Jalloul, Lobato o González: savia nueva para construir el futuro del PSOE en Madrid

Cuatro días después de la presentación oficial de la candidatura del PSOE para las elecciones de mayo, el sentimiento de sorpresa e indignación continúa reinando dentro de las filas socialistas madrileñas. "Yo sigo sin entender bien los motivos de los cambios", señalan distintas voces dentro del partido. A pesar de que todos daban por hecho que de cara a los nuevos comicios habría alguna que otra incorporación, estaban convencidos de que el resultado final sería una lista de continuidad. Sin embargo, Moncloa tenía otros planes para Madrid. Y así quedó plasmado en los primeros puestos de la papeleta electoral liderada por Ángel Gabilondo. El diseño tiene un doble objetivo. Por un lado, rejuvenecer la bancada socialista. Y, por otro, comenzar a poner los cimientos de un proyecto de futuro a sabiendas de que, sean como sean finalmente los resultados en la cita electoral, habrá que volver a acudir a las urnas en 2023, tal y como marca el Estatuto de la Comunidad de Madrid. Dos años de margen en los que, además, hay congresos de por medio –nacional primero y regional después–.

En el partido llevaban meses dando por hecho que el exministro de Educación con José Luis Rodríguez Zapatero estaba de salida. Al fin y al cabo, su nombre no paraba de sonar con fuerza como futuro Defensor del Pueblo en las negociaciones para la renovación de los diferentes órganos constitucionales antes de que descarrilaran. Por eso, en la cúpula analizaban desde hace tiempo cómo se podía articular el relevo de cara a la próxima cita con las urnas. Dentro del grupo, algunos de los perfiles fuertes para coger las riendas de los socialistas en una nueva continienda electoral fueron designados para diferentes cargos de peso. Se apostó por Pilar Llop, por ejemplo, para presidir el Senado. Y por José Manuel Rodríguez Uribes para llevar la cartera de Cultura en el Gobierno central. "En su momento, este movimiento se interpretó como un intento para que ganaran visibilidad pública antes de regresar. El problema es que con estas estrategias se acaba descapitalizando el grupo", reconocen al otro lado del teléfono algunas voces del PSOE dentro de la Asamblea de Madrid.

Pero el adelanto electoral pilló al partido con el pie cambiado. Ante la inminente cita con las urnas, en las filas socialistas evitaron los experimentos y apostaron de nuevo por Gabilondo para liderar la papeleta. Eso sí, reformulando de arriba a abajo los puestos de salida. De los diez primeros de la candidatura de 2019, solo repiten tres: el cabeza de cartel, Llop y Pilar Sánchez Acera. Mientras, quedan fuera o relegados al final del ticket electoral nombres como el de Purificación Causapié, Carlos Carnero o José Manuel Freire. "Todas estas nuevas incorporaciones son por designación del equipo de Sánchez y de él mismo", dicen fuentes del PSOE madrileño. Modificaciones que enmarcan dentro de la estrategia de construir nuevos liderazgos en la región con la vista puesta en una futura renovación de la formación de aquí a un par de años. "Se está haciendo algo que antes no se hacía: ofrecer una plataforma para ver el talento, dando peso a nuevos perfiles para ver cómo se desenvuelven y, en función de eso, ir tomando decisiones", resaltan voces de dentro de la formación.

Jalloul, una "proyección meteórica"

Uno de esos nombres emergentes que suenan con fuerza en esta estrategia de savia nueva es el de Hana Jalloul. Algunas fuentes coinciden, a falta de ver todavía cómo funciona tras la cita con las urnas de mayo, en que tiene "una proyección meteórica" y "excelentes condiciones de partida". "Cuenta con una excelente formación intelectual y es muy aplicada", coinciden algunos de los que la conocen. Si en el PSOE se ha dibujado la contienda electoral como un enfrentamiento entre Joe Biden –Gabilondo– y Donald Trump –Ayuso–, ella sería una especie de Kamala Harris. Aunque apenas tiene rodaje dentro de las instituciones regionales, tampoco empieza totalmente de cero, y eso es otro punto a favor. Ya ocupó en esta legislatura durante siete meses uno de los escaños de la Asamblea de Vallecas, a la que llegó tras haber compaginado su papel como profesora del Máster de Terrorismo Internacional en la Universidad Carlos III con el de asesora de Rodríguez Uribes durante su etapa como delegado del Gobierno en Madrid. 

Entonces, entró en la Cámara autonómica como número veinte de la candidatura socialista. Ahora, tras su paso por el Ejecutivo central como secretaria de Estado de Migraciones, una oferta que le hizo abandonar su acta de diputada, regresa a la arena política regional como número dos. Diferentes fuentes pulsadas coinciden en que se perfila como uno de los posibles relevos naturales de Gabilondo en una comunidad que lleva más de dos décadas de forma ininterrumpida en manos de la derecha. Al fin y al cabo, a nadie se le escapa que Pedro Sánchez le ha encargado la coordinación de la Ponencia Política del próximo congreso federal de los socialistas, que se celebrará el próximo mes de octubre. Sin embargo, aunque todas las miradas apuntan a ella, nadie quiere dar por hecho el relevo a día de hoy. "Todavía quedan dos años por delante, y eso es una eternidad en política", dice una persona relevante dentro del grupo parlamentario en la actual legislatura.

Lobato, el socialista que conquistó Soto del Real

El alcalde de Soto del Real, Juan Lobato. | Europa Press

Uno de los puntos en contra, sostienen las fuentes pulsadas, es que cuenta con poco "peso político". Hasta el momento, ella se ha caracterizado por tener un perfil más técnico. No tiene pedigrí de partido, y esto en las filas socialistas suele ser clave. Un activo del que sí goza, sin embargo, Juan Lobato, que ocupa la cuarta posición del ticket electoral. En su caso, cuenta con una fuerte militancia activa a sus espaldas. "Es una persona con una larga trayectoria dentro del PSOE de Madrid capaz de recabar apoyos", recalcan algunas voces. De hecho, fue este técnico de Hacienda que no alcanza la cuarentena uno de los candidatos a secretario general de la federación madrileña en las primarias de 2017. Lo hizo con una campaña de guante blanco, evitando en todo momento el juego sucio. Fue arrasado por José Manuel Franco. Consiguió alrededor del 20% de los apoyos, frente a más del 70% con los que se hizo el candidato que contaba con el beneplácito de Pedro Sánchez. 

Además, Lobato dispone de una buena carta de presentación. En 2015 consiguió hacerse con el bastón de mando de Soto del Real, una plaza extremadamente complicada para la izquierda tras la restauración de la democracia –era la primera vez que los socialistas conseguían superar allí en votos al PP–. Una victoria que fue todavía más contundente en los comicios de 2019: mayoría absoluta y el 60% de las papeletas. Con este perfil, algunas voces dentro del partido tampoco lo descartan como posible aspirante a liderar la federación madrileña, como ya intentó hacer en 2017. Aunque todavía no está fijada una fecha oficial, el congreso regional se celebrará con posterioridad al nacional. Es decir, previsiblemente a finales de este año o comienzos del siguiente. 

González: pedigrí de partido en la delegación del Gobierno

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La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González. | Europa Press

Algunas fuentes también resaltan como posible valor al alza a Jesús Ángel Celada, hasta ahora director general de Políticas de Discapacidad. De nuevo, un perfil más técnico que no cuenta con mucha proyección pública. Algo que podría cambiar si el próximo 4M dan los números para echar a Ayuso de la Puerta del Sol. En ese caso, este ingeniero de profesión podría ser uno de los nombres que conformasen el nuevo Ejecutivo regional, al igual que otros de los fichajes que Sánchez ha incorporado a la papeleta electoral –Lobato, por ejemplo, podría encajar perfectamente al frente de Economía–. Esto les permitiría llegar a 2023 con mayor reconocimiento público a nivel autonómico y con cierto bagaje de gestión. "Si no se consigue lo van a tener más complicado, porque el trabajo en la Asamblea de Madrid es muy poco lucido", reconoce un diputado. 

Otro de los nombres que también se han catapultado desde Moncloa en las últimas horas es el de Mercedes González, quien se encargará de sustituir a Franco al frente de la delegación del Gobierno en Madrid tras su salida como secretario de Estado de Deporte, un cargo que asume después del aterrizaje de Irene Lozano en la quinta posición de la candidatura para la Asamblea de Madrid, ante la indignación de algunos dirigentes socialistas. Al igual que Lobato, esta periodista de formación y hasta ahora portavoz adjunta de los socialistas en el consistorio de la capital también tiene pedigrí de partido. Mercedes González es secretaria general de la Agrupación Socialista de Barajas. En su caso, llegará a 2023 con experiencia de gestión en la Delegación del Gobierno. El mismo destino que en su día ocupó Cristina Cifuentes antes de dar el salto a la Puerta del Sol.