Ángel Gabilondo (San Sebastián, 1949), ex ministro de Educación y actual portavoz socialista en el parlamento de la Comunidad de Madrid recomienda el fresco de
Il tuffatore (
El nadador), situado en la ciudad grecorromana de Paestum, cerca de Salermo (Italia), cuando le preguntan por una obra cultural que ayude a comprender la actualidad política. En estos frescos pintados sobre losas que componen una sepultura de piedra caliza se "representa a alguien que salta y se zambulle en el mar desde los confines del mundo supuestamente conocido, pero en realidad representa hasta qué punto tenemos que tener
el valor y el arrojo de ensanchar los límites de lo posible", explica el político socialista. Esta recomendación es una pieza más en la serie
Lo que nos pasa, que durante los meses de verano reúne las obras de teatro, series, libros, discos, películas y en este caso, pinturas o monumentos que, para los representantes de distintos partidos políticos, ayuden a comprender la situación actual.
Para el diputado en la Asamblea de Madrid esta obra es "la expresión de un tiempo de valentía donde los límites del mundo conocido —las columnas del templo de Hércules— dan paso a un mundo sin definir e inexplorado, hacia las aguas del mar abierto", una forma de
irrumpir en otro modo de vida, así como otra forma de entender las cosas. La obra fue encontrada en unas excavaciones arqueológicas realizadas en 1968 y hoy se puede visitar en el
Museo Arqueológico Nacional de Paestum.
Gabilondo reconoce que está obra ha sido
reproducida en muchas ocasiones, constituyendo un signo de "recomienzo y de la necesidad del arrojo para hacerlo". Por ello, justifica su elección explicando que estamos en un "momento singular" en el que no nos debemos limitar a lo que ya conocemos y a lo que ya existe, sino que podemos buscar nuevas formas, en lo social y en lo político. "Este
símbolo de no resignarse a la muerte, y saber vivir más allá de lo que tenemos es una buena referencia y esperanza para un tiempo que queremos diferente y más justo", explica el portavoz socialista.
"Frente a la resignación o la claudicación del estado de cosas… la audacia de querer transformar", concluye Ángel Gabilondo.
Pués a mí este fresco me evoca el balconing desde un rascacielos de Benidorm. ¡Qué visión de futuro de hace unos 2000 años. Estos itálicos son la releche!. Lo mismo paren un divino Dante cómo un rijoso Berlusconi y su heredero Salvini.
Estimado señor Gabilondo, a ver si recuperan por fin lo que impidieron los tránsfugas, aplicando la colaboración virtuosa con el joven Errejón.
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