Ejército español

Elisa Romera, víctima de acoso en el Ejército: “Mientras a él lo ascendieron, a mí me jubilaron con 39 años”

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Elisa Romera sufrió acoso por parte de su superior nada más salir de la Academia. Tras aprobar la oposición en el año 2004, la exmédico militar fue destinada a un botiquín que había en el País Vasco en el regimiento de infantería mixto de Vizcaya. A los pocos meses de llegar, un teniente coronel empezó a dirigirse a ella con expresiones sexistas. Términos como "cariño o cielo" y frases del tipo "las canarias son muy calientes" –Romera nació en el archipiélago– o "que si yo iba los fines de semana a Las Palmas a follar como conejos", según contó en una entrevista concedida al programa de laSexta El Intermedio, se convirtieron en habituales. "Era bastante desagradable el trato que tenía hacia mí", apostilló durante la conversación.

Sin embargo, el acoso no sólo fue verbal. "Hubo un intento de tocamiento, pero al ver mi rechazo el acoso sexual pasó a ser un acoso laboral", explicó la exmilitar. Romera contó que "fueron dos años muy difíciles", en los que "tenía miedo" y se "encontraba prácticamente sola".

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Ante esta situación insostenible, la entonces médico militar decidió dar parte a su superior, pero por conducto reglamentario su denuncia debía pasar por las manos de la persona que la estaba acosando. "No llegó a ningún lado", detalló, y contó que el jefe del acuartelamiento le decía que "tenía que aguantar eso y mucho más" porque si no lo hacía "no servía para ser militar". 

Romera logró cambiar de destino y se fue a Las Palmas de Gran Canaria, a la unidad sanitaria del Mando Naval de Canarias. Fue allí cuando se decidió a denunciar a través de la Policía. "Mi moralidad no me permitía pensar que otras mujeres pudieran sufrir lo que yo había sufrido allí. No podía permitir que aquella persona quedara impune", aseveró. Romera explicó que "de la Policía volvió a pasar a la justicia Militar" y contó que "fueron tres años muy duros de juicios" hasta que se emitió "una sentencia firme en la que se demostró que hubo abusos y acoso laboral, porque en el Código Penal Militar no se contemplaba el acoso sexual".

Finalmente, este teniente coronel fue condenado a un año de prisión. Durante el proceso, y ante el asombro de Romera, el que había sido su superior fue ascendido a coronel. "Mientras él, estando imputado, ha ascendido a coronel, a mí me han jubilado con 39 años", apuntó la exmilitar, que aseguró que ya no quiere "volver al Ejército" porque está "muy decepcionada con la institución" . "Cuando denuncias a un mando, llega la sentencia y lo meten en la cárcel, quedas estigmatizada como una persona conflictiva", sentenció.

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