Miguel del Arco, un kamikaze en el celuloide

"Debo ser consecuente con el nombre de mi productora: Kamikaze". Miguel del Arco ha decidido dar un triple salto mortal en su carrera. El director teatral, consagrado con la obra La función por hacer en 2009 y considerado desde entonces como uno de los creadores más relevantes de la escena, no necesitaba ningún gran movimiento para afianzar su trayectoria. Pero ha saltado de todas formas: hacia su primera película, Las Furias, actualmente en construcción y cuyo estreno en salas se espera para otoño de 2016. 

El argumento no desentona con el trabajo del director hasta ahora. Las Furias hace referencia a esas figuras de la mitología griega que castigan a quienes atentan contra la familia. En este caso, la familia es la de Marga, una mujer de unos setenta años que decide deshacerse del caserón familiar. La venta servirá de excusa para la celebración de la boda de uno de sus hijos, antes de abandonar la mansión para siempre.  Una historia en la que se aprecian las huellas de los últimos trabajos de Del Arco: los mitos helenos de su Antígona (2015), las vacaciones conjuntas de Veraneantes (2011), las tensiones amorosas de Misántropo (2014).  

Los tres meses de preproducción (entre mayo y julio de este año) se han concretado en seis semanas de rodaje, del 10 de agosto al 19 de septiembre, entre Madrid y Cantabria.  En las fotos de rodaje se les ve danzar por la capital (plaza de España, terrazas, parques, el barrio de Los Austria) y se intuye un ajetreo al que Del Arco no está acostumbrado. Aunque normalmente es fácil encontrarle al otro lado del teléfono, en esta ocasión contesta vía correo electrónico. Su productor, Aitor Tejada, confirma la locura en la que se ven inmersos desde hace semanas. 

El salto del teatro al cine conlleva un ritmo más acelerado, un equipo aparatoso, un papeleo descomunal... y más dinero. En Las Furias participan Televisión Española y Movistar+ (fusión de Movistar yCanal+). ¿Más presupuesto, más responsabilidad? "Siempre siento responsabilidad con la gente que por una u otra razón confía en mí. Pero a la hora de currar, siendo un tipo responsable como soy, intento fomentar mi inconsciencia. Si no fuera un inconsciente no me habría metido en este lío", responde el director. 

Kamikaze Teatro, Premio Nacional del Teatro

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El "lío" se ve mitigado por la compañía. Además del respaldo del equipo habitual de la productora Kamikaze (acompañada por Aquí y Allí Films, artífices de Magical Girl, de Carlos Vermut, y Hablar, de Joaquín Oristrell), Miguel del Arco se rodea de algunos habituales. Está Bárbara Lennie, con quien ha trabajado en la mayoría de sus montajes; Carmen Machi, protagonista de Antígona y Juicio a una zorra; Gonzalo de Castro y Emma Suárez, intérpretes en Deseo; o Elisabet Gelabert, parte del equipo de Veraneantes. Además contará con José Sacristán y Mercedes Sampietro, entre otros. Los ritmos del cine han impedido que el director desarrolle el largo trabajo actoral previo en sus obras: "No he podido ensayar tanto como me hubiera gustado, pero tengo a favor que ya había trabajado antes con la mayoría de los actores que componen el reparto".

Escena de 'Misántropo', dirigida por Miguel del Arco. / EDUARDO MORENO (KAMIKAZE PRODUCCIONES)

El paso del teatro al cine, defiende el director, no ha sido un proceso forzado: "He leído algunas veces que mis montajes son muy cinematográficos, como estoy seguro de que se aludirá a mi formación teatral cuando la película esté terminada". Habla, por ejemplo, de una escena de Misántropo en el que los personajes bailaban a cámara lenta. O a las escenas enfrentadas de Deseo. Tampoco es su primer trabajo en el cine: como todos los realizadores que se lanzan al celuloide, tiene varios cortometrajes a sus espaldas. En el fondo, se pregunta, qué más da: "Principio y fin son el mismo para ambas disciplinas: contar una historia. En teatro, mi trabajo parte del actor y la palabra para llegar a la imagen, y en cine la imagen generalmente es la que sitúa la historia... pero no siempre. Me dejo llevar. Pienso en la historia. Lo que necesita, lo que me demanda, lo que me emociona".