El discurso del PP

Casado olvida que Rajoy redujo en 1.790 los agentes destinados a las zonas que reciben más inmigrantes

Pablo Casado se pasea junto a otros cargos del PP por la frontera de Ceuta.

"La política de inmigración no admite demagogias y tampoco admite buenismos", dijo el presidente del PP, Pablo Casado, mientras estrechaba la mano de varios inmigrantes durante su visita a Algeciras este miércoles. "Se tiene que abordar desde una doble perspectiva. La primera, de respaldo a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en defensa de nuestras fronteras", añadió después. Pocas horas más tarde, repitió el mismo mantra, pero esta vez desde Ceuta. Durante su primera semana y media al frente de los conservadores, este tipo de frases han sido las que más ha pronunciado. Con la inmigración en el foco de la actualidad, el líder de los conservadores ha querido dejar clara la postura de su partido, y además de pedir cooperación en origen, ha insistido una y otra vez en la importancia del "apoyo" y del "respaldo" a los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional para abordar esta materia. Pero el presidente del PP olvida un dato: durante el Gobierno de Rajoy, los efectivos de estos dos cuerpos destinados a las zonas que más presión migratoria soportan –Andalucía, Canarias, Ceuta y Melilla– se han visto reducidos en un total de 1.790 personas, según los datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso infoLibre y que recogen la evolución desde diciembre de 2011 hasta junio de 2018. 

Tal y como explicó los días previos a su visita a la ciudad autónoma y a la localidad gaditana, el objetivo de Casado era "abrazar" a los los policías y guardias civiles en su labor de "defensa de las fronteras". Lo cierto es que el discurso de Casado choca con la realidad de los hechos mientras estuvo en el poder el PP, partido del que Casado era portavoz. En diciembre de 2011, cuando Rajoy llegó a Moncloa, había un total de 38.435 agentes desplegados en Andalucía, Canarias, Ceuta y Melilla (18.208 eran policías nacionales y 20.227 guardias civiles). En junio de 2011, con el PP fuera del poder, el número de agentes en dichas zonas había sido recortado hasta 36.645 (de ellos, 16.884 policías nacionales y 19.761 guardias civiles). Se han perdido, por tanto, 1.790 trabajadores, un 4,7% del total. 

La disminución se ha producido en los cuerpos de manera progresiva durante estos siete años y medio, pero ha sido mucho más notable en el caso de la Policía Nacional, que ha visto su plantilla reducida en 1.324 personas, es decir, un 7,3%. La Guardia Civil, por su parte, con menos agentes destinados a estas zonas, ha perdido 466 agentes, un 2,3%. 

Melilla aumenta sus efectivos pero no frena las llegadas

La única excepción a los recortes en las zonas que conviven con una mayor presión migratoria ha sido Melilla. En 2011 había 1.170 efectivos (568 policías nacionales y 602 guardias civiles) y en la actualidad cuenta con 1.207 efectivos (580 agentes de la Policía Nacional y 627 de la Guardia Civil). Es decir, 37 agentes más. Según informaron fuentes del Ministerio del Interior a infoLibre, recientemente se ha aprobado el envío, a Ceuta y Melilla, de otros 40 efectivos. 

Ceuta, en cambio, sí se ha visto afectada por los recortes policiales, al pasar de 1.170 agentes en 2011 (568 policías y 602 guardia civiles) a 1.127 ahora; es decir, 44 menos. 

La frontera que comparten con Marruecos ha convertido estas dos ciudades en dos puntos clave en la recepción de inmigrantes en nuestro país. Sin embargo, en lo que llevamos de año, Ceuta ha visto entrar a menos personas a través de su vallado fronterizo que en 2017. Durante las mismas fechas del año pasado fueron 1.306 las personas que atravesaron la frontera con la ciudad. Ahora, en lo que llevamos de año, han sido 1.223. A Melilla, en cambio, le ha ocurrido justo lo contrario, y casualmente es la única que ha aumentado su dotación de efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, imprescindibles para Casado. Este año han llegado 2.736 personas, pero hace un año lo hacían 2.101

No obstante, las entradas irregulares por su costa han aumentado tanto en el caso de Ceuta (que ha pasado de recibir a 66 personas a recibir a 263), como en el de Melilla (que ha recibido a 478 personas frente a las 181 de 2017). 

Esta ha sido la tónica general de los últimos meses y la causa de que la inmigración se haya situado en una posición central dentro de la actualidad. Las llegadas han sido muy superiores a las de 2017 y la falta de previsión, según informaron varias organizaciones a este diario, ha provocado que no se hayan gestionado de manera adecuada, generando un colapso evidente, sobre todo, en las ciudades de la costa andaluza. Según los datos que maneja la institución que dirige Fernando Grande-Marlaska, hasta el 31 de julio llegaron a nuestro país 22.301 personas, la mayoría por vía marítima. El año pasado fueron, en cambio, 8.677 personas, es decir, un 157% más. 

Los recortes en Canarias y Andalucía

Los cinco minutos que no encuentra Pablo Casado

Según Casado, la situación actual es semejante a la que se vivió durante los años 2006 y 2007 con la llamada "crisis de los cayucos", cuando las llegadas de inmigrantes a Canarias se multiplicaban día tras día. Como desveló infoLibre, 'Casado manipuló las cifras para sostener su discurso. Se da la circunstancia de que el archipiélago canario es el que más agentes ha perdido, en términos porcentuales, durante el mandato de Rajoy. En 2011 contaba con 7.728 agentes (4.119 policías y 3.609 guardia civiles), mientra que ahora son 7.205 (3.789 policías y 3.416 guardia civiles). Es decir, 523 menos, lo que supone una reducción del 6,8% del total

En términos absolutos, la comunidad más afectada ha sido Andalucía, que pasó de contar con 28.366 efectivos en 2011 a 27.106 en la actualidad, una disminución de 1.260 agentes, lo que equivale al 4,4% del total.

La política migratoria, a la que PP y Cs dedican especial atención, seguirá probablemente en el centro de la agenda política durante algún tiempo. Este mismo viernes, Pedro Sánchez anunció la creación de un mando único para la cooperación operativa de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la frontera y en el Estrecho. El objetivo es centralizar "la coordinación y el seguimiento" de todas las actuaciones vinculadas con la inmigración ilegal. Según detalló, la constitución de este mando pretende "optimizar" los recursos y actuaciones que permitan "colaborar en impedir" la salida de embarcaciones de migrantes en los países de origen y "evitar la llegada inadvertida" de pateras a España. "La migración no ha empezado con este Gobierno. Con este gobierno lo que ha empezado es la política migratoria que no había hasta ahora", presumió Sánchez. 

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