4M | Elecciones en la Comunidad de Madrid

Sol Sánchez y Vanessa Lillo se disputarán el número 3 de la lista que encabezará Iglesias

Las diputadas de IU Sol Sánchez (i) y Vanessa Lillo (d).

No habrá, por el momento, consenso en las primarias de IU Madrid para integrar la candidatura de Unidas Podemos de cara a las elecciones autonómicas del próximo 4M. Después de algunas negociaciones previas que no llegaron a buen puerto, las dos diputadas del partido en la Asamblea de Madrid, Sol Sánchez y Vanessa Lillo, han apostado por presentarse al proceso interno encabezando dos listas separadas, según confirman a infoLibre fuentes conocedoras del procedimiento. En juego, la tercera posición de la papeleta que previsiblemente encabezará el secretario general de Podemos y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, en la nueva cita con las urnas. Sánchez ha sido parlamentaria de la formación en el Congreso de los Diputados y en la Cámara regional, donde ha ejercido como portavoz adjunta del grupo parlamentario. Lillo, por su parte, ha sido concejala en el Ayuntamiento de Getafe y diputada en la Asamblea de Vallecas, donde ha incrementado su proyección pública como consecuencia de la pandemia.

El proceso de primarias se inició el pasado 15 de marzo, pocos días después de que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, pulsara el botón rojo del adelanto electoral. Ahora, el partido se encuentra en la fase de presentación de candidaturas, que concluye en la noche de este martes. En un primer momento, según cuentan diferentes fuentes, se tanteó la posibilidad de articular una única candidatura. "Por sentido común y porque no era momento de entrar en una confrontación de candidaturas", señalan. Sin embargo, esta posibilidad no terminó cristalizando. En cuanto se abrió el plazo de registro, se pusieron sobre la mesa dos listas diferentes. De momento, son las únicas. No obstante, todavía hay margen de tiempo para inscribir más alternativas. Pero aunque así fuera, las fuentes pulsadas dan por hecho que la batalla será principalmente entre estas dos candidaturas. Básicamente, porque son las lideradas por las dos pesos pesados del partido a nivel regional.

Una de ellas es la que encabeza Sol Sánchez. Licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, así como Antropología, cuenta con una amplia trayectoria a nivel social y político. Como activista, destaca su etapa como presidenta de Attac, donde participó activamente en campañas contra los tratados de libre comercio de la Unión Europea con EEUU y Canadá –TTIP y CETA, respectivamente–. Un cargo que abandonó para participar como candidata en las elecciones del 20 de diciembre de 2015 acompañando a Alberto Garzón en la lista de IU-Unidad Popular. Tras su paso por el Congreso de los Diputados, Sánchez desembarcó en la Asamblea de Madrid tras las autonómicas de 2019. Lo hizo como número dos en la lista de coalición encabezada por Isabel Serra. A lo largo de la legislatura, ha ejercido como portavoz adjunta del grupo parlamentario morado y su cara visible en varias comisiones, como Presidencia, Transportes o Presupuestos, entre otras.

La otra es la que lidera Vanessa Lillo. Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas, su trayectoria política arrancó al calor de las juventudes de Izquierda Unida hace más de una década, siendo en la actualidad miembro de la dirección de IU Madrid, a la que también pertenece Sánchez. Su paso por las instituciones comenzó en 2011 como concejala del partido en Getafe, un cargo que ocupó hasta 2017. Dos años más tarde dio el salto a la Asamblea de Madrid. Lo hizo como número seis en la lista liderada por Serra, por lo que entró por los pelos –sacaron siete escaños–. Durante su paso por la Cámara regional, su perfil público ha ido in crescendo. Sobre todo durante la pandemia. Al fin y al cabo, ha sido la cara visible de los morados en la Comisión de Sanidad y ha acompañado a la diputada Paloma Villa en la comisión de investigación sobre el drama de las residencias durante la primera ola de la pandemia.

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Sánchez hace tándem con Mariano Pérez en una lista de la que también forman parte el exconcejal en el Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato; el alcalde de Rivas Vaciamadrid, Pedro del Cura; o el nuevo consejero de RTVE José Manuel Martín Medem. "Es muy plural. Hay gente del Frente Amplio, Izquierda Republicana...", explican fuentes cercanas a la primera candidatura. La de Lillo, por su parte, cuenta con el respaldo del Partido Comunista de Madrid. De hecho, su lista la cierra el secretario general del PCM, Álvaro Aguilera. Desde el entorno de Sánchez, no obstante, recuerdan que todavía están a tiempo de poder llegar a un acuerdo in extremis para fusionar ambas. Algo que, según cuentan fuentes conocedoras del procedimiento, ya se intentó la semana pasada de manera infructuosa.

"El pasado viernes se hablaba de una única propuesta encabezada por Lillo, que ha tenido una gran proyección pública en materia sanitaria, con Sánchez como número dos. Todo parecía encauzado, pero al final nada", dicen. Algo que niega tajantemente el círculo cercano a la politóloga y socióloga, quien asegura que fue ella misma la que propuso una candidatura de unidad. Lo hizo, según ha podido saber este diario, el pasado miércoles a través de una carta remitida a la Comisión Colegiada y a la Comisión Negociadora en la que ofrecía presentar a ratificación por parte de la militancia una lista igual a la que ya fue aprobada para las autonómicas de 2019, en la que todos ocupasen las mismas posiciones que en aquel momento, cubriendo aquellos puestos que estuviesen vacíos con diferentes perfiles que pudieran proceder, por ejemplo, de los movimientos sociales madrileños.

En juego está uno de los puestos de salida en la lista con la que Unidas Podemos acudirá a las elecciones del próximo 4M. El pasado fin de semana, las direcciones de Podemos e IU cerraron el acuerdo para la coalición con la que se presentarán a los comicios. El pacto contempla que se reserven los puestos 3, 10, 15, 24 y 33, y luego uno de cada cinco, para los miembros de la segunda formación. Por tanto, quien se imponga en las primarias se hará con la tercera posición en el ticket electoral, mientras que la otra, en función de los resultados, podría quedar relegada a la décima plaza como mínimo. Eso no quiere decir que vaya a quedarse fuera de la Asamblea. Ahora mismo, las encuestas anticipan una subida para la formación morada. Un incremento de los apoyos con el que podría llegar a sentar en la Cámara regional, según los mejores pronósticos, a más de una decena de diputados.

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