Crisis del coronavirus

El acceso global a la vacuna sigue en la senda del fracaso: el G7 solo ha donado una de cada ocho dosis prometidas

Activistas se manifiestan para exigir acceso global a las vacunas covid-19 en Washington (EEUU).

Este miércoles arranca la llamada Cumbre Global de Vacunas, impulsada por el Gobierno estadounidense de Joe Biden en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas. El enésimo intento de desbloquear el acceso global a las vacunas ante la evidencia de que la democratización inmunitaria prometida se encamina al fracaso. Más de 70 organizaciones internacionales, entre las que se encuentra la española Salud por Derecho, han asegurado este martes que el G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) solo ha donado una de cada ocho dosis prometidas en junio: es decir, 133 millones de 1.000.

Recientemente, el mecanismo habilitado para las cesiones, Covax, anunció que se veía obligada a dar marcha atrás en sus pretensiones: de vacunar al 40% de la población de países de ingresos bajos y medios antes de 2021 a hacerlo solo con el 23%. Una cifra que, como se ha mostrado recientemente con la cuarta y la quinta ola en España, no es suficiente para evitar contagios masivos y la dispersión de nuevas variantes contagiosas. España, más allá de los contratos bilaterales con terceros países, ha prometido donar 22,5 millones de dosis, de los que se han entregado ya seis, prioritariamente a países de Latinoamérica, según la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Es el país con el compromiso de los de su entorno, solo superado por Alemania y Francia, pero la falta de transparencia sobre el avance de estas iniciativas impide fiscalizar el desempeño de cada país. 

Las farmacéuticas siguen en las mismas. Pfizer y Moderna, las empresas con la tecnología más codiciada contra el covid-19 –el ARN mensajero– han adoptado la posición del perro del hortelano: ni apoyan la liberación de patentes que pide el Sur Global en la Organización Mundial del Comercio (OMC) ni comparten voluntariamente sus recursos e instrucciones en los mecanismos habilitados para ello, como les pide el Norte Global. La campaña "People's vaccine" (la vacuna de la gente), reclama que los países ricos "exijan a las empresas farmacéuticas que compartan la tecnología y los conocimientos técnicos con el C-TAP y con el centro de transferencia de tecnología de ARNm de Sudáfrica, y garantizar así que haya suficiente financiación para que se produzca la transferencia de tecnología". 

Sin embargo, la terminología usada por el Norte Global y por Covax es bien distinta. No se habla de obligar sino de "seducir" a las farmacéuticas, tanto para que compartan su tecnología como para que prioricen los contratos con Covax frente a otros con países desarrollados, mucho más lucrativos. Son palabras de Santiago Cornejo, el director de la iniciativa en Latinoamérica. Tampoco se prevé un cambio en la correlación de fuerzas en la batalla por la liberación de patentes que lideran India y Sudáfrica en la OMC. Estados Unidos se mudó de bando, y es un actor con influencia indiscutible, pero países como Canadá, Japón o Brasil siguen en las mismas, así como la Unión Europea. La próxima reunión de la organización es en noviembre.

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"Los países ricos continúan ofreciendo patéticos goteos de caridad mientras protegen los monopolios de las compañías farmacéuticas y niegan la protección de la salud a miles de millones de personas", aseguró este martes Maaza Seyoum, de la Alianza Africana y la Alianza de Vacunas de los Pueblos en África. "Con alrededor de 10.000 personas muriendo cada día, lo mínimo que hay que hacer es redistribuir los derechos para producir las vacunas". "Los líderes mundiales han hecho grandes promesas sobre vacunar a todo el mundo, pero no las han cumplido. En cambio, han permitido a las compañías farmacéuticas no priorizar a los países pobres en la asignación de las dosis. Y por eso ahora tenemos un apartheid de vacunas", añadió la directora ejecutiva de ONU SIDA, Winnie Byanyima.

"Necesitamos un nuevo paradigma que se base en compartir la tecnología y el conocimiento de la fabricación de vacunas en todo el mundo. Necesitamos acción, no promesas", concluyó. 

Se espera, en todo caso, que la donación de vacunas y el músculo de Covax aumenten en los próximos meses. India tuvo que paralizar su exportación de vacunas a Covax por la explosión de la pandemia dentro de sus fronteras en abril, pero reanudará los envíos a partir de octubre. Y la generosidad es más fácil conforme los países ricos van completando sus objetivos de vacunación, aunque la mayoría cuenta con grandes bolsas de negacionistas e indecisos y las farmacéuticas aprietan para, sin evidencia científica suficiente, ampliar la tercera dosis a la población general. Por ahora, los organismos internacionales de Salud Pública solo recomiendan el refuerzo para mayores en residencias, "por precaución", más allá de la dosis adicional para personas inmunodeprimidas. 

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