Rato es tildado de “gánster” y “carroñero” en su comparencia en el Parlament catalán

El presidente de Bankia entre enero de 2010 y el 7 de mayo de 2012, Rodrigo Rato, ha defendido este lunes en el Parlamento catalán las decisiones que tomó en este cargo, en unas fechas donde no se produjeron ventas de participaciones preferentes pero sí se llevó a cabo la decisión de canje, que "cumplía las condiciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)". Sin embargo, Rato ha sido increpado por varios diputados, que incluso han llegado a tacharlo de "gángster".

En la comisión de investigación del Parlamento de Cataluña sobre las posibles responsabilidades derivadas de la actuación de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores, Rato ha asegurado que la cotización de Bankia hasta el 7 de mayo de 2012 "era equiparable a la del resto de entidades", en un entorno de caída general. 

El expresidente de Bankia, que está imputado en la causa que investiga la salida a Bolsa del banco nacionalizado y las condiciones en las que se produjo la fusión de las siete cajas que dieron lugar a la entidad –lideradas por Caja Madrid–, ha explicado que el procedimiento abierto por la Audiencia Nacional limita sus declaraciones. Con todo, ha señalado que ya expuso su parecer en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados en julio de 2012. Allí reivindicó que su equipo actuó "correctamente", en colaboración y sintonía y con el control de los organismos correspondientes, atendiendo de forma estricta a la ley y sin coste alguno para el contribuyente.

Rato ha resumido su etapa al frente de Caja Madrid y Bankia como un periodo de adelgazamiento y gestión de la burbuja inmobiliaria acumulada en años anteriores a la crisis y a su llegada a la entidad, y ha asegurado que fue un tiempo de adaptación a las mayores exigencias normativas de liquidez y capital, por lo que se impulsó la fusión y la salida a Bolsa. Como regulador, el seguimiento de la fusión por parte del Banco de España fue "muy intenso", aprobando candidatos y dando el visto bueno previo a la formalización de la operación, incluyendo la propuesta de incorporación de Bancaja, ha repasado Rato.

Mientras esperaba su turno de comparecencia, Rato ha visitado las instalaciones del grupo parlamentario del PP catalán –fue miembro de varios gobiernos estatales del PP– y ha hablado con su presidenta, Alicia Sánchez-Camacho, que le ha acompañado a la sala de la comisión de investigación, en la que el diputado popular José Antonio Coto le ha agradecido su asistencia. 

Rato cobró 1,4 millones de euros en su primer año al frente de Bankia, y 600.000 en el segundo como consecuencia de las limitaciones del Gobierno para la retribución de los altos cargos de entidades que habían recibido fondos públicos. Al dimitir, no recibió indemnización.

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"Hasta pronto, gángster"

En el turno de preguntas de los diputados, el representante de ICV-EUiA Josep Vendrell ha sido de los más críticos y ha acusado a Rato de pertenecer "a la élite carroñera", tras lo cual ha deseado "que la Justicia haga su trabajo". Por su parte, David Fernández, de la CUP, le ha reprochado que Bankia sea la responsable del 70% de los desahucios realizados por entidades financieras en España.

Además Fernández, con una de sus sandalias en la mano, ha cuestionado a Rato: "¿Usted tiene miedo a que un día la gente se harte y a quedarse sin nada? Nos vemos en el infierno, que está en la calle, porque su infierno es nuestra esperanza". El diputado ha explicado que lanzar un zapato a alguien es símbolo de desprecio en el mundo árabe, y ha se ha despedido del banquero con un "hasta pronto, gángster".