La nueva legislatura

La cúpula del PP no se mueve: descarta proponer un candidato a la investidura distinto a Rajoy

El Partido Popular rechaza mirarse en el espejo de lo ocurrido en Cataluña en lo que tiene que ver con el hecho de que el candidato inicialmente previsto para la investidura, Artur Mas, se haya apartado para que Carles Puigdemont acabe siendo el president. En campaña, en los días posteriores al 20-D y ahora, la dirección nacional de los conservadores no se mueve: Mariano Rajoy se presentó a las elecciones generales como candidato a la Presidencia del Gobierno y así sigue siendo. En el partido que sostiene al Ejecutivo en funciones nadie se atreve a llevar la contraria a Rajoy, máxime cuando él mismo ha asegurado que no entra en sus planes ceder su cabeza. "No lo parece. Pero si hay algún cambio al respecto será él el que lo decida, por lo que, a día de hoy, no hay debate posible sobre esta materia", señala un miembro del Comité de Dirección del PP en conversación con infoLibre.

Las fuentes consultadas consideran que el partido está dispuesto a hablar "de todo" con PSOE y Ciudadanos para lograr un acuerdo de Gobierno. Pero en ese "de todo", de momento, no entra la posibilidad de sacrificar a su candidato a cambio de lograr la investidura.

No obstante, no se trata de un debate exótico y que no está en la opinión pública. Este mismo lunes, Juan Luis Cebrián, presidente de El País, publicaba un artículo en el que consideraba que "la retirada honrosa de Mariano Rajoy de la vida política parece condición necesaria, aunque no suficiente, para alcanzar un acuerdo" de investidura. 

Y, desde las propias filas del Partido Popular, Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid y clásica rival interna de Mariano Rajoy, respondió señalando que"lo importante no son las personas, sino las instituciones; en este caso, el Gobierno de España" cuando se le preguntó si se podría pensar en otro candidato para salvar un pacto PP-PSOE-CiudadanosPSOE.

"Está fuera de toda duda"

Aguirre no quiso después ahondar en si es partidaria de que el PP proponga otro candidato, pero sus declaraciones en las que señalaba que "lo importante no son las personas" dejaban claro que no está en la línea de lo sostenido por la dirección nacional de su partido. "Tenemos un candidato. El candidato es el presidente del Gobierno y el presidente del partido", respondía poco después en rueda de prensa el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado.

Según sostuvo Casado, número uno por Ávila en las últimas generales, "esa", la de que el candidato a la investidura sea aquel en el que se haya pensado inicialmente, "es la seriedad que ha faltado en Cataluña"

A día de hoy, el PP considera "una torpeza" que se entre en este tipo de discusiones que "sólo benefician a la oposición", considera un diputado electo el pasado 20-D. La misma fuente insiste en que "está fuera de toda duda" que lo que ha ocurrido en Cataluña con Mas y Puigdemont no va a ocurrir con Rajoy. Y considera que no va a ceder a ningún tipo de presiones: "Lo que ha pasado en Cataluña, ha pasado en Cataluña", dice.

¿Que fue de la 'Operación Menina'?

Antes incluso de la campaña electoral, sectores mediáticos y empresariales especulaban con la posibilidad de que, en un escenario de resultados electorales ajustados como el que definitivamente se dio, Rajoy podría ceder el puesto a su mano derecha, Soraya Sáenz de Santamaría. Era, según se sostenía en estos círculos, una forma de engrasar una gran coalición PP-PSOE.

Estas voces vieron como su tesis pareció encontrar acomodo incluso en la prensa extranjera. El 15 de octubre, el Financial Times publicaba un artículo en el que alababa la figura de Santamaría.

Ya en plena campaña, cuando se conoció que Rajoy había delegado en ella para representar al PP en el debate televisado a cuatro con los líderes del PSOE, Ciudadanos y Podemos, el líder de esta última formación, Pablo Iglesias, habló de la Operación Menina.Operación Menina Con este calificativo, se refería a un escenario en el que Rajoy cedía el puesto a la número dos de su lista por Madrid a fin de lograr los apoyos de Ciudadanos para la investidura.

No pasa inadvertido que por estas fechas el partido de Albert Rivera era insistente en que no apoyaría a ningún Ejecutivo que llevase a Mariano Rajoy como presidente.

Los dirigentes conservadores a los que se le pregunta estos días por el futuro de Rajoy recuerdan que en 2008, tras perder las generales, "nadie", ni dentro del partido, ni fuera, consiguió que se rindiera. "Y eso que también había muchas presiones mediáticas a diario", añade un cargo regional. Ahora, cuenta a su favor con que no hay un sector crítico ni fuerte ni organizado puertas adentro de la formación.

¿Y si hay nuevas elecciones?

Las fuentes consultadas tienen más dudas sobre lo que ocurriría en un escenario de repetición de nuevas elecciones. Pese a que en este contexto Rajoy ya ha asegurado que él repetiría de nuevo como candidato, este asunto podría conllevar algo más de debate interno. Como, por ejemplo, sobre la conveniencia de celebrar un congreso del partido que debería haber tenido lugar en 2015. El expresidente José María Aznar reclamó la convocatoria de este cónclave y pidió que fuese abierto en el Comité Ejecutivo Nacional que el PP celebró un día después de las generales.

Hay sectores del partido del Gobierno que consideran que si se convocan elecciones de nuevo para la primavera, todas las formaciones harán una lectura de sus resultados y de hasta dónde quieren llegar y el PP no se podrá mantener ajeno a ese proceso. De convocarse un congreso, de éste saldría ya proclamado el candidato a las generales. Se trata de algo que viene ocurriendo desde el XVI Congreso Nacional que se celebró en Valencia en junio de 2008.

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