Fiscalía General Estado

El fiscal que investiga al rey emérito, único aspirante a ocupar la plaza de Navajas como número dos de Delgado

Juan Ignacio Campos, durante su toma posesión como fiscal jefe de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

Juan Ignacio Campos, el fiscal jefe de la investigación de las finanzas del rey emérito, es el único aspirante que se ha presentado para suceder a Luis Navajas como teniente fiscal del Tribunal Supremo. Según adelantó El Periódico y han confirmado a infoLibre fuentes del Ministerio Público, el plazo para presentar la solicitud para optar a este puesto, el de más alto rango de la Carrera y que ejercerá las veces de número dos del Ministerio Público, se cerró el viernes de la semana pasada y Campos no tendrá ninguna competencia para hacerse con el cargo.

Es el relevo más importante en la Fiscalía General del Estado durante la etapa de Dolores Delgado, una vez que Navajas se jubile la semana que viene, pues el cargo de teniente fiscal, cuyo mandato es de cinco años, tiene equiparación de magistrado del alto tribunal. Campos es uno de los fiscales de mayor confianza de la actual fiscal general; no en vano, le encargó personalmente que se hiciera cargo de las diligencias con respecto a Juan Carlos I, una de las investigaciones más sensibles en las que se halla inmerso el Ministerio Público. Fue fundador de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), asociación a la que perteneció Delgado.

Antes de que se cerrara el plazo, varios medios de comunicación ya publicaron que Campos sería el elegido para suceder a Navajas. Fuentes de la Fiscalía General del Estado consultadas por este diario valoran muy positivamente que sea el único candidato, pues eso significa que "tiene autoridad y es respetado", por lo que "nadie quiere competir con él". A su juicio, esta circunstancia refuerza su "figura indiscutible en la Carrera". Otras fuentes aseguran que el hecho de que sólo haya un aspirante no es nada habitual.

Campos ha adquirido notoriedad en los últimos meses después de que Delgado le eligiera como responsable de la investigación al ex jefe del Estado. Pero este fiscal de Sala, experto en delitos económicos, también se ha encargado en el pasado de otras causas no menos mediáticas: interrogó a Luis Bárcenas en 2009, cuando éste aún era aforado ante el Supremo, en lo que eran los inicios del caso Gürtel; también a la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, y formó parte del equipo para el recurso de casación de Iñaki Urdangarin. Además, ha llevado muchos asuntos de terrorismo de ETA y corrupción como el caso Malaya.

Previamente, en su paso por la Fiscalía de Madrid, destaca su papel en el caso del asesinato en 1992 de la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez en la antigua discoteca Four Roses de Madrid, la primera reconocida como víctima del racismo y la xenofobia en nuestro país.

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El trabajo del teniente fiscal del Tribunal Supremo consiste en dirigir y coordinar por delegación del fiscal general de Estado la actividad ordinaria del Ministerio Público en el alto tribunal, por lo que se presupone una persona de confianza de la persona que en el momento de la designación está al frente de esta institución. Desde 2015, se hace cargo de todos procedimientos que afecten a aforados o a miembros del Gobierno y, además, ejerce como fiscal general de forma interina en las semanas en que la plaza está vacante por cese del gobierno de turno y hasta que se hace efectivo el nuevo nombramiento por el siguiente. En el caso de Navajas, ha ejercido este puesto en funciones en más ocasiones que nadie: tras la dimisión de Eduardo Torres-Dulce, el cese de Consuelo Madrigal, el fallecimiento de José Manuel Maza, el cese de Julián Sánchez Melgar y el de María José Segarra.

Para la vacante de teniente fiscal podían presentarse los miembros del Ministerio Público pertenecientes a la primera categoría de la Carrera y que contaran con tres años de antigüedad en dicha categoría, a la que en la actualidad pertenecem más de una veintena de fiscales. Todos ellos forman parte de la Junta de Fiscales de Sala, que es es el órgano que asiste al fiscal general en materia doctrinal y técnica para fijar criterios de interpretación y actuación legal, resolver consultas, elaborar memorias y circulares, preparar proyectos e informes que deban ser elevados al Gobierno o cualquier otra materia que el máximo representante del Ministerio Público estime procedente para someter a conocimiento y estudio.

El proceso para designar al teniente fiscal, como el de todos los nombramientos dentro del Ministerio Público, es estudiado por los vocales del Consejo Fiscal, que valoran si los aspirantes reúnen los requisitos necesarios para el puesto y hacen una propuesta de nombramiento. En este caso, habrá pocas dudas, pues Campos cumple con las condiciones requeridas. Aún así, la decisión final siempre depende única y exclusivamente de la fiscal general.

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