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LEMA DE CAMPAÑA

Pablo Iglesias pide “que hable la mayoría” para demostrar que la Comunidad de Madrid no es como Ayuso y Vox

Pablo Iglesias, en un acto de precampaña

Lo habitual en período electoral es que los candidatos se pasen el día pidiendo el voto a los ciudadanos, pero Pablo Iglesias no piensa hacerlo: “No te voy a pedir el voto, pero dale una vuelta a todo lo que está pasando. No nos jugamos solo qué partido gana y quién gobierna, nos jugamos lo más importante: la libertad”, dice en un vídeo difundido en sus redes sociales.

Por el tono y por el mensaje pareciera que el cabeza de lista de Unidas Podemos se tomase el envite del 4 de mayo más como una misión que como una campaña electoral al uso. Ya en su propia despedida del Gobierno, de hecho, el exvicepresidente argumentaba que salía del Ejecutivo central para ir a librar la batalla política del frente de Madrid. A su juicio, el flanco desde el que la derecha y la ultraderecha podrían ganar posiciones y poner en riesgo la convivencia en todo el país.

La épica del planteamiento trae recuerdos a sinopsis de 'Los Doce del Patíbulo' pero, como en la película de Robert Aldrich, la hazaña acaba siendo una cuestión matemática: en este caso, la de los 26 años ininterrumpidos de gobiernos de la derecha en la Comunidad de Madrid y otros tantos, a excepción del escándalo del Tamayazo, ganando en las urnas elección tras elección.

Lema de campaña

Contra esos números y con la intención de desterrar la idea de que en Madrid hay más gente de derechas que de izquierdas presentan hoy los morados el lema de campaña. “Que hable la mayoría”, reza un eslogan que, según explican en Podemos, quiere inspirarse en lo que pasaba en los balcones madrileños durante la etapa más dura del confinamiento: “A las ocho de la tarde aplaudía mucha gente a los sanitarios; a las nueve de la noche, aunque hicieran más ruido, eran menos los que aporreaban cacerolas”.

La pretensión es trasladar la imagen de una minoría ruidosa como la de las cacerolas o incluso maleducada como la de los manifestantes sin mascarilla del barrio de Salamanca, frente a una mayoría respetuosa y responsable que no se siente identificada ni con Ayuso ni con Vox, aunque hasta ahora no haya ido a votar.

La clave de la movilización

En el equipo de campaña de Unidas Podemos sostienen que la candidatura de Pablo Iglesias ha conseguido ya una cosa: cambiar el marco dibujado por el PP hace solo unas semanas de que la victoria arrolladora de la derecha resultaba inevitable. “Ahora hay partido”, afirman, aunque también tienen claro que, si la izquierda quiere tener alguna posibilidad, pasa por conseguir una gran movilización en zonas en las que tradicionalmente se vota poco.

Con esa intención Iglesias dibujará una campaña muy ideológica pero también estratégica desde el punto de vista geográfico. Visitará muchos municipios del sur, del Corredor del Henares y barrios humildes en los que el nivel de renta per cápita a menudo va estrechamente ligado al nivel de participación en las elecciones. Y creen en Podemos que si alguien es capaz de arrastrar al abstencionista a las urnas, ése es su candidato.

Con la izquierda, guante blanco

Casi todas las encuestas dan a Unidas Podemos tercera fuerza de la izquierda por detrás de PSOE y Más Madrid. Los morados reconocen que partían de muy abajo hasta el anuncio de la candidatura de Pablo Iglesias, que según ellos ha conseguido duplicar la intención de voto en apenas tres semanas. Y aún confían en que, con tanto tiempo aún por delante, siga teniendo margen de crecimiento.

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Creen incluso que las encuestas podrían no estar dibujando la situación real de su candidatura por el recuerdo de voto que expresan los encuestados y por la confusión que aún pueda generar en el electorado la existencia de una marca tan cercana hasta hace poco como Más Madrid.

En cualquier caso, la máxima es no escenificar una competición con ninguna otra fuerza de izquierdas. El objetivo, dicen, es incorporar a cuanta más gente mejor al bloque progresista, y por eso Pablo Iglesias ni siquiera pedirá el voto directamente para su proyecto. Están convencidos de que la ciudadanía demanda “amabilidad” entre las diferentes opciones y están dispuestos a llevarlo a cabo.

Iglesias hablará mucho de vivienda, de impuestos a los ricos, de educación y sanidad públicas. Y estará acompañado a menudo por políticos como la vicepresidenta Yolanda Díaz o la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

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