Sesión de control

Sánchez pide a Casado que tome nota del resultado del 14F y el "sentido de Estado" que hace dos semanas atribuyó a Vox

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, volvió a hacer de la exigencia de "sentido de Estado" al principal partido de la oposición el eje de su respuesta parlamentaria al líder del Partido Popular, Pablo Casado. Si no se produce este cambio, dijo, el PP seguirá por el "camino de la perdición".

Si hace un par de semanas afeó al jefe de los conservadores que hasta la extrema derecha de Vox había demostrado más sentido de Estado que ellos a la hora de convalidar el real decreto para la agilización de los fondos europeos, este miércoles se empleó en pedir ese "sentido de Estado" a Casado en la sesión del control al Gobierno en el Congreso. Y lo hizo tras las elecciones catalanas del 14F, en las que el PP se quedó en tres escaños y cuando se abre un periodo muy amplio sin elecciones para el que los socialistas consideran necesario que los conservadores se vuelquen en ocupar el papel del principal partido de la oposición arrimando el hombro en cuestiones como el desbloqueo de los órganos constitucionales pendientes de renovación, como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

"Acomplejado" por la ultraderecha

Así, Sánchez avisó al líder del PP de que si no opta por la moderación y por una oposición "útil" y con "sentido de Estado", seguirá por el "camino de la perdición" que le han enseñado sus malos resultados en las elecciones catalanas, que son fruto, a su juicio, de su "proyecto contradictorio" y de estar "acomplejado" por la ultraderecha.

En un momento de la intervención, recomendó a Casado la película El Sirviente, invitación tras la que estaba la intención de dibujar al PP como "sirviente" de la extrema derecha.

Casado había aprovechado su pregunta para pedir al presidente del Gobierno que rompa con Pablo Iglesias. Y el presidente respondió hurgando en la herida de la derrota electoral en Cataluña: "Imagino que registró su pregunta antes de las elecciones del 14F en Cataluña, porque claro, hablar de ceses o dimisiones". 

Minutos después, en el turno de Inés Arrimadas (Ciudadanos), Sánchez recuperó uno de los mensaje que el lunes, un días después de los comicios, trasladó la Ejecutiva de los socialistas: la exigencia a Cs, y al Partido Popular, que rompa sus acuerdos con Vox en las instituciones en los que la extrema derecha es clave para sostener gobiernos de coalición de los naranjas y los conservadores.

"Todos tenemos que sacar lecciones de lo que ocurrió el 14 de febrero. A mi juicio, el pactar con la ultraderecha trae consecuencias. Lo que le pido es que ustedes y el PP rompan sus pactos territoriales y locales con aquellos que les están comiendo, que es la ultraderecha", insistió.

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Y como el día iba de "sentido de Estado", el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, no obvió que Sánchez en la última sesión de control al Ejecutivo había atribuido esta cualidad a la extrema derecha para darle un bofetón dialéctico al PP y, en su respuesta a Macarena Olona (Vox) fue muy claro. "Yo no creo que ustedes sean una fuerza política con algún tipo de altura de Estado. Ustedes hacen permanentemente apología del terrorismo, hacen apología de una dictadura terrorista, reivindicando sus gobiernos y hacen apología del terrorismo de Estado".

Acto seguido, el líder de la formación morada se dirigió a Pablo Casado para recordarle que ya le había advertido de que "había alimentado a la bestia", en alusión a Vox, y "ahora la bestia le estaba devorando".

"Estará usted de acuerdo conmigo de que después de lo que pasó el domingo se confirma lo que le advertimos desde aquella tribuna. Usted llegó a un partido rodeado de corrupción, de carreras y de másteres falsos y va a terminar como pagafantas de la ultraderecha",pagafantas dijo dirigiéndose al jefe de la oposición.

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