Casado elige su tono más duro contra Sánchez y le pide que llore para probar que “siente” el dolor de la pandemia

No hay espacio para un acercamiento entre Pablo Casado y Pedro Sánchez. Así de claro lo dejó este miércoles en el Congreso el líder del PP con una intervención en la que volvió a considerar al presidente responsable no sólo de la crisis sanitaria sino de sus consecuencias económicas y sociales y de haber provocado una crisis institucional por intentar hacerse con todo el poder en el Estado, incluido el judicial.

A su largo catálogo de reproches, del que lleva dando cuenta desde hace meses, Casado añadió dos nuevos: no hablar de las fiestas navideñas en términos religiosos y no haber llorado ante la situación como la primera ministra alemana, Angela Merkel.

En un tono de gran dureza, que adobó acusándole de mentiroso y de actuar con “cobardía”, Casado exigió a Sánchez que pida “perdón” a los españoles por su gestión de la pandemia y a hacerlo “entre lágrimas”. “Sienta de verdad” lo que ha pasado, añadió poniendo en duda su empatía con las víctimas.

El líder de la oposición usó su intervención en el Pleno, convocado para hacer balance del segundo estado de alarma por el coronavirus, para reprochar al presidente que acuda al Congreso a "presumir" de la gestión de la crisis cuando en la última jornada han fallecido 388 personas y que, encima, cometa la "deslealtad de decir que Alemania está mucho peor". "Por lo menos venga aquí a dar la cara como hace Angela Merkel y sienta de verdad, como ella, con lágrimas, lo que está pasando en este país".

Un argumento en el que insistió en su toruno de réplica: “Señor Sánchez, estas navidades son muy tristes. Tenga respeto: en Alemania llora una estadísta; aquí ríe un frivolo”.

"Baje usted del Falcon, toque tierra, mire a los ojos a los médicos, a las familias, a los españoles, los parados lo jóvenes emigrados y dígales dos palabras: gracias por lo que han hecho y perdón porque presido un Gobierno que es incompetente, ha mentido y que es tan arrogante de no reconocer el daño infligido en la sociedad española".

Casado sorprendió además con una reivindicación de la identidad cristiana de España y una apelación a la “civilización occidental” en términos muy parecidos a los que hace pocos días utilizó la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Lo hizo para criticar que Sánchez se hubiese referido las celebración navideña como las “fiestas del afecto”. “¿Tanto les cuesta celebrar la navidad, que es el nacimiento de Jesús, en un país cristiano, en una civilización occidental?”, le espetó. “Creo que podemos reivindicar esta fiestas históricamente sin ningún problema, también ustedes felicita por Twitter a otras confesiones religiosas. En España hay que reivindicar la navidad sin problemas”, insistió.

Casado también proclamó la existencia de una “crisis tremenda” por los “ataques de los socios” del Ejecutivo “a la Monarquía, a la Constitución y a la Transición”, quye según él sólo desean “abrir heridas”. “No juegue usted al poli bueno y al poli malo. ¿No decía que esto era un único Gobierno, una sola voz? Pues entonces diga aquí que rechaza categóricamente los ataques de su socio de Gobierno al Rey de España, que fue ratificado por las Cortes españolas hace seis años”.

Cuatro meses de sesiones de control evidencian la estrategia coincidente de PP y Vox contra el Gobierno

Ver más

Apenas unas horas después de la conversación telefónica de 45 minutos que mantuvo con Sánchez, el líder del PP culpó al presidente de la prolongada interinidad del Consejo General del Poder Judicial. No quiere, acusó, que “se despolitice” la Justicia y se “refuerce la independencia judicial”. Y tiene “la cobardía” de no decirle a su socio de Gobierno: “Lo siento mucho Pablo, pero estos temas van de mayorías parlamentarias y no se puede renovar instituciones con quien ataca al Rey y al Poder Judicial”.

Casado insistió en sus ataques a Unidos Podemos, a EH Bildu y a ERC. Según él, Sánchez lamenta las víctimas del terrorismo yihadista y calla sobre las de ETA. “¿Lamenta usted las víctimas de ETA?”, llegó a preguntarle.

Lo ue Sänchez quiere, concluyó, es “aglutinar todos los poderes”. “Usted no sabe dónde va, solo le importa el poder. En plena tormenta, ha parado el motor, ha arriado las velas y pretende hacer responsable a los demás de que haya mala mal. El problema es que usted no sabe navegar. Usted es presidente, pero no tiene gobierno”. “Ha elegido a los radicales”, que van “contra la tradición europea y atlántica”.