Lecturas infalibles

Pilar Adón se pone en la piel de Orlando y Anna Karenina

La escritora Pilar Adón.

“La reflexión, la belleza, el horror, la transformación”, todo ello lo encontró la escritora Pilar Adón (Madrid, 1971) en Orlando (1928), de Virginia Woolf, y en Anna Karenina (1877), de León Tolstoi. Anima a la lectura de estos clásicos porque “las virtudes y miserias humanas cambian poco y estos libros las detallan con una precisión universal”. Sostiene que son libros para releer: ella misma pretende sumergirse en el mundo de Orlando, de nuevo, este verano.

Adón, dentro de la serie veraniega de infoLibre en la que varios escritores recomiendan un clásico literario, elige estas obras que fueron fuentes de inspiración para sus escritos: “Woolf y Tolstoi son capaces de generar ese estado de ensimismamiento en el que lo único que se quiere hacer es leer para averiguar qué les sucede a los personajes y cómo les sucede”. Y eso trata de demostrar en sus textos la autora del poemario Las órdenes (2018), el libro de relatos La vida sumergida (2017) o la novela Las efímeras (2015): “Lo que pasa es tan importante como cómo pasa”.

 

Llegó a los citados clásicos siendo adulta, con una formación mayor, y la comprensión de la lectura le llevó al disfrute. Son obras muy diferentes, a pesar de la similitud de lo que ambas provocaron en ella tras la lectura. Orlando fue la novela de mayor éxito de Woolf en vida por ser una de las más accesibles, pero también se la considera pionera tanto en la literatura como en los estudios de género: el personaje principal cambia mágicamente de género en la madurez, desafiando con ello las ideas de la época sobre el papel de la mujer en la historia o la homosexualidad. Por otro lado, Anna Karenina es una de las obras cumbres del realismo, pero además Tolstoi realiza una crítica a la moral aristocrática rusa de la época a partir de su reacción al romance de la protagonista.

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“Recuerdo el disfrute leyéndolos, la exaltación y el recogimiento, la reflexión, la intimidad y la identificación con los personajes, la comprensión, la sonrisa ante el descubrimiento de una imaginación privilegiada”, detalla la escritora al rememorar cómo fue su experiencia al tener entre sus manos estas novelas. “Todo lo que forma parte de la narración pasa a formar parte de nosotros después. El mundo se concentra en estas historias”, manifiesta. Pilar Adón aprendió de estas novelas, ya que, según explica "apelan al intelecto y a la emoción".

Orlando y Anna Karenina han marcado la vida adulta de esta autora madrileña. Pero cuenta que, en su juventud, se encontró con Primer amor, de Iván TurguénievPrimer amor, y le impresionó “con la violencia de ser uno de los primeros libros totales” que leyó en su vida. Revela que este libro, donde aparece la lucha entre lo racional y lo sentimental y la reflexión sobre las emociones y el tiempo, le influyó incluso temáticamente; de hecho, llegó a escribir un relato inspirado en la historia.

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