Crisis del coronavirus

El PP se hace un lío con la Navidad: Casado pide una norma consensuada y sus barones proponen una cada uno

Teodoro García Egea y Pablo Casado, el pasado lunes durante la reunión semanal de la dirección del PP.

Las normas para celebrar las fiestas navideñas en plena segunda ola de la pandemia de la covid-19 anunciadas por el Gobierno provocaron este miércoles reacciones contradictorias en el seno del PP. Su líder, Pablo Casado, emplazó al presidente Pedro Sánchez a buscar el consenso de las Comunidades Autónomas para que las reglas de comportamiento sean las mismas, todo lo contrario de lo que defendió, al menos en un primer momento, la Comunidad de Madrid.

Casado puso en duda que las normas propuestas por el Gobierno —toque de queda a la una de la madrugada y limitación de reuniones a seis personas— obedezcan a criterios científicos y técnicos y acusó a Sanchez de tomar estas decisiones “a voleo”.

Aparentemente Madrid no piensa igual que Casado. Su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, pidió al Ministerio de Sanidad que garantice a las autonomías “cierta de flexibilidad” para adoptar las medidas del plan de Navidad y abogó por adaptarlas a la situación epidemiológica de cada territorio.

En una entrevista en Telemadrid, Escudero señaló que si “unos días antes” de las fiestas navideñas la Comunidad de Madrid mantiene su tendencia actual, la intención del Gobierno regional es que su plan “se cumpla en su totalidad”: elevar a 10 el máximo de personas en las reuniones familiares para los días 24, 25 y 31 de diciembre y los días 1 y 6 de enero y toque de queda a las 1.30 horas en Nochebuena y Nochevieja.

“La evolución de la pandemia es buena, aunque queda todavía mucho camino por recorrer, pero creo que ese pequeño gesto hacia la familia es algo que sí podemos permitirnos”, manifestó el consejero, que mantiene la recomendación de limitar las reuniones familiares y sociales a un máximo de tres grupos de convivientes.

En cuanto al retraso en el toque de queda, Escudero lo justificó apelando a que en Madrid “las distancias son bastante largas” y así se “va a favorecer que esa salida de las cenas se produjese de la manera más natural”.

El portavoz nacional del PP y alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, optó por una vía intermedia y pidió normas generales pero que se puedan “modular” en cada territorio.

Los cálculos de Feijóo

No son estas las únicas variantes que plantearon este miércoles los dirigentes del PP. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, propuso que los niños computen de forma diferente que los adultos a la hora de fijar el número máximo de personas que puedan compartir cena en Nochevieja y Nochebuena. “Lo que me parece razonable es que el cómputo de niños sobre adultos debería tener una metodología distinta”, apuntó Feijóo son explicar si se basa en criterios científicos.

Su homólogo andaluz, Juanma Moreno, evitó el fondo de la cuestión y pospuso una decisión hasta mediados de diciembre. Va a estar “todo muy condicionado” por lo que suceda en torno al 10, 11 y 12 de diciembre, fechas en “las que sabremos si vamos bien o mal” con la incidencia del coronavirus y, en función de ello, se decidirá si se abre la comunidad autónoma o permanece cerrada como en este momento.

El líder del PP, Pablo Casado, añadió a su petición de consenso que el Gobierno tenga “humanidad”, dijo literalmente, para no sumir al país “en la depresión más profunda” tras lo que ya han sufrido ya los ciudadanos, teniendo sobre todo en cuenta a los mayores.

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Que “se tenga en cuenta a los más mayores, que llevan demasiado tiempo solos”, pero también, añadió, “a las personas que han pasado por situaciones límite“, como las mujeres que han sufrido maltrato para que en esta época puedan tener la compañía de sus familiares.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prometió “máxima actitud de diálogo y acuerdo con todas las comunidades autónomas” para el plan de restricciones sanitarias para la Navidad pero subrayó que la propuesta de limitar las reuniones a seis personas no es ”a capricho”. Esa es la cifra, defendió, que los profesionales sanitarios dicen que es “lo suficientemente rigurosa y restrictiva para que no explosione de nuevo la curva de contagios”, aseguró. Casi la mitad de los que planea la Comunidad de Madrid.

Las dificultades para llegar a un acuerdo obligaron a posponer el debate sobre la Navidad en el Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles. En todo caso, Sánchez apostó porque la decisión se tome por mayoría, sin esperar a la unanimidad. “Si alguna comunidad autónoma tuviera capacidad de veto, la rapidez y la eficacia para responder a la emergencia sanitaria se verían mermadas”.

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