16/04/2014 - 06:00
Antonio Vico
La prisión de Valdenoceda (Burgos) vio morir de hambre y de frío a 152 presos republicanos entre 1938 y 1943. El pasado fin de semana, se entregaron 23 cuerpos a familias de represaliados en una de las cárceles más siniestras del franquismo. En 2012, el Gobierno de Rajoy obligó a los familiares a devolver una subvención con intereses por no ejecutarse a tiempo.