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Desde la tramoya

Acceder a lo que se te ofrece

Luis Arroyo nueva.

He ahí la definición misma de privilegio. Que se ofrezcan beneficios, incluso aunque tú no los hayas solicitado, y que tú accedas a ellos. Privilegio es que por ser quien eres se te acerque la tripulación y te coloque en la clase de business, o que te dejen entrar en lugares inaccesibles para el común. O que te pongan una vacuna que en circunstancias normales no te correspondería.

Es sorprendente el comunicado de la infanta Elena, que además habla también en nombre de su hermana Cristina. Si no me equivoco, es la primera vez que las dos hermanas asumen en un comunicado de prensa una posición común. “Ante las informaciones publicadas en la prensa sobre la vacunación de que he sido objeto, quiero efectuar la siguiente aclaración: tanto mi hermana como yo hemos acudido a visitar a nuestro padre y con el objeto de tener un pasaporte sanitario que nos permitiera hacerlo regularmente, se nos ofreció la posibilidad de vacunarnos, a lo que accedimos. De no ser por esta circunstancia habríamos accedido al turno de vacunación en España, cuando nos hubiera correspondido".

Más allá de la decisión de “aclarar” las circunstancias, sorprende el desparpajo con que se reconoce un privilegio de tal dimensión. Hay según parece agencias que están ofreciendo por unos 20.000 euros paquetes de viajes exclusivos que incluyen el pasaje, el hotel y la dosis de la vacuna. El mismo Gobierno de Emiratos lo ha reconocido. Esos viajes para millonarios están en la estratosfera de la vida cotidiana del español medio.

Pues bien. Aquí tenemos a las dos hermanas del rey, que reconocen abiertamente que se saltaron la cola de su país para acceder, porque “se les ofreció”, a la ansiada vacuna.

Creeremos a las infantas cuando nos den los motivos por los que decidieron aceptar el regalo: quieren poder visitar a su padre con su pasaporte sanitario. Podríamos sospechar que mucho problema no tendrían en visitarle sin vacuna, pero hacemos el esfuerzo, y las creemos.

Pero ¿por qué motivo las infantas emiten ese comunicado en el que reconocen sin excusarse, e incluso justifican, su decisión? Podrían formularse dos hipótesis, que son en realidad compatibles.

Podría ser que las infantas hubieran perdido el sentido de la realidad con respecto al rechazo que sus acciones y sus palabras producen en la ciudadanía española y, por tanto, también en la institución representada por su hermano. Puede que ellas consideren que su comportamiento es admisible, y que no debería generar el rechazo del personal. Tal parece que le sucedió a su padre el rey emérito, que, según las apariencias, debía creer que tenía derecho a recibir regalos millonarios y a esconderlos en cuentas opacas, por poner un ejemplo.

Las redes sociales y el Ateneo de Madrid

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Y podría ser también que Cristina y Elena de algún modo le hayan perdido el respeto a la Corona que llevó su padre y que ahora lleva su hermano, y que hayan buscado una pequeña venganza contra él, quizá por las distancias marcadas por el rey y por su expulsión formal de la familia real.

Para cualquier ser humano debe ser duro, muy duro, que mientras tu pareja paga en la cárcel por comportamientos que tú incluso podrías justificar, tu padre descanse en la playa tras desafueros mucho mayores, y tu hermano rey te saque de la foto.

Las dos hipótesis son un síntoma más del grave peligro en que se encuentra la monarquía, generando con sus cuitas un debate social que no se cierra nunca, y que aprovechan sus adversarios para espolear con cualquier excusa.

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