Cuentas públicas

Los Presupuestos superan su primer examen con la advertencia de ERC y Cs sobre vetos cruzados

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, recibe los aplausos de sus compañeros de partido en el Congreso.

"Estamos en un momento de país extraordinario que necesita de una respuesta inédita". La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, repitió esta expresión y otras con la misma esencia, en repetidas ocasiones en el segundo día del debate de las enmiendas de totalidad a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que culminó este jueves en el Congreso con una mayoría muy holgada a favor del Ejecutivo: 198 votos en contra de frenar la tramitación, los de PSOE, Unidas Podemos, ERC, Ciudadanos, PNV, Bildu, PDeCAT, Más País-Equo, Compromís, el PRC, Nueva Canarias y Teruel Existe, y 150 en contra. La cifra, los 198 apoyos, es la mayoría más amplia con la que un Gobierno ha superado estas iniciativas de devolución de las cuentas públicas.

En el Ejecutivo se felicitan de este apoyo tan holgado –la mayoría absoluta está ubicada en los 176 escaños– en una situación "excepcional", en pleno estado de alarma. Y que retrata a quienes quieren construir frente a las fuerzas que están en otra cosa.

Tras la jornada del miércoles, protagonizada por los grupos parlamentarios que solicitaron la devolución de las cuentas públicas. Y que, por tanto, se frene su tramitación y sigan en vigor los del conservador Cristóbal Montoro, la del jueves sirvió para que las formaciones políticas partidarias de seguir negociando en la fase de enmiendas fijaran posición. No es noticia. Se trata de un bloque nada compacto que tiene imposible llegar unido a la foto final, como sus representantes se encargaron de dejar claro en la tribuna de oradores. El resumen es el siguiente: si Esquerra Republicana de Catalunya (ERC, 13 escaños) y EH Bildu  (5) están en la foto final, no estará Ciudadanos (10). "O Bildu y Esquerra, o Ciudadanos", avisó la líder del partido naranja, Inés Arrimadas después de haber escuchado cómo su grupo se convertía en el protagonista de los discursos de Pablo Echenique (Unidas Podemos) y Gabriel Rufián (ERC).

Minutos antes, la también portavoz del Gobierno había intentado echar un cable al partido naranja. Señaló Montero que no había que ser muy "espabilado" para concluir que Echenique y Rufián habían lanzado múltiples mensajes a Cs. Y les avisó de que ahora, en plena crisis sanitaria, es el momento de superar "una suerte de vetos cruzados" y tener "altura de miras". De poner más el foco en "qué" se negocia y qué se acuerda que "el quién".

Echenique arrancó su discurso intentando derribar las medallas que Arrimadas se cuelga sobre esta primera fase de la negociación presupuestaria. Les dijo que el partido naranja no ha estado "sentado" en la mesa donde se han tomado las grandes decisiones. "Ustedes, hasta este momento, no han conseguido nada", espetó. Y dejó claro que los Presupuestos, a su juicio, tienen que salir de los grupos que respaldaron la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y que dio pie al Ejecutivo de coalición PSOE-Unidas Podemos. "Trabajemos juntos", les animó justo un día después de que EH Bildu anunciara que, a día de hoy, están en dar un 'sí' a las cuentas públicas para 2021.

Desde ERC, Gabriel Rufián tampoco se anduvo con rodeos. "Ciudadanos es incompatible con la izquierda", defendió. Y dejó claro que, a su juicio, es necesario cortar el paso al partido naranja para evitar que el Partido Socialista caiga en la tentación de recurrir a ellos como socios en lugar de a Unidas Podemos.

En lo que sí coinciden tanto ERC como Cs es en no bajarse de la ronda de negociaciones. Ambas fuerzas están dispuestas a seguir negociando en la fase de enmiendas que se abre a partir de este jueves. También coinciden en que Pedro Sánchez tendrá que elegir en algún momento de este proceso.

Arrimadas arrancó su discurso haciendo como si no se hubiese dado cuenta de que había sido la principal aludida del turno de Unidas Podemos y de ERC. Y cargó contra el bipartidismo PP-PSOE por llevar cuarenta años vetándose mutuamente, dijo, y recurriendo a los votos de los nacionalistas. "Los dos principales partidos llevan 40 años cavando una trinchera y cuando una fuerza liberal se muestra dispuesta a negociar parece un ovni", se quejó.

Arrimadas y la "humillación" de Otegi

Después entraría en materia que, principalmente consistió en cargar contra el independentismo y contra Unidas Podemos. Al contrario de lo que había sostenido Echenique, la líder de Cs defendió que por supuesto que ya hay el sello de su partido en el proyecto que este jueves se somete al debate de totalidad. Habló de la no subida del IVA a la educación concertada. O a la sanidad privada. "Esto no está en los Presupuestos. Es una línea naranja", añade.

La idea de Arrimadas de no borrarse de la mesa de negociación es firme, pese a las advertencias de Unidas Podemos, ERC y pese al 'sí' dado por EH Bildu. "Jamás podrán volver a decir que no lo hacen [coger la mano tendida de su partido] porque no tuvieron otra opción o porque les ha obligado una oposición irresponsable que no quiere sentarse a negociar", avisó. "No es necesario", destacó, que el Ejecutivo "tenga que soportar las humillaciones" del coordinador de Bildu, Arnaldo Otegi, "diciendo que decide el futuro de España".

En respuesta, el diputado de EH Bildu Oskar Matute se reafirmó en la disposición de su grupo a apoyar los Presupuestos para 2021, y dijo a los grupos que recelan de su apoyo al Gobierno, que tras rechazar a las enmiendas de totalidad, tienen en mente ir dando más pasos en este sentido: "Hoy recién empieza todo", resumió.

Los siguientes pasos

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Los Presupuestos Generales del Estado continuarán su tramitación con la presentación de las enmiendas al articulado, plazo que culminaría el 17 de noviembre.

El proyecto pasará a la ponencia creada en el seno de la Comisión de Presupuestos, que tiene hasta el 20 de noviembre para aprobar el informe. A partir de ese momento, comienza el debate del informe y las enmiendas al articulado en Comisión, con el fin de tener elaborado el dictamen antes del 27 de noviembre. Una vez aprobado el dictamen en Comisión, el texto vuelve a Pleno –entre los días 30 de noviembre y 3 de diciembre–. Cada ministro presenta las partidas de sus respectivos departamentos y se debaten y votan las enmiendas al articulado y las secciones no incorporadas en las fases anteriores y que los grupos hayan pedido mantener vivas. El debate y votación se realiza diferenciando el articulado del proyecto y cada una de sus secciones. Si todas reciben el respaldo de la mayoría simple, más votos a favor que en contra, el proyecto se remite al Senado.

Si la Cámara Alta no incluye modificaciones, las cuentas públicas para 2021 quedarían definitivamente aprobadas. Un proceso que Sánchez confía en tener listo a finales de diciembre o, como tarde, las primeras semanas de enero.

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