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Libre menos para debatir en la televisión pública: Ayuso convierte Madrid en la excepción regional de los debates electorales

La candidata del PP y presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.

En el PP no están por la labor de exponer demasiado a su candidata frente a otros adversarios políticos. Y menos, ante la atenta mirada de miles de potenciales votantes. Por eso, prácticamente desde el primer minuto la formación conservadora ha dejado dos cosas meridianamente claras. La primera, que la actual presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, sólo asistirá a un debate electoral antes de la cita con las urnas del próximo 4 de mayo. Y la segunda, que el campo de batalla al que acudirá no será el que se encuentra ubicado en la Ciudad de la Imagen, donde se asientan los estudios de Telemadrid. La posición de los conservadores difiere enormemente de la que se ha mantenido en los últimos comicios autonómicos en buena parte de las regiones, donde la televisión pública se ha convertido en aquel lugar sagrado al que acuden a confrontar ideas todos los aspirantes en plena campaña electoral. En ocasiones, de hecho, el único.

La reducida presencia de los presidentes autonómicos en estos enfrentamientos televisados es algo que también ha marcado dos de las tres últimas campañas electorales a nivel regional. En Galicia, Alberto Núñez Feijóo sólo acudió antes de los comicios del verano pasado a un debate con el resto de candidatos. Lo mismo hizo el lehendakari, Iñigo Urkullu. Algo que contrasta con las últimas citas con las urnas celebradas en Cataluña –febrero de 2020–, Comunitat Valenciana –abril de 2019– o Andalucía –diciembre de 2018–. En estos tres territorios, los diferentes cabezas de cartel asistieron a varios debates electorales diferentes. Solo en suelo catalán, por ejemplo, los máximos representantes de todos los grupos políticos se vieron las caras hasta en cuatro ocasiones, organizadas por cadenas televisivas o periódicos como La Vanguardia. En tres confrontaron, por su parte, los aspirantes a la Generalitat Valenciana. Y en dos se enfrentaron los contrincantes a ocupar la Junta de Andalucía.

Pero más allá de la cantidad de debates organizados, una característica común que presentaron todas estas campañas electorales fue la apuesta decidida para que la televisión pública regional organizase uno de estos encuentros entre candidatos. De hecho, al único al que acudió Urkullu fue exactamente al planteado por la EiTB vasca, lo mismo que hizo Feijóo en el caso de la CRTVG gallega. En el primer caso, fue justamente el último debate electoral que se llevó a cabo antes de la cita con las urnas. En el segundo, fue el que se encargó de abrir la campaña electoral. Para el resto, enviaron a otros representantes.

En Cataluña, Comunitat Valenciana y Andalucía, además de los encuentros organizados por las diferentes televisiones públicas –TV3, À Punt y Canal Sur, respectivamente–, los aspirantes a hacerse con el Ejecutivo regional también se vieron las caras en RTVE u otras cadenas estatales como laSexta.

Una tradición desde los noventa

Los debates electorales siempre son un riesgo para los aspirantes. Sobre todo, para aquellos que encabezan las encuestas, como es el caso de Ayuso. Poco que ganar y mucho que perder, atendiendo al barómetro preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que ya puso de manifiesto que el electorado de derechas ya está altamente movilizado. Por eso, desde el equipo de campaña de los conservadores, en esta dinámica de reducir al máximo posible los riesgos asociados a una confrontación televisada con el resto de candidatos, se ha tomado la decisión de limitar la participación de la presidenta regional a un solo debate electoral.

"Creemos que con uno es suficiente y, además, al comienzo de la campaña porque así todas las candidaturas pueden organizar su propia campaña y sus propias estrategias y los medios de comunicación hacer sus planes de cobertura y complementar con lo que consideren oportuno", sostienen fuentes del PP de Madrid, que recalcan que resulta "imposible" que la dirigente conservadora pueda "atender" a todos los encuentros que plantean los medios.

El PP se adentra en la nueva campaña electoral con una estrategia similar a la de los comicios autonómicos de 2019. Para aquella cita con las urnas, una entonces desconocida Ayuso acudió únicamente al debate electoral organizado por Telemadrid, un evento que puso como excusa para no asistir unas horas después al organizado por el diario El País –su silla quedó vacía en el plano–.

Desde la candidatura conservadora se intentó que el debate se separase –como ahora– lo máximo posible de la cita con las urnas, de modo que hubiese margen de maniobra antes de los comicios para poder enmendar cualquier error que pudiera cometerse. Al final, y ante la falta de acuerdo de todas las partes, la fecha fue finalmente sorteada. Pero la televisión pública madrileña tuvo su debate con todas las cabezas de cartel. Como lo lleva teniendo desde la década de los noventa, cuando el ente echó a andar. "Siempre se ha celebrado. Con [Joaquín] Leguina, con [Alberto] Ruiz-Gallardón, con [Esperanza] Aguirre...", resumen fuentes de la cadena.

Una tradición cuya continuidad se encuentra ahora, sin embargo, en la cuerda floja. Desde el PP se mantienen firmes en la idea de que para esta cita con las urnas el debate sea organizado por la Academia de Televisión, de forma que desde ahí la señal se reparta a las diferentes cadenas que lo soliciten, algo que también ha ofrecido de forma gratuita la televisión pública madrileña. Un movimiento que encaja en esa estrategia conservadora de que la campaña de Madrid supere el ámbito regional y se interprete en clave nacional.

"Es el lugar idóneo por los mismos motivos que lo consideró Pedro Sánchez en 2019 –en referencia a las elecciones generales– y no hubo esta polémica. Entendía que era un sitio neutral e independiente y donde están representadas todas las televisiones. Es el lugar idóneo, lo ha demostrado en otras ocasiones para desarrollar este tipo de debates", se limitan a explicar desde las filas conservadoras. 

Ayuso se queda sola

En el ente público, sin embargo, no dan su brazo a torcer. Aunque en un primer momento propusieron un encuentro para la noche del 29 de abril, cuatro días antes de los comicios, al final han terminado proponiendo a todas las formaciones políticas y coaliciones con representación en la Asamblea de Madrid su intención de que el debate se celebre el próximo día 21. "Va a ser ese día sí o sí, no se va a dar marcha atrás", trasladan desde el ente público.

Lo que no queda claro todavía es qué pasará con el hueco que deje Ayuso en caso de mantenerse firme en su decisión de no asistir a los estudios. Desde Telemadrid señalan que todavía no se ha decidido si se dejará vacía la silla o si se permitirá al PP acudir al debate con otro representante, como ya hiciera Mariano Rajoy con Soraya Sáenz de Santamaría en el debate de Atresmedia previo a los comicios de diciembre de 2015. "Es algo que se tendrá que tratar este miércoles, que es cuando está previsto que se reúnan los equipos negociadores para establecer quién empieza, quién cierra, cómo será la estructura...", explican. 

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En el ente público tampoco tienen nada claro que finalmente pueda celebrarse, como pretende el equipo de Ayuso, un encuentro organizado por la Academia de Televisión, fórmula por la que también se decantó Pedro Sánchez de cara a los comicios generales de noviembre de 2019. Al fin y al cabo, la institución dejó claro en un comunicado que lo hará "solo en el caso de que resulte inviable" el acuerdo entre los distintos partidos y siempre y cuando se cuente "con la disposición de distintos operadores de comunicación a emitirlo".

En definitiva, si las televisiones no participan y no mutualizan el coste –el de las generales de noviembre costó alrededor de 600.000 euros, sin incluir el IVA– con las emisiones, no podrá celebrarse el encuentro entre los principales candidatos a ocupar la Puerta del Sol. Y aquí entra en juego las estrategias de las diferentes cadenas. Porque además de Telemadrid, también laSexta y RTVE han propuesto celebrar un debate electoral. En este caso, la fecha puesta sobre la mesa por ambas cadenas fue la del 2 de mayo, pocas horas antes de la cita con las urnas. Sin embargo, este martes la primera ha decidido adelantarla al 26 de abril.

El PP está solo en su rechazo al ente público. Todas las formaciones políticas han anunciado ya que sus líderes estarán en la Ciudad de la Imagen. "Para Cs el derecho de los madrileños a conocer las propuestas de cada partido es un deber democrático", se ha encargado de señalar el líder de los naranjas, Edmundo Bal. Pero no solo a ese. PSOE, Más Madrid, Ciudadanos, Vox y Unidas Podemos ya han trasladado su intención de estar presentes en todos aquellos que se organicen. "Estoy dispuesto a ir a más debates", ha sostenido este jueves el candidato socialista, Ángel Gabilondo. No obstante, ha pedido a Ayuso que haga lo mismo para poder "confrontar proyectos". Pero en las filas conservadoras lo tienen claro: solo a uno.

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