Elecciones gallegas

Feijóo convoca elecciones con las mareas y Podemos en pleno debate sobre su candidatura conjunta

Feijóo convoca elecciones con las Mareas y Podemos en pleno debate sobre su candidatura conjunta

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha confirmado este lunes que las elecciones autonómicas se adelantarán para coincidir con las vascas. La agenda de los gallegos queda así marcada para el próximo 25 de septiembre, en lugar del mes de octubre en que inicialmente estaban previstos los comicios.

A casi dos meses de la cita electoral, el escenario exige a los partidos un ejercicio de celeridad, tarea especialmente complicada para las mareas, que en las elecciones municipales desbancaron a los grandes partidos de los principales ayuntamientos. En Marea, integrada hasta hoy por Anova, Esquerda Unida (EU), Podemos y movimientos ciudadanos, podría haber perdido a estas alturas uno de sus pilares. La formación morada cierra este martes el plazo para decidir, en pregunta telemática a su militancia, si debe concurrir en solitario o "en alianza electoral con algún otro partido". La decisión final no sólo dividirá al propio partido, sino que complica más si cabe una situación marcada por la premura de los acontecimientos. Entre el 17 y el 22 de agosto, todos los partidos deberán presentar sus listas. Tras un plazo para la subsanación de errores, el día 29 serán proclamados los candidatos.

Entretanto, las mareas se han decantado ya por presentarse en forma de partido instrumental, y este lunes celebraron la primera reunión de su coordinadora para el diseño que marcará la hoja de ruta hacia las elecciones de septiembre, y que parte con la convocatoria de primarias esta misma semana.

El interrogante de Podemos ante la confluencia

El pasado 5 de julio los alcaldes de Santiago Compostela, A Coruña y Ferrol –Martiño Noriega, Xulio Ferreiro y Jorge Suárez, respectivamente– realizaron un llamamiento para fijar una "posición colectiva" con la mirada puesta en las autonómicas. En el manifiesto, primaba la idea de iniciar un proceso para confeccionar una candidatura en posición de "conquistar la presidencia de la Xunta de Galicia", en base a "un espacio político mucho más amplio, más rico y más diverso que la mera conjunción de tres partidos", los cuales son "necesarios" pero "insuficientes".

La respuesta no se hizo esperar. Mareas en Común –proceso integrado por mareas municipalistas, organizaciones y movimientos de unidad popular– respondió el pasado 12 de julio con una carta dirigida a los líderes de Anova en A Coruña (Antón Sánchez), Esquerda Unida (Yolanda Díaz), y Podemos Galicia (Carmen Santos), así como a los tres alcaldes del cambio. En la misiva, el movimiento instaba a la celebración de una asamblea para "alcanzar la candidatura de confluencia necesaria".

La reunión fue finalmente fijada para el pasado sábado 27 de julio, y en ella participaron los ciudadanos que habían firmado el manifiesto de los alcaldes –lo que les daba derecho a voto–, los propios regidores de Compostela, A Coruña y Ferrol, y los partidos Anova y EU, que resolvieron sus dudas de cara a los comicios con una decisión taxativa: confluir en forma de partido instrumental. Podemos Galicia, aunque presente a través de su secretaria general, Carmen Santos, pidió tiempo para decidir sobre su papel en esta unión de fuerzas.

Hasta este martes, los militantes de la formación morada tienen de plazo para decidir, a través de voto telemático, si quieren que Podemos concurra en solitario o presentarse en "alianza electoral con otras fuerzas políticas y sociales del cambio". Cualquiera de los resultados, en todo caso, parece a priori una negativa a formar parte del partido instrumental gestado el pasado sábado. Diluirse dentro de la confluencia supondría, teóricamente, una pérdida de la marca Podemos, hecho que ha generado un importante rechazo entre sus filas.

¿Qué puede ocurrir a partir de este martes? Que Podemos decida coaligarse con la formación resultante del sábado –que finalmente repetirá nombre: En Marea– e ir de forma conjunta a las elecciones, aunque aún está por definir bajo qué fórmula, o bien optar por una papeleta propia e ir en solitario conservando sus siglas. Para algunos miembros de Podemos la alternativa de ir en alianza electoral podría resucitar la opción de confluir con las mareas. Es el caso del diputado coruñés Antón Gómez-Reino, quien en conversación con infoLibre defiende que "la pregunta no descarta" la confluencia, sino que se trata "de una pregunta abierta" que puede dejar paso a la integración con los demás partidos y movimientos sociales, en caso de alcanzar finalmente una "decisión mayoritaria en el sentido de la confluencia" y de contar con "voluntad política por todas las partes".

Gómez-Reino se ha manifestado en diversas ocasiones a favor de "los espacios comunes" como respuesta a "las demandas de la ciudadanía, de los aliados y de la gente del espacio de las mareas, que ha construido este escenario desde abajo". En este sentido, el diputado recalca que confluir no supone "en absoluto la disolución de Podemos" que, insiste, es "una herramienta fundamental para el cambio". A juicio del coruñés, el mayor ejemplo de ello es la presencia de la formación morada en ayuntamientos como el de A Coruña, donde se haya completamente integrado dentro de la Marea Atlántica y "pleno de salud y actividad".

Respecto a los diferentes sectores del partido morado, la rama oficialista, defendida por Carmen Santos, se muestra más propensa a ir por separado, al no coincidir con la idea de partido instrumental, aunque Santos se ha posicionado a favor de una posible coalición electoral. Mientras, el sector crítico apuesta por sumar fuerzas dentro de las mareas, postura amparada por voces como las de Gómez-Reino o la miembro del equipo vigués Paula Quinteiro, quien en declaraciones a este medio asegura decantarse por una "confluencia de personas y no de siglas" y para eso, continúa, "el partido instrumental es la mejor fórmula". Otros, como el regidor coruñés, Xulio Ferreiro, han llamado a los militantes de Podemos a rechazar la defensa "de un color o unas siglas".

En cuanto al desafío temporal, el diputado de En Marea sostiene que "todo irá en función de las distintas posibilidades", aunque admite que "está claro que hay que acelerar". Pese a ello, no duda en que se va a llegar: "Llevamos mucho tiempo navegando a contracorriente, y tenemos la capacidad para conseguir espacios de acuerdo", remata. Por su parte, Quinteiro relata que "en caso de que salga la opción de ir en solitario, habrá que hacer primarias de Podemos cuanto antes", mientras que de salir la opción de confluencia, "dependerá de cómo se articule la alianza", responsabilidad que la viguesa atribuye a la ejecutiva gallega.

El restante escenario político gallego

Los conservadores, actualmente en el Gobierno de Galicia, continúan aferrados al liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, que les ha dado dos mayorías absolutas. El pasado mes de abril el presidente de la Xunta confirmó su candidatura, tras meses con la mirada puesta en Madrid.

Por su parte, los socialistas gallegos pusieron rostro el pasado 28 de mayo a su candidato: el economista compostelano Xoaquín Fernández Leiceaga, que obtuvo un 55,67% de los votos a favor en las primarias convocadas al efecto. Las diferencias internas de la formación, sin embargo, han dejado heridas aún sin cicatrizar. Como consecuencia, miembros del sector crítico –como José Luis Méndez Romeu o Carmen Gallego– han renunciado a ir en las listas.

En Marea creará un partido instrumental para concurrir a las elecciones gallegas

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La evolución electoral de los socialistas gallegos, no obstante, no ha sido del todo negativa. En las elecciones del 20D, el PSdeG había sido eclipsado por En Marea, obteniendo un 21,33% de los votos y seis escaños. Los comicios de junio, por el contrario, le permitieron recuperar terreno gracias al 22,25% de los sufragios, quedándose en los seis diputados, pero esta vez uno por encima de las confluencias, lo que le posicionó como segunda fuerza.

En cuanto a los nacionalistas, el BNG celebró en febrero su XV Asamblea Nacional, en la que más de 3.000 militantes abordaron la tarea de renovar las líneas de la formación, descartando definitivamente integrarse junto a las mareas, y eligiendo a Ana Pontón como portavoz nacional.

El partido había conseguido el 4,32% de los votos en las elecciones de diciembre, porcentaje que quedó reducido al 2,89% en junio. Finalmente, el BNG quedó fuera del arco parlamentario por primera vez en 20 años.

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