La investigación por fraude al candidato andaluz de Vox

El sumario del 'caso Serrano': una carta del juez estrella de Vox complica su defensa

Francisco Serrano, en una imagen del archivo durante su etapa en el Parlamento andaluz, del que salió con su dimisión debida a la investigación por un posible fraude de subvenciones.
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Una carta firmada por Francisco Serrano, el que fue juez estrella de Vox, se añade a su ya extensa lista de problemas. ¿Por qué? La clave está en su fecha: 28 de julio de 2017. Ese día Serrano estampa su firma en una misiva, desvelada ahora por infoLibre, con un ingeniero como destinatario. En la misma aborda detalles económicos y muestra sin dejar lugar a dudas una implicación directa en un proyecto empresarial, ahora bajo la lupa judicial, en el que Serrano afirma como defensa que era sólo un convidado de piedra y que fue engañado por sus exsocios, marcando así distancias con un posible fraude de casi 2,5 millones de euros de dinero público.

La carta, escrita por el dos veces candidato de Vox en Andalucía cuando es obvio que ya había tenido conocimiento de que la ayuda había sido obtenida mediante una solicitud al Ministerio de Industria que incluía información falsa, está incorporada al sumario del caso Serrano, cuyo próximo hito será la declaración de los tres imputados, es decir, del expolítico y los que fueron sus dos socios.

Ni Serrano ni sus antiguos compañeros de aventura empresarial respondieron a las solicitudes de información enviadas por este periódico.

Obtención con información falsa y la incógnita del dinero

El juez Serrano estaba citado declarar este lunes en el juzgado 16 de Sevilla, que instruye el caso de posible fraude de subvenciones destapado por infoLibre [ver aquí el dosier]. No obstante, finalmente no lo hará. El instructor, Juan Gutiérrez Casillas, ha ordenado la suspensión de las declaraciones de los tres investigados, Serrano y sus dos exsocios, previstas para el lunes, y de los testigos, previstas para el miércoles y el viernes, tras recibir la solicitud de al menos una abogada, que informó de haber sido contacto estrecho de una familiar con riesgo de estar contagiada de covid-19, confirma el TSJA. Las declaraciones quedan fijadas para el 17 de mayo (investigados) y 20 y 21 de mayo (testigos), añade.

¿En qué consiste el caso? Serrano, durante su etapa como empresario, obtuvo en 2016 mediante una solicitud que incluía información falsa dirigida al Ministerio de Industria una ayuda pública de 2,48 millones de euros, dinero que la sociedad beneficiada, Bio Wood Niebla, que compartía con otro socio, debía dedicar a la construcción de una fábrica de biocombustible en Niebla (Huelva).

De lo que debía ser a lo que fue media un abismo. La factoría está lejos de ser culminada. Es poco más que una nave abandonada en medio del campo. El dinero no ha sido devuelto.

A raíz del desvelamiento del caso por parte de este periódico en octubre de 2019, el vicepresidente de Facua, Rubén Sánchez, hoy acusación popular, presentó una denuncia ante la Policía Nacional, que abrió una investigación y trasladó los hechos a la Fiscalía de Sevilla. Esta los elevó a la Fiscalía Superior, por ser Serrano aforado. Finalmente, constatada la existencia de indicios de delito, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) asumió el caso, pero lo perdió a raíz de que el dos veces candidato de Vox dimitiera el verano pasado, acorralado por el escándalo, y perdiera su aforamiento.

Ahora el caso está en la Justicia ordinaria. Y a Serrano le corresponderá dar explicaciones en la fase de instrucción, previa a un posible juicio. El juez que lleva el caso, Juan Gutiérrez Casillas, la Policía Nacional y la Fiscalía han dirigido sus pesquisas no sólo hacia la forma de obtención de la ayuda, que sólo fue posible porque Serrano y un socio, Enrique Pelegrín, declararon falsamente ser dueños de una maquinaria industrial que en realidad no tenían, sino también hacia el destino del dinero conseguido.

Queda por ver si la investigación policial obtiene refrendo judicial. Y en esa fase, tendrá la palabra Serrano, cuya idea central ha sido esta: que fue engañado.

La versión de Serrano

infoLibre ha intentado reiteradamente recabar de Serrano explicaciones sobre su actuación en este caso, tanto sobre la forma en que se obtuvo el dinero, como sobre los motivos por los que Serrano no abandonó el proyecto hasta octubre de 2017, así como sobre el destino de los fondos. Pero el juez sólo respondió a este medio antes de la primera información, en octubre de 2019. Tampoco ha contestado a la solicitud de información enviada esta semana tanto a su propio despacho legal, Serrano Abogados, como al que ejerce su defensa, sobre los asuntos que aborda este artículo [ver La caja negra al final de esta pieza]. Silencio absoluto.

El hombre que protagonizó el regreso de la ultraderecha a la primera línea institucional, logrando en diciembre de 2018 12 parlamentarios en Andalucía que fueron determinantes para apear al PSOE del poder tras 37 años, ha sido parco en explicaciones públicas, que sólo ha ofrecido a través de dos hilos en Twitter [ver aquí y aquí].

En dichas manifestaciones, Serrano admite que, tras la concesión del crédito en diciembre de 2016, supo que la maquinaria con la que él mismo y su socio habían constituido la empresa ante notario en realidad no había sido adquirida. "Ante esta situación solicité inmediatamente una reducción de capital, para así ajustarnos a la legalidad", señala Serrano. Dicha reducción de capital se produjo el 30 de diciembre de 2016, devolviendo la maquinaria falsamente aportada a cada uno de los socios, es decir, a Serrano y Pelegrín.

El propio relato de Serrano parece indicar así que en diciembre de 2016 ya conocía que había una ilegalidad. Otra manifestación del juez es esta: "Cuando me di cuenta de que las máquinas que se habían aportado mediante facturas proforma no habían acabado en poder de mi socio", comenzó mi "falta de confianza en el proyecto". "Eso, unido a que tuve conocimiento de que estaban intentando promover otros proyectos en Extremadura con la intención de pedir otros créditos al mismo Ministerio de Industria, provocó que decidiera desligarme del proyecto", añade Serrano. Lo cierto es que Serrano participó como protagonista en el despliegue empresarial en Extremadura, mediante la formación de una sociedad el 21 de junio de 2017.

Serrano ha manejado otras fechas como supuestos puntos de inflexión, hitos en los que –afirma– fue consciente del supuesto engaño. El 2 de junio de 2020, compareció voluntariamente en la Fiscalía de Sevilla, asistido por un abogado, para ofrecer una versión. Allí aseguró que "en marzo de 2017, y después de mucho insistir", logró que Pelegrín le reconociera que no tenía la famosa maquinaria, consistente en un secadero y tres granuladoras. El problema es que un año antes, Serrano había asegurado ante notario que él era propietario del secadero "por justo y legítimo título". Serrano y su socio se limitaron a aportar unas facturas proforma de la maquinaria. La atribución en falso de la maquinaria fue clave para dar a la empresa Bio Wood Niebla la apariencia de sociedad con capacidad industrial y así obtener los 2,48 millones.

Las versiones de Serrano no siempre son fáciles de integrar en una sola línea coherente. Por una parte, el dos veces candidato de Vox afirma que la reducción de capital –que tuvo lugar el 30 de diciembre de 2016, según la documentación mercantil a la que ha tenido acceso este periódico– sirvió para "ajustarnos a la legalidad", lo que parece implicar ya el conocimiento de una ilegalidad. Por otra, ante la Fiscalía situó en marzo de 2017 el conocimiento pleno de la irregularidad y alude a una posterior reducción de capital.

En cualquier caso, Serrano hizo significativos movimientos después de marzo que lo sitúan en primera línea del proyecto, cuando ya era perfectamente sabedor de que la ayuda había sido obtenida mediante un engaño, dado que la maquinaria no existía. ¿El ejemplo más significativo? El 21 de junio tuvo lugar la inyección de un millón de euros de Proyectos e Inversiones Serralba a Pellex Energía, la empresa extremeña. Hasta octubre, Serrano no salió del entramado empresarial, como acredita la información mercantil. No obstante, al fiscal le contó que en julio ya había tomado la decisión de marcharse.

Este no ha sido el único movimiento de Serrano para tratar de acreditar su desconocimiento de los hechos supuestamente delictivos. Poco después de destapar este periódico el caso, el dos veces candidato de Vox dirigió a la Fiscalía un escrito autojustificativo. El mismo incluía una denuncia de Serrano contra Pelegrín y un segundo impulsor del proyecto, Javier López, presentada el 28 junio de 2018 y que debía ser indicativa de que el denunciante era ajeno a posibles hechos delictivos.

Pero la Policía cree que Serrano sólo trata de aparentar desconocimiento.

La carta del candidato de Vox

La UDEF, en el atestado 1162/20, incorporado al sumario del caso, se dedica a desmontar metódicamente el supuesto engaño a Serrano. Los investigadores se apoyan para ello en el propio expediente del Ministerio de Industria, que evidencia el papel protagonista del juez en el logro supuestamente irregular de los fondos. Además, la participación de Serrano en el proyecto también queda acreditada por cuantiosa documentación mercantil, así como por su propia actividad empresarial. La UDEF atribuye la denuncia de Serrano a un deseo de blindarse ante posibles problemas legales y proteger su trayectoria política.

Y hay algo más. El sumario incluye un documento, el desvelado en este artículo, que resulta relevante a la hora de valorar la participación de Serrano en el proyecto y las fechas hasta las que llegó esa implicación en primera línea. Aunque su nombre aparece en los papeles oficiales, dando fe de su participación, este documento muestra además su conocimiento e interés en la gestión económica. Se trata de una carta dirigida por Serrano al ingeniero agrónomo J.D.S.P., con membrete de su despacho legal, Serrano Abogados, el 28 de julio de 2017.

Situémonos. Estamos a finales de julio de 2017. En diciembre del año anterior se había producido la reducción de capital para devolver a los socios –Serrano y Pelegrín– la maquinaria aportada en falso y así ajustarse a la legalidad, según se desprende del relato del propio Serrano. En marzo de 2017, es innegable que el juez había sabido ya fehacientemente por Pelegrín que no había maquinaria, a pesar de que esta había sido clave para obtener la ayuda. Y "en julio", según le había contado al fiscal, ya tenía decidido irse. No obstante, el 28 de julio, Serrano se dirigió por carta a dicho ingeniero, demostrando un conocimiento en primera línea del proyecto de fábrica de pellets.

Esa carta dirigida por Serrano al ingeniero tiene historia. Tras recibir la solicitud de ayuda, en mayo de 2016, el Ministerio de Industria pidió a Bio Wood Niebla un "informe de experto independiente" que "acredite la valoración a precios normales de mercado" de la maquinaria supuestamente portada. Industria quería detalles sobre las máquinas. ¿El problema? Que la maquinaria no existía. Bio Wood Niebla, es decir, la empresa del juez Serrano, encargó entonces un "supuesto peritaje" a un ingeniero que no era independiente, sino "parte interesada" en el proyecto, según la UDEF. El nombre del informe parece claro: "Informe de tasación pericial de maquinaria de planta de pellets de Bio Wood Niebla". Pero la Policía Nacional, que tomó declaración al responsable de la compañía, comprobó que "el tasador elaboró su informe sin ver la maquinaria" y "nunca verificó la existencia de los bienes". Entre otras cosas porque la maquinaria no era tal.

La relación entre Bio Wood Niebla y este tasador acabó en conflicto. Uno de los documentos incorporados al sumario recoge una larga sucesión de comunicaciones en torno a los trabajos del ingeniero. La UDEF pone el foco en la carta de Serrano de 28 de julio de 2017, que muestra su "verdadera implicación en el proyecto", señala su atestado. En dicha carta, Serrano se dirige al ingeniero tras conocer sus pretensiones económicas. El juez le recuerda a J.D.S.P. que la "única vinculación contractual" de Bio Wood Niebla con la empresa de ingeniería en aquel momento es por un contrato de 3 de enero de 2017 para un "proyecto de ejecución". "Sus honorarios se fijaron en el 4,5% del valor de la inversión ejecutada, porcentaje que se habría de calcular en relación al presupuesto estimado de dicha inversión [...], que se fijó en una suma de un millón de euros", señala Serrano en su carta. Es decir, al ingeniero le correspondían 45.000 euros.

¿El valor de la carta? Muestra a Serrano gestionando el proyecto y ocupándose de detalles económicos. Y lo hace a finales de julio, sabiendo ya que la maquinaria no existía, según él mismo le había contado a la Fiscalía. "Usted ha llegado a incluir, para calcular su porcentaje, elementos, maquinaria y partidas ajenas totalmente al proyecto de ejecución de obra, y que evidentemente va a sufragar la empresa que va a poner en funcionamiento la fábrica de pellets", le escribe el juez y abogado al ingeniero.

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Serrano muestra su rechazo a los costes del proyecto de fábrica de pellets calculados por el ingeniero, "nada más y nada menos" que 6,5 millones. "Sobre esa cantidad, que multiplica por 6,5 el presupuesto fijado en el contrato de prestación de servicios, usted calcula sus honorarios, que como ya le hemos anunciado, no estamos dispuestos a abonarle", escribe Serrano, según la carta incluida en el sumario, en la que hace referencia inequívocamente a la fábrica de pellets. El dos veces candidato de Vox acusa a J.D.S.P. de "incumplir de forma consciente y dolosa el contrato" suscrito el 3 de enero entre Bio Wood Niebla y la empresa de ingeniería, por lo que se ha producido una "pérdida total y absoluta de confianza".

Finalmente, Serrano le ofrece "mantenerle lo abonado a la firma del contrato", 6.000 euros, y pagarle 4.000 euros más "en concepto del pago" de los planos. Serrano afirma que, de no aceptar esta propuesta, "esta parte se verá obligada a rescindir de forma absoluta el contrato". La UDEF señala cómo la forma en que Serrano "mediante carta firmada por él" le propone un pago y lo acusa de incumplir un contrato muestra "su verdadera implicación en el proyecto".

El ingeniero acababó demandando a Bio Wood Niebla para intentar cobrar lo que consideraba que se le debía, pero perdió. La UDEF, investigando el caso Serrano, revisó este episodio y concluyó: "Muy distinto hubiera sido el caso de conocer la autoridad judicial que las máquinas que conformaban el capital social de Bio Wood Niebla SL en realidad nunca habían sido aportadas a la sociedad". Ahora la autoridad judicial sí conoce que no hubo máquinas.

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