El Parlamento readmite a Teresa Rodríguez y los 'anticapis' en Adelante pendiente de un examen en detalle de su expulsión

Marcha atrás a la expulsión de Teresa Rodríguez y sus siete diputados afines del grupo de Adelante Andalucía, expulsión forzada por Podemos e Izquierda Unida. Al menos provisionalmente, Rodríguez y los suyos vuelven al grupo. Los anticapitalistas son readmitidos, pero no de forma definitiva. La pelota queda ahora en el tejado de la parte IU de Adelante, que debe demostrar el supuesto “transfuguismo” de los expulsados. ¿Cómo? Acreditando que salieron del grupo porque habían salido de Podemos. Políticamente, es obvio que habían salido. La pregunta es: ¿lo habían hecho formalmente? El conflicto político adquiere cariz jurídico.

La Mesa del Parlamento de Andalucía acaba de acordar la "reconsideración” del acuerdo de expulsión del miércoles pasado, que queda sin efecto. La mesa reclama a la portavoz del Grupo Adelante Andalucía, la parlamentaria de IU Inmaculada Nieto, que en un plazo de dos días naturales acredite que los ocho parlamentarios afectados han causado baja en el grupo “como consecuencia de su baja en su formación política”, es decir, en Podemos, explicaron fuentes parlamentarias. Una vez recibida esta información los letrados elaborarán un informe jurídico sobre la base del cual se tomará la decisión definitiva [ver aquí información en detalle sobre la crisis].

La crisis se complica. Pero, en resumen, queda así: Rodríguez y los suyos –los anticapitalistas-andalucistas– vuelven provisionalmente al grupo. Esto no supone ni de lejos que la crisis se resuelve, sino que queda pendiente de que la Mesa reciba más información para decidir. Habrá más tensión y más crisis. De la complejidad de la crisis da idea el que la mesa empezó su reunión el miércoles y comunicó su decisión pasadas las 21.00 del jueves.

La decisión supone un vuelco en la situación. Ahora Rodríguez y los anticapitalistas vuelven al grupo de Adelante Andalucía, que había saltado por los aires en plena pandemia, reduciéndose a la mitad, dejando como diputada no adscrita a la que ha sido su principal referente, Teresa Rodríguez, y atomizando aún más la oposición al Gobierno de PP y Ciudadanos apoyado por Vox.

¿Cómo había ocurrido todo? Podemos, que se había quedado sin representantes en el grupo después de la ruptura de Rodríguez y sus afines, solicitaron el miércoles pasado a la Mesa del Parlamento a través de IU la exclusión del grupo de Adelante Andalucía de su ex secretaria general y siete diputados más, entre ellos los portavoces adjuntos Ángela Aguilera y José Ignacio García, a los que tachaban de “tránsfugas”. El argumento central de Podemos: los ocho fueron elegidos en 2018 por Podemos, que era parte –junto a IU y dos pequeños partidos andalucistas– de la coalición Adelante Andalucía; de modo que si salen de Podemos, salen de Adelante Andalucía y no deben seguir en el grupo. Ahora la portavoz de Adelante debe acreditar que en efecto los expulsados lo fueron “como consecuencia de su baja en su formación política”.

La Mesa del Parlamento, con los votos a favor de PSOE, PP y Vox, aceptó la propuesta y el mismo miércoles se formalizó la expulsión de estos ocho diputados del grupo de Adelante, decisión a la que los anticapitalistas de Rodríguez, dos veces candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, respondieron anunciando un recurso y la vía de los tribunales. Más tarde el PP aclaró que no era partidario de expulsar de inmediato del grupo a Rodríguez y sus afines, sino a solicitar un informe al letrado.

Un grupo roto

Adelante obtuvo 17 diputados en las elecciones de diciembre de 2018, 11 situados en las listas por Podemos y seis por IU. De los 11 de Podemos, ocho forman ahora parte del nuevo proyecto andalucista y autónomo de Teresa Rodríguez, según expresa la carta del partido morado en la que pedían su expulsión del grupo de Adelante. Podemos pedía la expulsión de estos ocho, pero no de otras tres –Maribel Mora, María García Bueno y Ana Villaverde–, maniobra que los anticapitalistas denunciaron como una forma de aparentar que son mayoría en el nuevo grupo de Adelante. No obstante, estas tres se han puesto de parte de Rodríguez y los anticapis.

La solicitud de expulsión de Rodríguez y sus siete afines informaba a la Mesa del Parlamento de lo siguiente: “Ocho diputados y diputadas afiliados y propuestos para su inclusión en las candidaturas por Podemos en Andalucía han causado baja en el partido político, separándose de la afiliación, los acuerdos de sus órganos, sus estatutos y código ético, sin que a su vez hayan procedido a dimitir de su cargo. Esta retención del acta sin el consentimiento o tolerancia de Podemos Andalucía los coloca en una situación de transfuguismo”. El uso del sustantivo “transfuguismo” sorprendió por su dureza. Se abrió entonces una crisis (más bien, emergió una crisis latente). Rodríguez y los suyos no se dieron por vencidos y anunciaron batalla. Quedaban claramente enfrentados a las direcciones de IU y Podemos, lideradas por Toni Valero y Martina Velarde. Fue el adiós al divorcio amistoso de febrero, el del vídeo de Rodríguez y Pablo Iglesias.

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De momento, Rodríguez ha logrado que la Mesa reconsidere su primera decisión. Queda batalla. La dos veces candidata a la presidencia de la Junta celebró la decisión en Twitter: “La Mesa del Parlamento anula nuestra expulsión con beligerancia abierta de PSOE y Vox. Le piden a Inmaculada Nieto (IU) documentos que no podrá aportar porque no existen, como el que avala la expulsión del Grupo Parlamentario donde están en franca minoría”.

Es cierto que IU está en minoría. También lo es que Podemos, el partido más fuerte de Adelante Andalucía cuando obtuvo 17 parlamentarios en diciembre de 2018, ahora no tiene representación en el Parlamento. Mucha tela por cortar. Un conficto político, ahora jurídico también. Lo indudable es la división, difícil de arreglar a corto-medio plazo, del espacio de la izquierda a la izquierda del PSOE.

Inmaculada Nieto también hizo su valoración: "Vamos a poner esa documentación y la que se nos pida a disposición de la Mesa. Esperamos que en los próximos días haya una decisión definitiva que restituya la normalidad del funcionamiento de la Cámara. Estoy convencida de que el Parlamento de Andalucía decidirá conforme al acuerdo antitransfuguismo que las fuerzas políticas compartimos desde hace más de dos décadas y que hemos actualizado recientemente para desincentivar estas prácticas".