4M | Elecciones en la Comunidad de Madrid

Ayuso, acorralada en su único debate por la gestión en las residencias y el 'protocolo de la vergüenza'

Los candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid al inicio del debate.

A dos semanas para que los madrileños vuelvan de nuevo a las urnas, los seis principales candidatos a la Presidencia de la región se enfrentaron este miércoles en Telemadrid en el único debate electoral al que asistirá la aspirante a la reelección, Isabel Díaz Ayuso. La batalla se prolongó durante casi dos horas. Y fue, como era de esperar, bronca. Sobre todo durante los dos primeros bloques, centrados en la pandemia y en los que la crisis en las residencias ha ocupado un papel fundamental. Todos los partidos menos Vox han cargado contra la presidenta por la catástrofe en las residencias y por el Protocolo de la Vergüenza, que impedía la derivación a hospitales de los mayores que vivían en geriátricos cuando tenían un determinado nivel de dependencia o de deterioro cognitivo. Un tema que la candidata conservadora ha tratado de evitar, sabedora de que es uno de los puntos negros de su gestión durante la pandemia.

El debate arrancó con el tema que lleva marcando la actividad política desde hace más de un año: la pandemia. "Somos partidarios de abrir y quitar todas las restricciones", se arrancó la cabeza de lista de Vox, Rocío Monasterio. Sin embargo, poco tardaron las cifras en ponerse sobre la mesa. "Madrid lidera en casos totales, en hospitalizaciones, en casos atendidos en UCI, en fallecidos por coronavirus... Para el Gobierno de Madrid la pandemia no era una desgracia, sino una oportunidad para hacer caer al Gobierno de España", se encargó de recordar a la presidenta madrileña el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Y fue en ese preciso momento en el que comenzó el enfrentamiento. "Yo no traje el virus", "las muertes son de todos" o "no se pueden comparar datos de forma mezquina" fueron las principales respuestas de la líder del Ejecutivo madrileño.

"Es usted una pantomima, lo más mezquino que hay en política española", respondió Ayuso al candidato morado. Un ataque que Iglesias resolvió en su última palabra del primer tramo del debate. Lo hizo leyéndole el conocido como Protocolo de la Vergüenza, aprobado por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso el 18 de marzo de 2020 y que sirvió para impedir el traslado al hospital de miles de mayores enfermos que vivían en residencias, tal y como desveló infoLibre. "No hace falta insultar. Esto es –apuntó mostrando el documento– una vergüenza", apuntó el líder de Unidas Podemos.

Un asunto que puso sobre la mesa unos minutos antes el cabeza de lista del PSOE, Ángel Gabilondo. En su caso, recitando algunos fragmentos de la carta, también publicada por este diario, que el exconsejero de Políticas Sociales de Ciudadanos Alberto Reyero envió a su homólogo en Sanidad, Enrique Ruíz Escudero, mostrando su preocupación ante dicho documento de exclusión. "Estas órdenes eran terribles. Esto no sucedió por casualidad, forma parte de su forma de entender la política", expuso el socialista. Un guante que no dudó en recoger el candidato naranja para el 4M: "Me agrada que ponga esto de manifiesto. Efectivamente lo hizo bien, lo denunció".

También desde Más Madrid cargaron contra la candidata conservadora. Su cabeza de lista, Mónica García, criticó el "modelo low cost" de los geriátricos y acusó a Ayuso de "traición a los mayores". Sin embargo, la cabeza de lista del PP trató por todos los medios de esquivar este tema, el gran agujero negro de su gestión sanitaria. Esta vez no recurrió al argumento de que era un borrador, la teoría a la que se agarraron con fuerza en el momento en el que se desveló, en tanto que el autor del mismo reconoció en la Asamblea de Madrid su veracidad. Simplemente, lo evitó. "No se podría haber evitado. En Madrid no hemos dejado morir a la gente. Con los pocos medios con los que contábamos, hemos luchado por la vida", se limitó a contestar.

Los geriátricos centraron buena parte de los dos primeros tramos del debate. "Hemos visto que el modelo no funciona. Hacen falta más recursos, más personal", afirmó Gabilondo. Sin embargo, también se tocaron otras cuestiones, como la situación de la sanidad pública en la región. "Esto es el fruto de sus políticas", aseveró García, médica de profesión, mientras mostraba un gráfico con el gasto sanitario de la Comunidad de Madrid. Ayuso, por su parte, se encargó de acusar a la izquierda de utilizar la sanidad pública como "moneda de cambio" y de poner el foco en su hospital milagro: el Enfermera Isabel Zendal. Monasterio fue la que cerró el segundo bloque aprovechando los cinco segundos que le quedaban y condensando parte de su argumentario: "Menos consejerías, menos diputados y menos chiringuitos y más vacunas, centros de atención primaria y test".

"Mantenidos y subvencionados son los socios de su familia"

La candidata de la formación ultraderechista tuvo mucho más protagonismo en el tercer bloque, el centrado en el reto social. Y lo tuvo porque no dudó en sacar a relucir el polémico cartel xenófobo que Vox se ha encargado de instalar en Sol, por el que la Fiscalía ya ha abierto diligencias. "Si son niños, tienen que volver con sus familias. No podemos favorecer el efecto llamada. Y si son niños y delinquen, tienen que estar en la cárcel", apuntó. Pero, como era de esperar, se quedó sola en esa batalla. Ayuso dejó claro a quien con sus votos podría volver a llevarla a Sol que mientras los menores no acompañados estén en Madrid hay "obligación" de integrarlos: "Las cifras no son ciertas". "Lo que ustedes defienden no tiene cabida en la democracia, ustedes han amenazado con deportar a un ciudadano negro por ir en nuestra candidatura. Ustedes no solo defienden propaganda filonazi. Ustedes defienden abiertamente que la dictadura franquista era mejor que el Gobierno de coalición", dijo el candidato de Unidas Podemos.

Otro de los asuntos que ocupó buena parte de este tramo del debate fue el del incremento de la pobreza. Y, en concreto, las declaraciones de Ayuso sobre las conocidas como colas del hambre en un mitin electoral celebrado el pasado fin de semana. "No hay derecho sobre lo que se ha dicho que son unos mantenidos. No pueden decir eso. Lo que es una vergüenza es pensar que un ser humano en una cola es un mantenido", aseveró Gabilondo. En la misma línea se pronunció Iglesias, quien señaló que "mantenidos y subvencionados" son "los socios" de su familia. "El señor Casasola, que recibió 130.000 euros de contratos públicos o la empresa de su hermano que recibió 70.000 euros de contratos a dedo. O el señor Abascal, que recibió dinero público de los madrileños en el chiringuito que le puso la señora Aguirre", señaló. 

Al igual que hizo pocas horas antes en una entrevista radiofónica, la presidenta madrileña trató de explicarse: "Todas las personas que reciben un tipo de subvención merecen todo el respeto. Pero son personas que llevan toda la vida trabajando, sacando adelante sus negocios. Y todas las personas que me rodean me obligaban a seguir arruinando a estas personas. Y yo crítico esto. Porque la gente no quiere una subvención, la gente quiere recuperar sus vidas".

Los impuestos

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La política impositiva centro parte del arranque del último bloque del debate, el más largo de todos. El candidato socialista insistió en que no entra dentro de sus planes "tocar los impuestos, no subir ni un euro a los ciudadanos". "En este momento, porque lo que hay que hacer es recuperar el empleo y la economía". Una intervención a la que se ha encargado de responder, "desde el compañerismo", Iglesias, quien emplazó a Gabilondo a tocar los tributos a las rentas más altas de la región: "¿Es razonable no pedir más esfuerzo a los que tienen un patrimonio de más de un millón de euros?". Pero el cabeza de lista del PSOE no se movió ni un milímetro: "Entendamos la situación actual, sé que hablando si tuviéramos mucho tiempo encontraríamos la solución, pero en este momento no".

Mientras, Ayuso y Monasterio apostaron con firmeza por las bajadas impositivas. Algo a lo que se unió el candidato de Ciudadanos, Edmundo Bal, quien no dudó en señalar que los datos económicos de la región son fruto del trabajo de quien fuera consejero de Economía, el naranja Manuel Giménez. Minutos antes, la presidenta regional cargaba contra la formación liderada por Inés Arrimadas recordando que antes de las navidades abogó por un parón en la actividad económica para hacer frente a la pandemia. El famoso "stop and go".

El último tramo se centró en los pactos. Y, justo ahí, Gabilondo e Iglesias volvieron a encontrarse. "Pablo, tenemos doce días para ganar las elecciones", dijo el cabeza de lista del PSOE, tendiendo la mano a Unidas Podemos para "frenar, cerrar el paso al Gobierno de Colón". Se trata de la primera vez en campaña que pide al líder de los morados su apoyo directo. Hasta ahora, había apostado por "huir de extremismos" con su famoso "con este Pablo no". Mientras, Ayuso ha mantenido que su intención es gobernar en solitario, aunque los números que arrojan las encuestas todavía no le dan la mayoría absoluta.

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