VERDAD O MENTIRA

¿Sufrió España en 2015 una fuga de capitales de 70.200 millones de euros, la mayor desde 2012?

Parada del metro de Madrid del Banco de España.

La cuenta financiera de España arrojó en 2015 un saldo, la diferencia entre los capitales que entraron y los que salieron, de 70.200 millones de euros a favor de estos últimos. La cifra es la mayor desde 2012, cuando la salida de fondos se disparó hasta los 179.221 millones de euros. Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurrió ese año, en esta ocasión no se puede hablar de fuga de capitales.

Si hubiera existido una huida de fondos, ésta se reflejaría básicamente en uno de los epígrafes de la cuenta financiera que acaba de publicar el Banco de España: en las inversiones de cartera, las compras de renta fija y de acciones hasta un 10% del capital de una empresa. Por el contrario, este capítulo registra un saldo apenas superior en 700 millones al del año pasado. Que, en todo caso, es el resultado del aumento de lasinversiones de las empresas españolas en el extranjero respecto a 2014: 55.900 millones, 2.900 millones más que el ejercicio pasado.

Sí se han reducido las inversiones extranjeras en España, 55.200 millones, respecto a 2014: 6.900 millones de euros menos. Pero la situación no tiene nada que ver con la de 2012, el peor año de la crisis, cuando la inversión foránea en este capítulo se quedó en sólo 2.375 millones de euros y, al tiempo, las empresas españolas retiraban 49.035 millones del exterior.

Otras inversiones

Además, el mayor volumen de salida de fondos corresponde a la rúbrica de “otras inversiones”, que incluye los préstamos que los bancos españoles devuelven a acreedores extranjeros y los depósitos. El saldo es de 48.800 millones de euros. En el primer caso, es una buena noticia que los bancos puedan reducir su deuda aprovechando los bajos tipos con los que pueden obtener fondos del Banco Central Europeo (BCE) mientras le venden sus propios bonos. Según la cuenta financiera de la balanza de pagos, el Banco de España debe al Eurosistema 50.900 millones de euros, o lo que es lo mismo, ésa es la cantidad que se ha inyectado en la economía española y permite a empresas y bancos reducir deuda o lanzarse a nuevas inversiones en el exterior.

En el segundo caso, son esos mismos tipos de interés en mínimos históricos los que han trasladado el dinero de los depósitos a los fondos de inversión en el extranjero.

Inversiones directas

El BCE amplía el programa de estímulos y vuelve a bajar los tipos

El BCE amplía el programa de estímulos y vuelve a bajar los tipos

Por lo que se refiere a las inversiones directas  –compras por encima del 10% del capital de una empresa– también han aumentado los fondos españoles colocados en el extranjero, 7.500 millones más respecto a 2014. Al mismo tiempo, ha encogido la inversión directa foránea en España, 4.500 millones, mucho menos, por tanto, de lo que ha crecido la actividad inversora de las compañías nacionales en el extranjero.

Una vez más, pese a ese descenso, la situación es muy distinta a la de 2012, cuando los fondos que las compañías extranjeras colocaron en España se contrajeron en 2.672 millones respecto a 2011. El año pasado, en cambio, esos capitales crecieron 20.300 millones.

Es decir, el aumento de la actividad española en el exterior y la reducción de la deuda con entidades extranjeras no pueden ser consideradas “fuga de capitales”. Y desde luego, no puede culparse a la incertidumbre política de lo que, en realidad, es una mera cuestión contable. Las cifras de la balanza de pagos publicadas por el Banco de España se refieren a todo 2015 y las elecciones se celebraron el 20 de diciembre. Ni siquiera los datos referidos a este último mes, proporcionados por el supervisor junto con los acumulados del año, pueden considerarse relacionados con el resultado de las urnas: es el mes en que se cierra el ejercicio, cuando se ajustan los balances con operaciones pendientes.

Más sobre este tema
stats