPJ.

Minutos después de que el jefe de los conservadores pronunciara este discurso ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, aprovechaba una pregunta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros relacionada con las investigaciones judiciales al rey Juan Carlos I para destacar que para conseguir la "legitimación de las instituciones" es necesario que se renueven, en alusión al CGPJ.

"Obras son amores", respondió, por su parte la vicepresidenta Carmen Calvo al portavoz del PP en el Senado, Javier Maroto, después de que este sostuviera en el sesión de control al Ejecutivo en la Cámara Alta que su partido sigue "con la mano tendida" al Gobierno para ponerse de acuerdo "por España y los españoles".

"Una cosa es ser un partido responsable, de Estado, que tiende la mano, y otra ser el partido al que el Gobierno recurre cuando le interesa y para los acuerdos que le interesan... y si no hacemos lo que a ellos les interesa somos unos radicales y estamos junto a Vox. Así, no", lamenta un veterano dirigente en conversación con este diario.

Los conservadores defienden que, contrariamente a la imagen que PSOE y Unidas Podemos trasladaron la semana pasada de ellos, Casado estaba dispuesto a llegar a acuerdos con Pedro Sánchez en la prórroga del estado de alarma hasta el 9 de mayo. "En cuanto vieron que pactando con Esquerra les daban los números ya no quisieron saber nada más. No podíamos hacer otra cosa que abstenernos. No se puede dar luz verde a una medida tan excepcional sin apenas control parlamentario y con el presidente fuera de la Cámara", dice la misma fuente.

El PP responde: el Gobierno conoce nuestras condiciones

En el Partido Popular aseguran, como coinciden en el grueso del Gobierno, que "no hay avances" para el desbloqueo en el órgano de gobierno de los jueces. Y optan por poner la pelota en el tejado de Pedro Sánchez.

Fuentes de la dirección nacional del PP consultadas por infoLibre subrayan que, a día de hoy, el Ejecutivo no ha cumplido una sola de las tres condiciones que consideran indispensables para sentarse a hablar. ¿Son líneas rojas? "Por supuesto", responden en Génova, cuartel general del partido de Pablo Casado.

La primera de las condiciones pasa por que la proposición de ley registrada por PSOE y Unidas Podemos sea retirada del registro del Congreso. Al PP no le sirve con que se hayan frenado los plazos para la tramitación.

La segunda condición es que Unidas Podemos, uno de los partidos integrantes del Gobierno de coalición, no intervenga en el proceso. Y la tercera, la despolitización del CGPJ.

Este mismo martes, el portavoz de la formación morada en el Congreso, Pablo Echenique, insistía en la necesidad de renovar el órgano de gobierno de los jueces apostando por la reforma planteada por PSOE y Unidas Podemos, que "garantiza la pluralidad del CGPJ y su renovación".

El propio Echenique apostó por no dejar de lado la reforma del sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial incluso si el Partido Popular accedía finalmente a negociar porque, según señaló, esta no será la última vez que haya un bloqueo, informa Europa Press. No pasa inadvertido que lo que pretende Echenique choca con una de las condiciones del partido de Casado para desbloquear el proceso.

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En el Gobierno, no obstante, hay un sector radicado en el Ministerio de Justicia mucho más optimista que el resto del Ejecutivo sobre la posibilidad de un pacto con el PP en lo que tiene que ver con la renovación del órgano de gobierno de los jueces. 

En su intervención ante el Comité Ejecutivo Nacional, Pablo Casado no hizo una sola mención al tema del CGPJ. Sí recalcó que desde su partido se han lanzado propuestas al Gobierno en materia de reconstrucción económica y que fueron rechazadas.  Y recordó que hace dos años ofreció a Sánchez "una docena de pactos transversales para dar estabilidad sin que tuviera que depender de los independentistas y de los radicales de izquierdas".

Ningún dirigente tomó la palabra en el turno de ruegos y preguntas, según informan fuentes conocedoras del contenido de la reunión, lo que fue interpretado como un cierre de filas. "Ha hecho el discurso que se esperaba después del que pronunció en la moción, el discurso de un líder que aspira a gobernar", resumió un líder territorial que escuchó las palabras del jefe de los conservadores.

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