Crisis del coronavirus

Limpieza, vigilancia o comidas, los otros gastos de los que no se sabe nada y que engordarán aún más el coste del hospital de pandemias de Ayuso

La presidenta, Isabel Díaz Ayuso, y el consejero de Sanidad en una de sus visitas a las obras del Hospital Isabel Zendal el pasado 7 de julio.

El sábado 31 de octubre estaba marcado en rojo en el calendario de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Era un día importante de cara al escaparate del Ejecutivo regional. La jornada en la que se entregaría el nuevo Hospital Enfermera Isabel Zendal, el centro de pandemias que llevaban meses anunciando a bombo y platillo ante las cámaras. Pero lo cierto es que un par de días después de la supuesta “entrega”, todavía se continuaban realizando “algunos remates” importantes. Lejos de lo que se aseguró, el centro sanitario no estuvo finalizado en los tres meses prometidos. Tampoco su coste se ha ajustado al plan inicial. De hecho, se desembolsará el doble de lo previsto sólo en el levantamiento del cascarón. Ahora, desde la Puerta del Sol, sede del gobierno regional, se señala que el pistoletazo de salida será en dos o tres semanas. Pero todavía quedan muchos flecos por atar que pueden incrementar todavía más la factura. Porque un hospital no es solo su edificio o los sanitarios que permiten su funcionamiento. También es necesario dotarlo de otros tantos servicios asociados, como la vigilancia o la limpieza, que recaerán en manos de empresas privadas. Y, de momento, no hay ni una sola adjudicación en este sentido.

El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, aseguró el pasado lunes que se seguía trabajando intensamente para que pudiera echar a andar definitivamente a mediados de noviembre. “Estamos a toda máquina y preparados para recibir pacientes”, dijo el dirigente conservador, quien señaló que las dos últimas semanas se dedicarían a adaptar las instalaciones para su puesta en funcionamiento. Pero lo cierto es que todavía quedan cuestiones que resolver. En primer lugar, cerrar definitivamente el procedimiento para derivar a los trabajadores sanitarios necesarios, sobre el que la Consejería de Sanidad ya tiene un plan elaborado. Y, en segundo lugar, dotar al hospital de otro tipo de servicios importantes en el normal funcionamiento de un centro de estas características. En este sentido, fuentes sindicales presentes en la reunión de este miércoles de la Mesa Sectorial con la Consejería de Sanidad explican que cuestiones como “la cocina, el mantenimiento, la limpieza o la seguridad” serán adjudicadas a empresas privadas, como se ha hecho ya en algunos otros hospitales de la Comunidad de Madrid.

Pero a menos de quince días de que se cumplan los plazos para que el Enfermera Isabel Zendal eche a andar, este tipo de contratos siguen sin aparecer en el Portal de la Contratación pública del Ejecutivo madrileño. “El director general de Infraestructuras deslizó que se estaban ultimando las licitaciones de urgencia”, señalan las mismas fuentes. “De momento no tenemos ni idea sobre estas cuestiones”, detallan también desde otros sindicatos como Satse o UGT, entre otros. Tampoco desde la oposición se tiene constancia de que este tipo de servicios ya hayan sido adjudicados. En este sentido, Carmen López, portavoz de vigilancia a las Contrataciones del PSOE, explica que estos desembolsos deben pasar antes por el Consejo de Gobierno, quien tiene que autorizar el gasto. Sin embargo, en lo relativo al centro de pandemias a la diputada socialista sólo le constan aquellos centrados en el procedimiento de urbanización. Ni rastro de vigilancia, restauración o limpieza. Este diario también preguntó a la Consejería de Sanidad por estas cuestiones. Sin embargo, a cierre de esta edición no se ha recibido respuesta.

Desde Clece a Ferrovial pasando por Ariete Seguridad

Este tipo de servicios suponen desembolsos importantes para las arcas públicas. La limpieza es un ejemplo de ello. En 2018, la empresa Ferrovial Servicios se embolsó unos 5 millones de euros por cuatro meses llevando a cabo el servicio integral en el Hospital Universitario 12 de Octubre, un contrato con el que también se hizo para el Hospital La Paz o el Hospital Severo Ochoa. Pero no hay que retroceder tanto para ver el gasto que puede suponer. Sólo hay que echar un vistazo a la primera ola de la pandemia en la región. Y, en concreto, al anterior hospital milagro de Díaz Ayuso: Ifema. Allí, este gasto ascendió a 3,97 millones de euros. El coste unitario ofrecido por la compañía adjudicataria ascendió a 15,95 euros la hora entre semana durante el día, 18,89 euros la hora entre semana por la noche y un incremento del 25% durante los fines de semana. Aquel contrato, con el que se hizo la compañía Clece –del grupo ACS, presidido por Florentino Pérez– era para una duración de tres meses.

Lo mismo sucede en cuestiones como la vigilancia del centro o la restauración. Sobre el primer servicio, varios han sido los contratos adjudicados para otros hospitales del Servicio Madrileño de Salud. En el caso del Hospital Clínico San Carlos, el encargo cayó el pasado 8 de mayo en manos de Ariete Seguridad SA por 0,53 millones de euros, la compañía de una antigua concejala de Alcorcón que en marzo de 2019 también se hizo con la seguridad del Gregorio Marañón por otros 0,46 millones de euros. En cuanto a la gestión de las comidas, varias han sido también las licitaciones. En enero del año pasado, este servicio en el Hospital Ramón y Cajal fue adjudicado a la firma Mediterránea de Catering por 1,89 millones de euros con un plazo de ejecución de cuatro años. Más recientemente, en Ifema, la licitación para las comidas recayó en Eurest Colectividades por 4 millones de euros. En aquel caso, el coste unitario de las comidas fue superior al habitual. Por paciente y día se aceptaron, por ejemplo, 19 euros, una cifra muy superior a los 6,79 euros que se fijó, por ejemplo, en 2017 para este mismo servicio en el Hospital Niño Jesús.

Oposición y sindicatos sanitarios también se muestran expectantes ante la falta de licitaciones para adquirir camas u otro tipo de aparatos fundamentales para la puesta en marcha del nuevo centro, como por ejemplo un generador con la potencia suficiente como para seguir suministrando electricidad en caso de que se produzca un apagón. Todos estos gastos incrementarán todavía más el precio de un hospital que ya arrastra sobrecostes solo en la construcción. En un primer momento, el Consejo de Gobierno calculaba que el coste de las obras ascendería a unos 51,7 millones de euros. Sin embargo, este miércoles desde la Consejería de Sanidad se reconoció a Telemadrid que el gasto para levantar únicamente el cascarón será finalmente del doble: unos 100 millones de euros. Un incremento que se debe a “mejoras” que han sido incorporadas, como un aumento de la superficie construida de 56.000 metros cuadrados a 80.000 metros cuadrados, la dotación de suministros al Instituto de Medicina Legal para incorporarlo al complejo o el aumento de la altura del Centro Logístico Sanitario de cara a su robotización.

Traslado forzoso

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El Enfermera Isabel Zendal provocó este miércoles en el Pleno de la Asamblea de Madrid agrios enfrentamientos entre Díaz Ayuso y la oposición. “Eso que llama hospital es una operación propagandística más”, dijo la portavoz de Podemos, Isa Serra. “Último pelotazo en forma de hospital”, calificó desde Más Madrid Mónica García. Pero la presidenta madrileña tuvo respuesta para todos ellos. “No tienen ustedes decencia política, no saben reconocer nada”, respondió a la diputada morada. “Usted sólo dispara. Dispara insultos, ataques e infundios. La curva en la Comunidad de Madrid es exactamente igual, es el reflejo de la curva de su boca: mustia”, le soltó a García desde su escaño. Y concluyó el debate sobre este tema respondiendo al líder de la oposición, Ángel Gabilondo, que la izquierda no hay nada que “le guste más” que “generar alarma y confusión” para que los madrileños “no vayan a los hospitales y sientan miedo”.

El famoso hospital de pandemias, compuesto por tres grandes pabellones, está previsto que eche a andar a mediados de noviembre. “Antes de que finalice el mes el Gobierno quiere que esté en funcionamiento el número dos, dotado con unas 240 camas de hospitalización, unas 16 de UCI y otras 32 de cuidados intermedios –en total se ha previsto que el centro pueda albergar 1.065 camas–. Me imagino, por tanto, que ahora se centrarán a fondo en ese pabellón concreto y luego se pondrán con el resto”, detallan fuentes sindicales presentes en las reuniones de la Mesa Sectorial con la Consejería de Sanidad. Un encuentro en el que el Ejecutivo madrileño puso sobre la mesa su plan para dotar de sanitarios al hospital sin plantear nuevas contrataciones de personal. En concreto, el documento contempla dos vías. Se comenzará por un proceso de adscripción voluntaria en el resto de hospitales de la región para que aquellos sanitarios que así lo quieran puedan pedir su traslado temporal al Isabel Zendal. En este sentido, Ayuso dijo este miércoles que conoce pocos médicos que no quieran participar en dicho “proyecto pionero”.

Pero por si este proceso voluntario no fuera suficiente para cubrir todas las plazas, el plan que Sanidad puso sobre la mesa de los sindicatos y colectivos sanitarios abre la posibilidad del traslado forzoso de todo ese personal que fue contratado como refuerzo para hacer frente a la pandemia. El documento no especifica la duración de los traslados. De hecho, ni siquiera da una estimación. “Tiene carácter temporal y durará el tiempo necesario para atender las necesidades asistenciales por coronavirus del Hospital Enfermera Isabel Zendal, pudiendo ser rescindida en cualquier momento de cambiar las circunstancias que dieron origen a las mismas”, se limita a señalar el plan, que tampoco hace una proyección sobre el número concreto de efectivos que van a ser necesarios. A fin de llegar a un acuerdo con los sindicatos, que ya han expresado su rechazo a esta estrategia si no incluye refuerzos para cubrir los puestos que queden vacíos en el resto de centros hospitalarios, se mantuvo una nueva reunión este viernes centrada en la actividad asistencial. Entre otras cuestiones, se volvió a preguntar por los servicios sobre los que aún no se sabe nada. “El miércoles se tratará”, señalan las fuentes pulsadas en referencia a la nueva cita fijada para el próximo 11 de noviembre. 

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