Activismo LGTBI

"No vamos a volver al armario": el Congreso FELGTB planta cara al discurso del odio tras tres décadas de activismo

Irene Montero asiste a la inauguración del IX Congreso de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGT), este viernes en la sede de UGT en Madrid.

Presidiendo el salón de actos de la sede de UGT en Madrid, un cartel: “Frente a los discursos de odio, ni un paso atrás”. La pancarta lucía, pulcra, junto a las siglas de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB). La organización inauguró este viernes su IX Congreso, que a lo largo del fin de semana abordará la renovación de su ejecutiva y las nuevas líneas estratégicas que seguirá la entidad en los próximos años. No es cuestión baladí: la federación, con casi tres décadas de actividad a sus espaldas, se ha demostrado clave en la consecución de leyes de calado para el colectivo, como aquella norma pionera que permitió el matrimonio entre personas del mismo sexo o la reciente ley que consagra la autodeterminación de género.

Frente al atril se colocaron sindicalistas, activistas y líderes de organizaciones sociales. También rostros como el de Carla Antonelli. La socialista e histórica activista escenificó un rotundo alegato contra los discursos que sostienen y alientan el odio, en las calles y en las instituciones. “Los surcos de mi memoria atestiguan lo vivido, desde los albores de la democracia y lo que fue la dictadura, con leyes que nos reprimieron, así como los tortuosos caminos hasta llegar a la España de hoy”, introdujo Antonelli. Tras décadas de activismo, la socialista reconoció que ni en la peor de las distopías habría imaginado vivir el actual “intento de involución por parte de las fuerzas de la extrema derecha y de las que no lo son, que se han convertido en sus palmeros con tal de garantizar los gobiernos regionales, vendiendo su alma al diablo”.

Antonelli lamentó el coste personal que para ella misma ha significado la pelea por una ley trans garantista. Pese a las secuelas, la socialista, ahora fuera de la Asamblea de Madrid, aseguró no haber estado “nunca con la cabeza tan alta, nunca tan orgullosa de ser activista y no haber dejado de serlo por muy tormentosos que fueran los indecentes calvarios por donde hubo que transitar”.

Al escenario se subió también Lina Gálvez, europarlamentaria socialista. “Sois la memoria democrática de este país”, concedió a la federación. Tanto Antonelli como Gálvez reservaron parte de sus intervenciones para recordar a su compañero Pedro Zerolo, fallecido en 2015 . “El PSOE siempre ha ido de la mano de la sociedad civil para avanzar en derechos”, presumió la eurodiputada, especialmente en la aprobación de la ley del matrimonio igualitario y la ley de identidad de género de 2007. También se refirió a la flamante y polémica ley de Igualdad LGTBI: “Una vez que pase el trámite parlamentario se verán reconocidos los derechos de las personas trans, logrando la despatologización y eliminando todas las trabas. Ese es el compromiso de nuestro partido, no lo dudéis”, subrayó la eurodiputada. La insistencia a la hora de destacar el compromiso de su formación tiene un potente valor simbólico, tras todo un proceso de tensas negociaciones entre los socios de Gobierno y de batalla interna por sacar adelante la ley trans.

Beatriz Gimeno, diputada por Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid y expresidenta de la FELGTB, subió al escenario, guardó los folios garabateados que había previsto de guion y sacó a relucir sus nervios: “Estoy nerviosísima. No voy a leer nada de lo que había preparado”, asintió, en un arrebato de sinceridad. “Esta es mi casa... Lo mismo lloro, ¿eh?”, advirtió conmovida. Frente a ella, sentadas en primera fila, sus compañeras Carla Antonelli y Boti García Rodrigo parecían abrazar con mirada cómplice la improvisada intervención. La diputada y activista hizo un recorrido por la historia de la federación, sus logros y el aprendizaje tras años de militancia. “Estamos en un tiempo de reacción: hay que ser fuerte y saber resistir”, aseveró. Gimeno y la nueva secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, insistieron en la necesaria hermandad entre la lucha feminista y el movimiento LGTBI. Ahora más que nunca.

Las felicitaciones y los elogios partieron de dos ministras: Irene Montero (Igualdad) y Pilar Llop (Justicia). Esta última, a través de una pantalla. En un breve vídeo, sus palabras fueron fundamentalmente dirigidas a la futura ley de Igualdad LGTBI: “Con esta ley queremos garantizar los derechos” del colectivo “erradicando todas las situaciones de discriminación”. Al término de la jornada tomó la palabra la ministra de Igualdad. Irene Montero puso en valor el trabajo de la federación: “Sois historia viva. Una historia que nos habla de derechos humanos, de feminismo, de autodeterminación y de derecho a ser. Todos los valores que deben ser pilares de una sociedad democrática”.

Uge Sangil, reelegida presidenta de la Federación FELGTBI+

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Montero agradeció, en nombre del Gobierno, la labor de la entidad como “referencia, apoyo y soporte” durante el confinamiento, pero también su papel en la larga y compleja negociación de la ley trans. Un anteproyecto por el que, sostuvo la titular de la cartera, su equipo seguirá “luchando”, con el propósito de “mejorarla y que sea la ley de todas, todos y también de todes”. Montero se comprometió a dar la batalla por incluir los derechos de las personas no binarias y de las personas LGTBI en situación administrativa irregular, ambos colectivos contemplados en el primer borrador, pero finalmente excluidos de la norma tras el proceso de negociación. “Lo imposible sólo tarda un poco más”, clamó la ministra, quien reivindicó la necesidad de construir políticas públicas con vocación de permanencia en favor del colectivo. En esa línea, destacó el recién consensuado anteproyecto de Presupuestos Generales de 2022, en el que se ha incrementado sustancialmente la partida destinada a la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI.

El colofón corrió a cargo de una visiblemente emocionada Uge Sangil, actual presidenta de la federación. “Llevamos cuarenta años desde los primeros casos de sida, cuarenta años en los que el estigma nos ha perseguido. Tenemos que seguir luchando”, afirmó solemne. No le tembló la voz al cargar contra el argumentario que el PSOE difundió en verano de 2020 contra la autodeterminación de género. “Vergüenza”, pronunció tajante, tras recordar que la fecha en la que el documento se publicó coincidía con el aniversario del fallecimiento de Pedro Zerolo. Al PSOE, una de cal y una de arena. “Sabemos que el Partido Socialista no se ha portado muy bien. Pero el hecho de que Carmen Calvo no esté en la Vicepresidencia del Gobierno”, asintió Sangil, tiene una lectura: “Por su transfobia no está. Gracias al partido por tomar esa decisión”.

Las lágrimas, no siempre contenidas, las resignificó Sangil para rendir homenaje a sus compañeros, a quienes agradeció su tenacidad y perseverancia en los momentos difíciles. Con la mirada puesta en un futuro difícilmente predecible, remató la activista, “mejor vivir sin miedo”. Y ante los discursos de odio, la única respuesta posible: “La cabeza arriba, sin meternos en el armario y sin dar un paso atrás. Sabemos quienes son y a ellos nos enfrentaremos”.

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