El ocaso del céntimo

Son pequeñas y escurridizas, lo que las hace poco manejables. Son las monedas de uno y dos céntimos y a la Comisión Europea no le gustan. Por eso, propone retirarlas de la circulación. Por eso y porque producirlas cuesta más que el valor real de la moneda. En la parroquia tuitera no lo dudan: se impondrá el redondeo al alza.

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