4M | Elecciones en la Comunidad de Madrid

La derecha busca un "cambio de ciclo" mientras la izquierda confía en que la movilización acabe con la foto de Colón

Los candidatos del bloque de la izquierda: Ángel Gabilondo, Mónica García y Pablo Iglesias. Y los cabeza de lista del bloque de la derecha: Isabel Díaz Ayuso, Edmundo Bal y Rocío Monasterio.

La ahora presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, vio en la moción de censura registrada contra el presidente de la región de Murcia, Fernando López Miras (PP)(PP), la excusa perfecta para disolver la Asamblea de Madrid y convocar elecciones. La relación con Ciudadanos, su socio de Gobierno, era cada vez más tensa, la desconfianza estaba a la orden del día y ya desde el verano le rondaba la cabeza la idea de ir a elecciones. Tenía sondeos muy favorables que ubicaban al PP muy por delante de Ciudadanos y por encima de todos los partidos con representación parlamentaria, así que no se lo pensó dos veces y, aunque la dirección nacional de su partido no las tenía todas consigo, dio el paso. Tras una campaña bronca y dominada por las cartas amenazantes a dirigentes políticos, la jornada electoral está ya a la vuelta de la esquina. El martes, los madrileños hablarán en las urnas y podrá comprobarse si las encuestas tenían, o no, razón.

Este domingo, a 48 horas de las votaciones, los partidos pidieron un último esfuerzo a los electores. Los conservadores, con Díaz Ayuso a la cabeza, se preparan para mejorar en mucho los 30 escaños de 2019 y confían en poder mantenerse en el poder, algo que, a priori, parece complicado sin el apoyo de Vox. En Génova miraron con mucha reserva esta convocatoria electoral. Pero ahora casi todo el PP se ha subido al carro de Ayuso porque esperan que su resultado sirva de "punto de inflexión", de cuenta atrás, para la salida de Pedro Sánchez de la Moncloa. En el bloque de la izquierda, el mensaje de las últimas horas está siendo el de que las sumas de los apoyos de ambos bloques están tan igualadas que hay que salir a votar, a evitar que la "foto de Colón" siga en el poder. En el Partido Socialista cifran la diferencia entre ambos bloques en unos 50.000 votos.

Aunque los cierres de campaña se reservaron para la jornada de tarde de este domingo, todos los candidatos, excepto Pablo Iglesias (Unidas Podemos) coincidieron en los actos institucionales de la fiesta del Dos de Mayo, festividad de la Comunidad de Madrid. Una jornada en la que lo electoral engulló a lo institucional y que arrancó con los cabezas de lista, o sus portavoces, pidiendo el voto.

Gabilondo: convertir "aplausos" en "votos"

Ángel Gabilondo, el candidato socialista, parte de 37 escaños. En sus declaraciones antes del arranque del acto oficial del Dos de Mayo en la Puerta del Sol aprovechó para pedir que los "aplausos" se conviertan en votos. "Animo a votar porque es la máxima expresión de que todos somos importantes, nuestro voto es decisivo; no basta con aplaudir, hay que votar para tener mejores servicios públicos", un llamamiento claro a la movilización. Para el candidato socialista, el 4M se elija a "quién ha de dirigir" la recuperación económica y social. "Queremos ganar y gobernar por ese orden, y lo conseguiremos", añadió. 

Sólo un día antes, Gabilondo, Mónica García (Más Madrid, 20 escaños) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos, 7 escaños) marchaban juntos en la manifestación del Primero de Mayo, una imagen cargada de simbolismo por lo que representa de la unión de las fuerzas de izquierdas. Aunque Más Madrid ha ido ganando peso en los sondeos en los últimos días, el grueso de ellos da ventaja a los socialistas. En una entrevista concedida a infoLibre, Gabilondo selló su compromiso de trabajar "todo lo que haga falta"todo lo que haga falta para lograr un gobierno progresista en Madrid.

Los socialistas concibieron su campaña en dos partes. La primera, hasta el debate de Telemadrid, enfocada a atraer a votantes descontentos con Ciudadanos. La segunda, centrada en movilizar al electorado de izquierdas. 

García pide un "Gobierno decente"

Mónica García también acudió a los actos del Dos de Mayo y, al igual que Gabilondo, llamó a la movilización de los madrileños para demostrar en las urnas que el "vivir a la madrileña" del que tanto habla Ayuso es empatía y no soberbia. "Esperemos que sea el último acto de la señora Ayuso, porque nos merecemos un gobierno decente que piense en el bien común", subrayó.

Iglesias tenía un acto de partido en Móstoles que le coincidía con los actos oficiales por el Dos de Mayo, pero estuvo muy pendiente de lo que ocurría en la madrileña Puerta del Sol. Y contrapuso el "mitin de campaña" de la sede del Gobierno regional con su homenaje "al pueblo que escribió con su sangre y valor al pueblo". El líder de Unidas Podemos, que dejó la Vicepresidencia Segunda del Gobierno para liderar la lista al 4M justificó su ausencia en la Real Casa de Correos con el argumento de que ellos no son "convidados de piedra en un mitin en el que han privatizado la señal de la televisión e instrumentalizando las instituciones para homenajear el Madrid de las élites, de las oligarquías, de los grandes apellidos, de los traidores al pueblo y quienes en el fondo están deseando que se acabe de una vez ese plomo de acto institucional, como ha dicho la presidenta".

El líder de los morados fue de los primeros líderes políticos en recibir amenazas esta campaña. En su caso, al igual que el ministro del Interior y la directora de la Guardia Civil, lo primero que le fue remitido fue un sobre con balas en su interior. La negativa de Rocío Monasterio (Vox) a condenar estos hechos en el debate de la cadena Ser llevó a Iglesias a abandonar los estudios radiofónicos. Desde ese momento no se celebraron más debates y creció el clima de enfrentamiento y tensión a la vez que crecían las amenazas.creció el clima de enfrentamiento y tensión

Iglesias: ¿pero no lo visteis en el Capitolio?pero no lo visteis en el Capitolio?

En su mitin en Móstoles, Iglesias auguró que si la izquierda gana las elecciones les acusarán de fraude y a la derecha y ultraderecha "no le faltarán apoyos mediáticos y tertulianos en televisiones que lo digan". "Para ellos la democracia solo funciona si ganan el día 4. ¿Qué creéis que va a pesar si pierden ese día, pero no lo visteis en el Capitolio? Cuando les ganemos contarán no se qué de Correos y no les van a faltar apoyos mediáticos y tertulianos en televisiones que digan que a lo mejor ha habido fraude porque con los comunistas ya se sabe, que son capaces de cualquier cosa", indicó, según informa Europa Press.

En su calidad de presidenta de la Comunidad, aunque en funciones, Ayuso acaparó gran parte de los focos de la celebración del Dos de Mayo. Le faltó la tradicional recepción a los invitados porque la pandemia obligó a un acto muy reducido de aforo y más limitado en el tiempo, pero tuvo sus momentos. El más destacado, cuando el compositor Nacho Cano, premiado con unas de las medallas del día de la Comunidad de Madrid devolvió el gesto a la presidenta imponiéndole él a ella su medalla por "valiente", por haber mantenido los "teatros abiertos". No pasa inadvertido que el PP de Madrid ha hecho bandera de haber mantenido abiertos los locales de ocio y hostelería mientras en otras comunidades estos establecimientos estaban cerrados por la incidencia del covid.

También quiso dar su apoyo a la presidenta madrileña una de sus antecesoras, Cristina Cifuentes, que había acudido a recoger el galardón con el que suele premiarse a quienes han pasado por la Presidencia de la Puerta del Sol: "Tú éxito será el de todos los madrileños"

A falta de Ignacio González, todos los expresidentes de la Comunidad acudieron al acto de este domingo. En las filas conservadoras se respira optimismo. Los sondeos internos dejan a Ayuso en los 60-62 escaños, cuando la mayoría absoluta está ubicada en los 69. O sea que, necesitaría a Vox, o a Ciudadanos, si el partido naranja logra superar la barrera del 5% de los votos necesarios para obtener representación parlamentaria en la Asamblea.

Casado y el "cambio de ciclo"

Las fuentes conservadoras consultadas por infoLibre confían en que Vox no pida entrar en el Gobierno a cambio de apoyar la investidura de Isabel Díaz Ayuso. "Cuanto más fuertes seamos, más manos libres para gobernar", señalan.

El líder del PP, Pablo Casado, no quiso perderse estos actos. Y, en declaraciones a los periodistas, verbalizó esa posibilidad de "cambio de ciclo" que su partido ven tras el 4M.

A su juicio, Madrid "siempre ha sido un altavoz de las reivindicaciones", sobre todo cuando el PP gobierna la Comunidad y el PSOE lo hace en España, como, dijo, se vio en el pasado con Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón, y se ve ahora con Isabel Díaz Ayuso. "El 4 de mayo será un punto de inflexión para la política nacional, sobre todo porque Pedro Sánchez se ha implicado mucho en esta campaña anulando a su propio candidato, dando bandazos estratégicos y porque no ha pisado Madrid en estos meses tan complicados", añadió.

En el PP estaba muy extendida la tesis de que el debate en el Gobierno sobre el plan para el reparto de los fondos europeos iba a abrir una brecha imposible de cerrar entre los sectores socialista y de Unidas Podemos. Superada esta fase, los conservadores se agarran ahora a los efectos que puedan tener los resultados en Madrid.

Más allá de las interpretaciones que puertas adentro del PP pueda hacerse sobre si una victoria de Ayuso refuerza o debilita el liderazgo del líder de la oposición, Casado tiene la posibilidad de reivindicar con el resultado de la candidata el comienzo de esa "refundación" de la derecha que se marcó como objetivo cuando asumió las riendas del PP. De hecho, la campaña ya ha alumbrado algunos fichajes del PP en las filas naranjas. No obstante, lo complicado puede venir a la hora de definir la relación con Vox cuando Casado parecía haber marcado una línea roja en la moción de censura que Santiago Abascal planteó a Sánchez el pasado octubre.

Ciudadanos se juega mucho este 4M. Puede pasar del todo (26 escaños) al nada, que es lo que le pronostican la mayoría de encuestas. La sensación que cunde en el partido naranja es que a ellos sí se les ha quedado la campaña corta. Porque han visto cómo en los últimos días crecían en los sondeos internos. Edmundo Bal ha sido claro en campaña: quiere que sus votos sirvan a Ayuso para mantenerse alejada de la extrema derecha de Vox. Pese a que la legislatura que terminó con la convocatoria electoral fue un no parar de discrepancias internas entre PP y Cs.

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"Es importante llamar a la gente a votar, que con la valentía que hoy conmemoramos, que se levanten, que sean valientes y vayan a votar naranja, porque votar Cs es un voto que vale por tres, por la moderación y contra el insulto", señaló en los actos del Dos de Mayo. "Me da pena que termine la campaña, la gente tiene ilusión en ti; han demostrado que estamos todos unidos; hemos hecho muchas propuestas", añadió.

La extrema derecha mantendría, según los sondeos, sus posiciones de 2019, cuando se hizo con 12 escaños. Sin hablar de las amenazas sufridas por otros políticos, Rocío Monasterio puso en foco en su partido para decir que la campaña "ha sido dura, especialmente para quienes han visto que los políticos no han querido condenar los ataques que Vox sufrió en Vallecas".

"Sigo esperando a que Gabilondo, Bal, Mónica García, medios de comunicación... reconozcan que trabajadores de Podemos fueron quienes lanzaron adoquines que podían haber matado a alguien. Tengo esperanza de que los madrileños se den cuenta", diría.

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