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¿Es Bárcenas un preso político?

Matilde Asian, una poco conocida diputada canaria que es portavoz adjunta del Grupo Popular, lo expresó con una claridad insuperable: "Debemos de recordar que el Ministerio Fiscal está sometido a la jerarquía y, por tanto, es el Ministerio de Justicia y el Gobierno de España el que ha solicitado la prisión incondicional". Lógicamente, la obligaron a rectificar. Pero lo que tan inocentemente declaró Asian es precisamente uno de los argumentos utilizados por los amigos del tesorero ascendido por Rajoy: la culpa del encarcelamiento es del ministro Gallardón, que se quiere quedar con el partido por la vía penal. Entonces, ¿es acaso Bárcenas un preso político?

A riesgo de no mantener el suspense hasta el final del artículo, vaya la respuesta por adelantado: la decisión polémica de la Fiscalía Anticorrupción no es haber pedido esta semana prisión incondicional para el tesorero ascendido por Rajoy, lo escandaloso es que no reclamase esa medida hace cuatro meses. Bárcenas no es ahora un preso político, Bárcenas ha sido demasiado tiempo un "suelto político".

Que el tesorero ascendido por Rajoy pudiera pasearse libremente tras conocerse que amasaba en Suiza una fortuna multimillonaria robada en España era una obscenidad. Que ningún juez haya intervenido en cuatro años los ordenadores de Bárcenas es incomprensible. Que el PP se haya dedicado a torpedear de forma sistemática la investigación judicial es un atentado contra ese Estado de Derecho que tanto dicen defender. A Rajoy le perseguirá toda su vida esa frase que pronunció en 2009: "Nadie podrá probar que Bárcenas no es inocente". Impresiona ver en el vídeo el tic nervioso del ojo cuando dice esas palabras. ¡Ay, el subconsciente...!

El razonamiento de Matilde Asian no falla al asegurar que la Fiscalía pide el encarcelamiento de Bárcenas tras obtener la autorización del Gobierno. El problema para el PP es la consecuencia lógica de esa afirmación: que sólo cabe atribuir a la influencia de Moncloa que el tesorero ascendido por Rajoy continuase hasta ahora en libertad.

Dado que Mariano Rajoy sabe desde hace muchísimos años que Bárcenas es un ladrón, la pregunta clave es la siguiente: ¿qué ha cambiado para que ahora sí permita su ingreso en la cárcel? En teoría hay tres respuestas posibles: 

1) Moncloa tenía datos de que el tesorero ascendido por Rajoy planeaba darse a la fuga. Con los índices de popularidad por los suelos, lo único que le hacía falta al Gobierno del PP es que Bárcenas se convirtiera en otro Luis Roldán, cuya fuga fue uno de los casos de corrupción que más dañó a Felipe González.

2) Moncloa tenía datos de que mantener en libertad al tesorero ascendido por Rajoy era ya inaceptable para la opinión pública y, por tanto, el escándalo que habría supuesto esa decisión era demasiado costoso políticamente para el PP. 

3) Moncloa tenía datos de que una temporadita en la cárcel ayudaría al tesorero ascendido por Rajoy a entender de una vez por todas lo importante que es mantener la boca callada, sobre todo ahora que la situación judicial de su mujer se ha complicado y seguro que Luis será muy cabrón, pero sabrá apreciar la importancia de que no se complique el horizonte penal de Rosalía Iglesias. 

Es posible que haya algo de verdad en las tres respuestas, porque no se trata de hipótesis excluyentes. La única que se puede descartar totalmente es que Mariano Rajoy se encuentre bajo los efectos de un repentino ataque de honestidad. El subconsciente, esta vez sin el molesto tic en el ojo, le volvió a jugar una mala pasada en su rueda de prensa en Bruselas. Además del ya famoso escapismo mediante la fórmula "la segunda ya tal", el hombre que ascendió a Bárcenas declaró textualmente lo siguiente: "Colaboraremos en todo lo que nos pida la justicia". ¿En todo lo que nos pida? Un grupo de dirigentes donde el que no es registrador es abogada del Estado debería saber que eso no es forma de defender el Estado de Derecho. Si Rajoy es conocedor de algún delito, tiene la obligación de denunciarlo y no esperar cómodamente sentado en su sofá de Moncloa a que la Justicia le "pida" colaboración.

¿Conoce Rajoy algún delito? ¿Presenció alguna vez la entrega de los legalísimos donativos empresariales en la calle Génova? ¿Cómo cobraba los sobresueldos que no eran sobresueldos: mediante transferencia bancaria o en sobre? Mariano calla. Y quien calla, no otorga. Quien calla no dice nada. Y en eso estamos, en la nada.

El tesorero ascendido por Rajoy no es un preso político, claro que no. El tesorero ascendido por Rajoy ha sido durante demasiados meses un suelto político. Así que estimada Matilde Asian, no se moleste usted en rectificar. Todos sabemos que la Fiscalía no pide para Bárcenas un billete con destino a Soto del Real si no es con el nihil obstat de Moncloa, igual que todos sabemos que quienes en el pasado intentaron molestar a Luis, el Cabrón, fueron apartados a golpes (Baltasar Garzón) o a empujones (Javier Gómez Bermúdez).el Cabrón, 

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