Báñez dice que la reforma laboral mantiene empleos

"La reforma laboral está contribuyendo a mantener muchos puestos de trabajo", aseguró la ministra de Empleo, Fátima Báñez, en una entrevista publicada en el diario Abc el pasado 5 de enero. Sin embargo, cuando se cumple un año de la entrada en vigor del decreto que le dio forma, las estadísticas revelan que se han destruido 850.000 empleos.

Y esa cifra es mayor, incluso, que la registrada en 2009, el peor año de la crisis. Entonces el PIB cayó un 3,7% y por cada punto de caída el empleo asalariado en el sector privado se redujo 2,2 puntos porcentuales. En 2012 (la reforma laboral entró en vigor en febrero), con una caída del PIB de sólo el 1,3%, el empleo se contrajo cuatro puntos porcentuales.

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Además, los números anteriores se refieren únicamente al sector privado, porque el año pasado también se destruyó empleo público a un ritmo desconocido hasta ahora: 218.000 puestos de trabajo menos, por lo que la plantilla de las diferentes administraciones vuelve a cifras de 2008.

En la misma entrevista, la titular de Empleo también destacó como otro de los logros de su reforma laboral que el despido "en este país" haya "pasado a ser el último recurso". Nada más falso.

Según el Observatorio de la Reforma Laboral de Sagardoy Abogados, el 47% de las empresas ha despedido personal en el último año, por un 40% que ha recurrido a medidas de flexibilidad interna, e incluso un 35% ha combinado despidos y flexibilidad (modificación de salarios, horarios, jornada, traslados...). Es decir, estas medidas, que en el imaginario de la ministra deberían haber sustituido y evitado los despidos, no sólo no lo han hecho sino que a veces, incluso, los acompañan y recrudecen.