La situación en el PP

Discurso del PP ante el 26-J: unidad de España, miedo a Podemos y denuncia de los pactos de C's

El PP se agarra a la unidad de España, a ubicar a Ciudadanos en la izquierda y al discurso del miedo a Podemos ante el 26-J

"No voy a participar en un juego que no lleva a ninguna parte. Esta sería la enésima invitación [...] No voy a entrar en detalles. Si hay algo, se lo diré a ustedes". Así se pronunció este miércoles el presidente del Gobierno en funciones después de reunirse en el palacio de la Moncloa con el presidente de la Generalitat. No se refería precisamente a Carles Puigdemont, al que le cerró la puerta a cualquier tipo de consulta sobre la soberanía de Cataluña, sino a Pedro Sánchez. Era la forma de Mariano Rajoy de meter presión al jefe de los socialistas cuando el calendario se acerca al 2 de mayo, día en el que se disolverán las Cortes si ningún candidato ha logrado la confianza del Congreso de los Diputados para ser investido.

Si hay algo en lo que en todos los partidos están de acuerdo en este momento es en que todo apunta a que sólo un giro inesperado puede evitar ir a elecciones generales el 26 de mayo. Del PP a Podemos, todas las formaciones están en modo campaña y empiezan a afilar sus discursos. En el caso del partido del Gobierno en funciones, el Partido Popular, el hecho de que Mariano Rajoy saliese personalmente a rendir cuentas ante la prensa de su reunión con Puigdemont, dejó claro que la defensa de la unidad de España será una de las banderas de la más que posible campaña de los conservadores si los españoles tienen que volver a votar en junio.

Los conservadores asumen que el discurso de la recuperación ni cala ni sirve por sí solo para la movilización de los votantes. De cara a unas posibles elecciones insistirán en sus críticas a Podemos en las "contradicciones" de Ciudadanos y en que sólo el PP garantiza la unidad de España.

Cataluña: diálogo sin referéndum

Puigdemont cogió el AVE en Barcelona con la idea de trasladar a Rajoy su deseo de celebrar un referéndum sobre la unidad de España y se vuelve con un no rotundo del jefe del Ejecutivo en funciones. Según sostuvo en la rueda de prensa, le había trasladado que seguirá defendiendo la unidad de España y la soberanía nacional y hará cumplir la Ley. 

El presidente del PP señaló al dirigente catalán que sigue pensando que "juntos ganamos todos". Y que seguía dispuesto "al diálogo y a trabajar en los asuntos que necesiten" de la "colaboración leal" del Estado. No obstante, defendió que "lo que sea España" lo deciden todos los españoles. "Cada uno ha expuesto la suya [opinión] y yo le he dicho lo que entiendo que defiende una mayoría de los españoles, lo que sentimos y vamos a defender y desde luego la necesidad de hacer cumplir la ley porque sin ley no hay democracia", subrayó.

El PSOE "no tiene las cosas claras"

El PP considera que está en disposición de liderar el discurso de la unidad de España. ¿Por qué? Señalan que el Partido Socialista ha demostrado desde el 20-D "no tener las cosas claras" al entender que podría verse obligado a hablar con los nacionalistas para ser investido presidente. "Si no hubiera sido por el mandado de las bases y de los barones...", señala un miembro de la dirección nacional del partido. 

Por extensión, incluyen en esta crítica a Ciudadanos. Los conservadores no perdonan que Albert Rivera, que durante toda la campaña negó que los votos de su partido fuesen a servir para los socialistas, se aliase con Pedro Sánchez firmando un pacto de Gobierno. Y, por supuesto, también incluyen a Podemos, formación a la que ven totalmente abierta a un escenario de independencia de Cataluña. De hecho, en las últimas semanas, se ha alentado del PP la tesis de que Pedro Sánchez estaba buscando que Rivera le diese un portazo para poder atraer a Pablo Iglesias y los nacionalistas.

La "traición" de Ciudadanos

"Una de cal y otra de arena". Con esta expresión resume un miembro de la dirección nacional del PP la estrategia que preparan para marcar distancias con la formación de Albert Rivera.

Los conservadores saben que en un escenario postelectoral pueden necesitar a los votos de Ciudadanos para mantenerse en la Moncloa. Sobre todo si continúa la tendencia que han detectado en las últimas encuestas publicadas que apunta a que, por un lado, el PP está recuperando voto que el 20-D fue para Ciudadanos y, por otro, el PSOE está perdiendo voto en favor del partido de Rivera. 

Pero no están dispuestos a pasar por alto el hecho de que Ciudadanos haya pactado con el PSOE de Pedro Sánchez. "El PSOE, que se pasó toda la campaña diciendo que Ciudadanos era de derechas, acabó pactando con Rivera. Nosotros avisamos de que existía un riesgo cierto de que el voto de Ciudadanos acabase en manos de cualquier otro partido para aupar a un candidato que no iba a ser Rivera. Y así ha ocurrido", sentencia un veterano parlamentario que mantiene que necesitar los votos de Rivera no implica que no puedan hablar claro. "Han pactado con el PSOE. Con la izquierda y nuestros votantes tradicionales tienen que saberlo. Esa contradicción no la vamos a dejar pasar", completa un destacado dirigente nacional.

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El discurso del miedo a Podemos

Paralelamente, el discurso del miedo a Podemos no va a faltar en los próximos, como viene siendo habitual en los discursos de los dirigentes conservadores, si se celebran elecciones de nuevo. Se trata de un asunto sobre el que los conservadores han discutido bastante internamente porque hay sectores que dudan de que esto les beneficie. La propia Esperanza Aguirre ha reconocido que ella misma se equivocó al atacar con insistencia a Manuela Carmena en lugar de centrarse en defender su programa electoral.

Para el PP, el partido de Pablo Iglesias encarna la inexperiencia, la improvisación y el máximo riesgo de que se ponga en peligro la recuperación económica de la que tanto hablan.

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