Crisis del coronavirus

El acelerón de la vacunación y la experiencia de Israel prevén un verano de 'nueva normalidad' sin llegar al 70%

Varias personas realizan deporte en la playa de la Nova Icaria de Barcelona.

La nueva normalidad, como la acuñó el Gobierno, duró demasiado poco en España. Recién nos acabábamos de quitar de encima las últimas restricciones derivadas del primer confinamiento de marzo y abril cuando la incidencia empezó a subir en Aragón y Cataluña para posteriormente explotar en Madrid cuando aún no había ni siquiera terminado el verano. Sin embargo, la vuelta a una vida considerablemente parecida a la que llevábamos antes, o al menos la desactivación de la crisis sanitaria, podría inaugurarse con la llegada del verano este 2021, aunque aún no se llegue al objetivo de la inmunidad de rebaño –un 70%–. La experiencia de Israel así lo indica, aunque es necesaria la cautela a la hora de comparar países con circunstancias y medidas distintas; y siempre pueden suceder imprevistos que retrasen la inoculación. 

El 55% de los israelíes han recibido las dos dosis de la vacuna. Pese a que aún queda un pequeño trecho para llegar al 70%, la crisis sanitaria en el país ya ha sido desactivada. Los hospitales están empezando a cerrar las salas de covid y algunos centros médicos han informado de que no se han admitido nuevos pacientes con el virus en los últimos días. "Nos estamos preparando para que el hospital vuelva a la actividad normal después de las vacaciones, con equipos médicos volviendo a sus lugares anteriores, pero manteniendo a un personal dedicado al coronavirus", aseguró la pasada semana el doctor Hagit Sarbagil-Mamen, subdirector de centro Assuta d'Ashdod. En Reino Unido, que ha retrasado la segunda dosis pero que ha inyectado la primera al 46%, no se notificaron fallecimientos durante el pasado 28 de marzo, aunque el país está bajo estricto confinamiento desde hace meses –lo que también influye en la mejoría–. 

Desde hace unos días, los bares, restaurantes, hoteles y discotecas ya están abiertos y a pleno rendimiento en Israel. Con la mayor de las cautelas, porque la pandemia es imprevisible y las variantes aún tienen el potencial de arruinar lo conquistado, lo sucedido en el país muestra que no es necesaria la inmunidad de grupo para volver a una cierta normalidad, convirtiendo el SARS-CoV2 en un virus que sigue circulando, pero incapaz de abarrotar hospitales y Unidades de Cuidados Intensivos. Sin embargo, es muy difícil prever con exactitud cuándo podría España llegar a ese 50%. El Gobierno sigue insistiendo en el 70% a lo largo del verano, pero es una estimación vaga: son tres meses de estío. Hay estimaciones más precisas que, sin dar nada por sentado, señalan a un 40% a finales de junio. Depende no tanto del ritmo de inoculación que puedan mantener las autonomías, que se ha demostrado alto, sino de la cantidad de envíos de las farmacéuticas. 

El matemático Javier Álvarez, que asesora al Gobierno de Asturias, ha elaborado un modelo mediante el cual dibuja distintos escenarios futuros (de proyección, no de previsión, matiza) de porcentajes de población inmunizada en el país. Es razonable pensar que el ritmo actual mediante el cual las dosis llegan de las diversas farmacéuticas sea mejorado en las próximas semanas, pero también hay límites: la mejora podría no mantenerse para siempre. El especialista cree, en resumen, que "es factible alcanzar el 40% a finales de junio" y que "alcanzar el 70% a finales de agosto es posible, pero aún estamos lejos de la velocidad necesaria". 

Por el momento, las autonomías están logrando inocular las dosis que les llegan en un porcentaje que ronda el 80% y el práctico 100% que se ha alcanzado este lunes, según el balance diario que publica el Ministerio de Sanidad. Por lo tanto, no es cuestión de eficacia ni de capacidad de los servicios sanitarios regionales, aunque el ritmo varía según la comunidad. Influyen más los viales que llegan fruto de los acuerdos alcanzados por la Comisión Europea. Y cada vez llegan más vacunas, como se puede comprobar en el siguiente gráfico de dosis recibidas por los territorios.

España tardó dos semanas en pasar de las dos millones de vacunas recibidas a las tres, del 3 de febrero al 17. Sin embargo, en un lapso de tiempo similar (del 23 de marzo al 1 de abril) hemos pasado de 7,6 millones a 9,6. Esta cifra mejorará a todas luces: a partir de ahora, el país recibirá cada lunes 1,2 millones de dosis solo de Pfizer, según confirmó la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que apuntó: "Ya dijimos que a partir del segundo trimestre tendríamos un incremento muy importante de vacunas". Además, a mediados de abril el país podría empezar a recibir los primeros envíos de Jannsen, cuyo producto es monodosis, lo que ayudará a engordar la estadística y a ver cada vez más cerca el final. 

El último esfuerzo

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Pese a que ya se ve con claridad la luz al final del túnel, la cuarta ola en ciernes podría provocar que amplios colectivos etarios aún no vacunados enfermen de gravedad y fallezcan. Hay comunidades en "riesgo extremo", con transmisión alta e incontrolada, cuya situación epidemiológica podría desembocar en más muertes en la orilla –después de tanto nadar contra las olas–. Afortunadamente, el 79,1% de los mayores de 80 años del país ya han disfrutado de al menos la primera dosis, así como la gran mayoría de los sanitarios y mayores de residencias, que han recibido los dos pinchazos. Se profundizará un desacoplamiento que ya se observa entre cifras de contagios y hospitalizados, críticos y muertes que aliviará la carga de este nuevo envite. 

Sin embargo, solo han sido vacunados el 5% de las personas de entre 70 a 79 años, y el 12,9% de las comprendidas en el tramo etario de 60 a 69. El porcentaje es mayor porque determinadas comunidades han empezado a inmunizar a este grupo con la solución de AstraZeneca ante la prohibición, vigente por ahora salvo con los trabajadores esenciales, de inocular este producto a mayores de 65 por la falta de ensayos clínicos que acrediten una respuesta inmunitaria potente. Sin embargo, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (Ccaes), Fernando Simón, apuntó este lunes a que eso podría cambiar pronto: "Cada vez tenemos una evidencia más sólida de esa eficacia, y es probable que en muy breve se pueda proponer a mayores de 65 en España".

En todo caso, aún queda una bolsa grande de no vacunados que, apuntan los médicos, son candidatos a llenar las Unidades de Cuidados Intensivos, sobre todo si sufren comorbilidades. Por lo tanto, es necesario, a pesar de una esperanza que crece día a día, seguir manteniendo con firmeza la receta que ya sabemos que funciona: mascarillas, higiene de manos y distancia física. Y medidas contundentes por parte de las administraciones en caso de repunte.

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