¿Verdad o mentira?

Pablo Casado: habría que "ilegalizar" los partidos independentistas "como hacen las constituciones de Alemania, Portugal y Francia"

El vicesecretario general de Comunicación del Partido Popular, Pablo Casado.

El pasado 13 de octubre el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, expresó su apuesta por "ilegalizar" los partidos independentistas. Días después, el martes 17, amplío sus palabras al subrayar que así lo hacen las constituciones de Alemania, Francia y Portugal, que no permiten formaciones que vayan contra la unidad territorial y la soberanía nacional. El portavoz conservador empleaba dichos ejemplos europeos con el fin de plantear la posibilidad de "limitar" en España "proyectos rupturistas y ruinosos para la nación y para las comunidades autónomas" y de esta forma evitar que "situaciones frustrantes" como la que domina el panorama político catalán "se puedan repetir".

¿Qué dicen las constituciones de estos países y cuál es su realidad política?

El artículo 10.2 de la Constitución portuguesa señala que "los partidos políticos concurren a la organización y expresión de la voluntad popular, dentro del respeto a los principios de la independencia nacional, de la unidad del Estado y de la democracia política". Tal y como ha confirmado un portavoz autorizado de la Embajada de Portugal en Madrid a preguntas de infoLibre, actualmente no existe ningún partido de corte independentista en el país, pero tampoco ninguno ha sido ilegalizado por tales motivos a lo largo de su historia reciente.

Lo cierto es que la realidad territorial de Portugal está actualmente al margen de conflictos, si bien en los años setenta operaron en el país algunos grupos independentistas de extrema derecha, como el Frente de Libertação do Arquipélago da Madeira o el Frente de Libertação dos Açores. Ambos llevaron a cabo acciones armadas tras la Revolución de los claveles, que en 1974 dio pie a la introducción de la democracia en el país y a la extinción de antiguas colonias como Angola, entre otras. Los grupos independentistas comenzaron a perder peso, hasta desaparecer, con las reformas políticas que otorgaron autonomía para las islas.

En cuanto a Alemania, la Ley Fundamental Federal de la República Federal de Alemania dice, en su artículo 21.2, que "los partidos que por sus fines o por el comportamiento de sus adherentes tiendan a desvirtuar o eliminar el régimen fundamental de libertad y democracia, o a poner en peligro la existencia de la República Federal de Alemania, son inconstitucionales". Sobre la constitucionalidad, añade, decidirá la Corte Constitucional Federal.

Según explica un portavoz de la Embajada alemana en Madrid, "en Alemania no existen partidos políticos con programa independentista y con representación parlamentaria". Tampoco se ha producido ninguna ilegalización por estos motivos. No obstante, el Estado de Baviera sí cuenta con formaciones de tendencia independentista, pero actúan de forma prácticamente anecdótica en el tablero político. Aunque el Partido de Baviera se erige actualmente como la principal formación independentista bávara, únicamente obtuvo el 2,1% de los votos en las elecciones regionales de 2013 y no cuenta con representación parlamentaria a nivel nacional.

Recientemente el Tribunal Constitucional alemán rechazó la posibilidad de convocar un referéndum independentista en el Estado federado y recordó que el poder constituyente reside en el pueblo alemán. "La lucha por la independencia de Baviera no será decidida por un tribunal, sino más bien por la voluntad de los bávaros", señaló entonces el líder de la formación independentista, Florian Weber.

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La legislación francesa, por su parte, se revela al respecto de forma más ambigua. La ley establece en su artículo 4 que "los partidos y las agrupaciones políticas (...) se constituirán y ejercerán su actividad libremente dentro del respeto a los principios de la soberanía nacional y de la democracia". Además, agrega, "la ley garantizará las expresiones pluralistas de las opiniones y la participación equitativa de los partidos y las agrupaciones políticas a la vida democrática de la nación".

En conversación con este diario, fuentes oficiales de la Embajada de Francia en Madrid explican que "no se ha hecho ninguna prohibición de ningún grupo político" por perseguir objetivos independentistas en sus programas. Explican, asimismo, que actualmente no existe ninguna formación de dichas características a nivel nacional, aunque sí en el ámbito regional. "A nivel local tenemos una Asamblea de Córcega donde hay gente que dentro de su identidad política apoya el independentismo", explican las mismas fuentes.

La coalición Pè a Corsica, formada por el independentista Corsica Libera y el autonomista Femu a Corsica, ganó en 2015 las elecciones a la Asamblea regional de Córcega, obteniendo 24 representantes de un total de 51. De la coalición resultaron dos líderes: Jean-Guy Talamoni como presidente de la Asamblea de Córcega y Gilles Simeoni al frente del Consejo Ejecutivo de Córcega. En las legislativas francesas de 2017, tres de sus candidatos lograron entrar en la Asamblea nacional, logrando por primera vez presencia del nacionalismo corso a nivel nacional.

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