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El futuro de Cataluña

El independentismo cierra filas en defensa de la DUI mientras Colau y Sánchez hacen un último intento por evitarla

La cuenta atrás llega a su fin en mitad de un panorama plagado de incertidumbres. Este martes, nueve días después de la celebración del referéndum del 1-O en Cataluña y de que los independentistas proclamasen la victoria del a la secesión, el pleno del Parlament de Cataluña se reunirá para, en teoría, declarar la independencia de manera unilateral. A última hora del lunes, apenas un puñado de personas se encontraban ultimando los términos exactos de esta declaración, si bien durante todo el día los dirigentes independentistas cerraron filas con la acción unilateral en sus declaraciones públicas. Mientras, tanto el líder del PSOE, Pedro Sánchez, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, hicieron un último llamamiento al president Carles Puigdemont para que reculase, si bien Sánchez también aseguró que, en caso de que Puigdemont acabe optando por declarar la independencia unilateralmente, apoyará la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Desde que el pasado día 1 de octubre se celebrara un referéndum de independencia marcado por la respuesta policial, la incertidumbre sobre cómo aplicarían los independentistas la discutida victoria del sí ha sido la tónica general. El mismo día 1, Puigdemont aseguró que consideraba los resultados vinculantes, lo que implicaba que el Parlament tendría que declarar la independencia "en cuestión de días". Pero, durante la última semana, diferentes voces dentro del PDeCAT y de ERC han mostrado sus reticencias a una declaración de independencia unilateral que no conduciría a Cataluña a la secesión a efectos prácticos pero que, sin embargo, sí podría provocar la reacción del Estado a través del artículo 155 de la Constitución.

En este sentido, varios primeros espadas del PDeCAT han expresado sus dudas con respecto a una independencia unilateral en los últimos días. El más destacado de ellos fue el expresident Artur Mas, que afirmó en una entrevista que Cataluña aún no está preparada "para la independencia real". Pero otros dirigentes como el conseller de Empresa y Conocimiento, Santi Vila, pidieron dar una "última oportunidad al diálogo" y evitar las "decisiones unilaterales", mientras la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, planteó hace días la necesidad de encontrar un "punto medio" y este mismo domingo señaló en declaraciones a la BBC que lo que el Parlament dirá "es que queremos hacerlo, pero queremos hacerlo bien".

No obstante, este lunes el independentismo ha cerrado filas con la declaración unilateral para ahuyentar cualquier atisbo de duda. "Aprobamos la ley para que tuviera efecto, y no renunciamos" a ello, aseguró el portavoz de ERC, Sergi Sabrià, que insistió en que los indepedentistas no tienen intención de "renunciar a la aplicación de los resultados", aunque "la voluntad de diálogo y de mediación seguirán abiertas". "La pregunta del referéndum era sobre si usted está de acuerdo o no con que Cataluña se constituya en Estado independiente en forma de república, con lo cual, evidentemente, no vamos a hablar sobre la migración de los pájaros", señaló por su parte Jordi Xuclà, diputado del PDeCAT en el Congreso. Y el conseller de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, se preguntó retóricamente si "hay alternativa" a la declaración unilateral de independencia. "El Parlament es soberano, es importante reconocerlo, hay una mayoría parlamentaria y hemos intentado varias veces hacerlo de otra manera", indicó.

En la víspera del pleno que teóricamente debe declarar la independencia de Cataluña, ni Puigdemont ni el vicepresident de la Generalitat, Oriol Junqueras, hicieron ninguna aparición pública. Y es que el texto de la declaración unilateral fue objeto de discusión hasta última hora del lunes, y en estas reuniones participaron representantes del Gobierno catalán y también de las entidades Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. Según informa el diario Nació Digital, en las conversaciones se negoció incluir en la declaración una apelación a la "mediación internacional" y establecer un periodo para negociar con el Estado, si bien los independentistas tenían discrepancias con respecto al ritmo que debería –según esta declaración– seguir Cataluña a la hora de ir asumiendo competencias y terminar obteniendo una independencia real.

En privado, el independentismo transmite una "tensa espera" por la incertidumbre sobre lo que ocurrirá este martes, afirman fuentes parlamentarias catalanas. Estas fuentes señalan que, pese a que se desconocen los términos de la declaración unilateral porque está siendo elaborada por unas pocas personas, la opinión más extendida es que finalmente el Govern se decantará por la opción de que el texto declare efectivamente la independencia de Cataluña, pero con una serie de "cláusulas de salvaguardia" que podrían ponerla en suspenso o anularla, en función de los pasos que den otros actores.

El 155, con el apoyo del PSOE y el rechazo de Colau

Pero cualquier declaración que apruebe el Parlament o que haga el Gobierno catalán que declare, de una u otra manera, la secesión de Cataluña, tendrá respuesta por parte del Ejecutivo central. Así lo aseguró este lunes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que insinuó que el Ejecutivo está dispuesto a aplicar el artículo 155 de la Constitución. "Le corresponde al Gobierno de España, a través del Senado, porque es una decisión, quiero recordar también del legislativo, adoptar medidas. Y estaremos muy pendientes de esa declaración", apuntó Santamaría, que se mostró favorable a tomar "todas las medidas que sean necesarias" para "restaurar la ley y la democracia" en Cataluña.

Pedro Sánchez mostró el lunes su apoyo a esta posición en un viaje a Barcelona para participar en la reunión de la cúpula del PSC, aunque también quiso pedir una última oportunidad para dialogar. "Estamos a tiempo de encauzar desde el punto de vista racional y político esta crisis", apuntó Sánchez, que aseguró que los socialistas están haciendo gestiones discretas para buscar una salida antes de la declaración independencia "hablando en espacios donde se pueda, clara y descarnadamente, tratar los distintos escenarios".

Sin embargo, el líder del PSOE fue claro en su apoyo al Gobierno si finalmente decide aplicar el artículo 155 tras una eventual declaración unilateral de independencia que "no tiene cabida en ningún Estado social de derecho". "Igual que tendemos la mano para dialogar, también apoyaremos la respuesta del Estado ante cualquier intento de quiebra de la legalidad", aseguró Sánchez acompañado del primer secretario del PSC, Miquel Iceta.

En una declaración institucional, Ada Colau también pidió evitar acciones unilaterales y sentarse a negociar, si bien rechazó la aplicación del artículo 155 de la Constitución. "Ahora toca pensar en el conjunto del país y no precipitarse, no podemos poner en riesgo ni la cohesión social ni las instituciones catalanas", señaló Colau dirigiéndose directamente a Puigdemont. La regidora también aseguró que "los resultados del 1-O no pueden ser un aval para la independencia, pero constituyen una posibilidad de abrir un diálogo" y de entablar "una mediación internacional".

"Lo que ahora necesitamos son gestos de distensión por ambas partes", resaltó la alcaldesa de Barcelona, que pidió al Gobierno central "que descarte aplicar el artículo 155 y revierta de manera inmediata la intervención de las instituciones catalanas", así como que "retire los efectivos" policiales "desplazados de manera extraordinaria" a Cataluña. "Pido que abandonemos las trincheras y el lenguaje belicista" para no agravar "la crisis institucional más grave desde el restablecimiento de la democracia", demandó Colau.

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